Este artículo se publicó hace 14 años.
El PCE quiere que se debata sobre la República "sin miedo y sin coacción"
Pone en marcha el "proceso constituyente" hacia el nuevo régimen // José Luis Centella pide conjurar la creencia de que si no hay monarca, España se sumirá en el "caos"
Liderar un movimiento casi de la nada, sin una demanda social abrumadora, ha de vencer antes las inercias. Las cortapisas del establishment. El Partido Comunista de España sabe que ha de saltar primero ese muro para abrir el melón de la forma de gobierno y acabar con la Corona. Por eso, ayer sábado, el secretario general del PCE, José Luis Centella, hizo un llamamiento claro cuando estaba a punto de concluir la I Conferencia Republicana del partido: hay que debatir ya “con quien sea y donde sea” sobre Monarquía o República, con “normalidad”, destruyendo toda “coacción o miedo”. Hay que aplastar la creencia de que si no hay rey, España conocerá “el caos”, adujo.
El líder del PCE, que había comenzado su discurso recordando a José Maldonado –el último presidente de la II República (1970-1977)– condenó la “manipulación” de la historia, de la Transición, gracias a la que se ha hecho creer a la ciudadanía que el 23-F incluso confirió “legitimidad” a Juan Carlos I, cuando en realidad "ningún órgano democrático" le concedió ese carné. “Quien quiera defender la Monarquía, que lo haga, pero no desde el miedo o la coacción, sino desde la máxima transparencia y democracia”, gritó, amonestando implícitamente a los medios por haber protegido a la Corona.
Centella: "Depende del avance de las fuerzas republicanas la salida progresista de la crisis"
Centella alabó el “paso importante” dado ayer por el PCE. Apenas la primera piedra en su compromiso de "dar la batalla” por la llegada del nuevo régimen, sin amarrarse a la "nostalgia" del quinquenio 1931-1936. Queda trenzar alianzas con los pequeños grupos y partidos republicanos y las asociaciones de la memoria histórica. “Aquí nos tenéis –dijo a la casi decena de movimientos que participaron en la conferencia como invitados, no como delegados–. No queremos ser protagonistas de primera fila. Eso sí, queremos mantener un perfil propio”. La precisión venía a cuento, porque los cuadros comunistas no quieren ver diluida su identidad en ningún caso, ni tan siquiera cuando se está hablando de Izquierda Unida.
El partido eligió como presidenta de honor de su Conferencia a una veterana militante, Concha Carretero, de 92 años, encarcelada en Madrid durante el franquismo en los mismos días que las Trece Rosas. El acto, que reunió a unas 250 personas en el Centro Cultural Moncloa de Madrid, debía aprobar una difusa hoja de ruta de construcción de la III República. Así pasó: un 90,22% refrendó la puesta en marcha de un “proceso constituyente” que articule una “alternativa global al sistema”. En él debe implicarse “toda la sociedad”, especialmente “el movimiento obrero” y “otros partidos” de tradición republicana pero hoy en las filas juancarlistas (en alusión al PSOE). Ese proceso, recordó Centella, liga recuperación económica y cambio de régimen, pues “la salida progresista de la crisis depende del avance de las fuerzas republicanas”.
El líder del partido reprocha al monarca que haya "tomado partido" y defienda el sistema neoliberal
Apuntalaron esa tesis los portavoces de los colectivos invitados que intervinieron en la Conferencia: Pedro Bilbao, de la Plataforma Ciudadanos por la República; Miguel Pastrana, de la Unidad Cívica por la República, o Pedro Casas, del Ateneo Republicano de Carabanchel; o Antonio Romero, de la Red de Municipios por la República, o Hugo Gutiérrez, del Partido Comunista de Chile. También estuvieron presentes, aunque no se subieron a la tribuna, la Federación Estatal de Foros por la Memoria e Izquierda Republicana.
