El caso Ibarretxe se quedó ayer sin sus tres jueces. La Sala del 77 del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco estimó la recusación de las defensas contra Fernando Luis Ruiz Piñeiro, Antonio García y Nekane Bolado, los magistrados que iban a juzgar al lehendakari, y a los dirigentes socialistas en Euskadi Patxi López y Rodolfo Ares por haberse reunido con Batasuna durante el frustrado proceso de paz.

La decisión de la Sala del 77 constituida especialmente a raíz de las recusaciones de apartar a los tres jueces está motivada por el riesgo de que estén contaminados tras el proceso judicial e implicará el aplazamiento del juicio varios meses. De hecho, los primeros incidentes de recusación ahora resueltos fueron planteados hace ya seis meses, en noviembre, por lo que ahora el juicio podría aplazarse hasta después del verano y coincidir así con un adelanto de las elecciones en Euskadi si el Parlamento vasco no apoyara al lehendakari para convocar una consulta el 25 de octubre.

La fecha del juicio, en cualquier caso, es una incógnita, pues aún es posible que las partes encausadas decidan más adelante recusar también a los tres magistrados o a alguno de ellos, cuya designación está ahora pendiente de la Sala de Gobierno del TSJPV.

La causa fundamental que motivó las recusaciones fue el papel de los tres jueces y sus resoluciones a lo largo del proceso en 2006 y 2007. La defensa del lehendakari recusó a Ruiz Piñeiro y Antonio García; Foro de Ermua y Dignidad y Justicia, a Nekane Bolado, y los letrados de Batasuna, a los tres.

Al apartarlos del caso, la Sala del 77 asume el razonamiento de las defensas, pues arguye que la posición de los magistrados en cuestiones esenciales prejuzgan la que puedan tener en el juicio cuando vuelvan a suscitarse.