El “paraíso fiscal” del reyAunque el PCE entiende que República es algo más que derrocar al rey –así lo declaró también el principal redactor de la ponencia, Julio Anguita–, no ahorra invectivas contra él. La Monarquía, afirmó el líder, “ha tomado partido por el actual sistema, es parte de esa salida conservadora de la crisis”. Lo prueba que Juan Carlos se reuniera el pasado jueves con la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, o que en su discurso de Navidad de 2009 abogara por el “consenso” entre PSOE y PP. La Casa Real, abundó, es “un paraíso fiscal, una habitación oscura”, ya que no detalla cómo gasta los más de ocho millones que recibe del Estado al año (para 2011, serán 8,43 millones, frente a los 8,90 de 2010, un 5,2% menos). “El pueblo español sólo será dueño de su destino cuando elija desde el presidente de su escalera, de su comunidad de propietarios, hasta el jefe del Estado”, proclamó.
“Antes o después volverá a ondear la bandera tricolor en la Puerta del Sol”, confió Gloria Aguilar, secretaria de Movimiento Republicano y Memoria Histórica. “Para disgusto de los que creían que todo estaba atado y bien atado, abrimos el lazo de la III República”, agregó Centella. Era la frase épica de cierre de un acto que se despidió con La Internacional, una vieja y rasgada grabación del himno de Riego y el clásico grito de "¡España, mañana, será republicana!".
LAS VOTACIONESDemocracia, sin más apellidos
José Luis Centella insistió en que el PCE estaba obligado a hacer una “propuesta útil” de República, que no sirviese para “dividir”, como quería Pepe Díaz, el líder del partido en los años 1930. Por eso la ponencia elaborada, entre otros, por Julio Anguita –que ayer no acudió al acto– hablaba de “República democrática” y "República federal solidaria".
Varias enmiendas pedían rotular la futura República como “socialista”. Esa posición perdió, puesto que de lo que se trataba era de no apellidar el nuevo régimen para no generar reticencias de los colectivos fuera del partido y para hacer de la propuesta la oferta "hegemónica", según explicaba un portavoz de la formación.
La cúpula del PCE se avino sólo a incluir la referencia a la Constitución de 1931: “España es una República democrática de trabajadores de toda clase, emanando todos los poderes de todos sus órganos del pueblo”. Esa definición obtuvo 96 votos a favor (67,6%), 12 en contra y 34 abstenciones. En cuanto al modelo de Estado, el PCE asume el derecho de autodeterminación “como legítima aspiración”, pero defiende la "necesidad de un proyecto común llamado España y estructurado en una República federal", opción avalada por el 79,17% (114 sufragios afirmativos, por 4 negativos y 26 abstenciones).
Asuntos colaterales como la política de paz y la renuncia a la guerra y el cumplimiento íntegro y sin cesiones de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU recibieron un respaldo mayoritario. La primera, del 83,1% (118 votos a favor, ninguno en contra y 24 abstenciones). Y la segunda, del 76,67% (115-5-30).
El documento global de la Conferencia, añadidas sus enmiendas, las propuestas de las federaciones y las aportaciones de los colectivos, logró 120 síes (90,22%), ningún voto en contra y 13 abstenciones.
El PCE elaboró con las asociaciones de la memoria una resolución de apoyo a su trabajo. El documento, en primer término, muestra su "admiración y reconocimiento al movimiento memorialista" y llama a todos los militantes del partido a que continúen implicándose en él. También llama a las federaciones del PCE a que cierren filas con estas asociaciones en torno a tres preceptos básicos: anulación de las sentencias del franquismo, implicación activa de los poderes públicos para pruebas de delito de lesa humanidad y reparar la memoria. Además, la formación de Centella se compromete a involucrase hasta el fondo en todos los "procesos, actos y movilizaciones" relacionados con la memoria histórica. La resolución recabó el 82,4% de aprobación.y
También se votó un paquete global de resoluciones sobre distintas materias (apoyo al pueblo saharaui, la posición respecto a Cuba o el recuerdo de Marcelino Camacho, ex líder de CCOO). Una de ellas destacó: la que declara 2011 "año de lucha por la III República y el derecho a elegir". Todos los textos se votaron conjuntamente, y recibieron 124 votos a favor (95,38%), uno en contra y cinco abstenciones.
La Conferencia también recordó a Cayo Lara, el coordinador federal de IU, que no pudo acudir como invitado por razones familiares: su padre había fallecido el viernes en su pueblo, Argamasilla de Alba (Ciudad Real), a los 92 años, y víctima de una larga enfermedad.
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