El tripartito ha revivido estos meses, a causa de la sequía, los peores fantasmas de la era Maragall. En aquel tiempo no tan lejano las diferencias internas del gobierno de coalición se hiperbolizaban y dirimían en público y la realidad superaba cada día la peor pesadilla nocturna.

Las contradicciones entre PSC, ERC e ICV han asomado pero, esta vez, la sangre no ha llegado al río pese a las complejas situaciones internas que viven los republicanos y, en menor medida, los ecosocialistas. En esta ocasión (tanto con la propuesta del Segre como con la decisión de traer agua del Ebro) la última palabra la tenía el ejecutivo central pero eso no sólo no ha facilitado la gestión sino que la ha complicado.

Diversos dirigentes de los tres partidos del Govern consultados por Público coinciden con el secretario de organización del PSC, José Zaragoza, que hoy admitió de forma pública el “desgaste” del Govern pese a destacar su cohesión interna. Al final la lluvia de mayo ha salvado la situación y no habrá trasvase del Ebro a Barcelona. El Gobierno central y el catalán lo anunciarán formalmente en breve pese a que el primero en tumbar sus decretos será el de Montilla.Los socialistas son los que hacen una lectura más positiva de cómo se ha gestionado la crisis. Admiten algún problema de comunicación dentro y fuera de Palau -atribuibles “sólo a una crisis vivida en tiempo real”-  pero destacan que lo que se ha transmitido a la ciudadanía es “que Montilla estaba dispuesto a hacer lo que hiciera falta para garantizar el suministro de agua y que éste es un Govern que gobierna”.

Esquerra e ICV, el partido del conseller Francesc Baltasar, son más autocríticos y admiten que, pese a que la situación no tiene nada que ver con los vodeviles del primer tripartito, la comunicación y la gestión de los procesos ha sido deficiente. Los socios de Montilla dan buena parte de las culpas de la crisis a la actitud “desleal” del Gobierno central, que se desentendío de la propuesta del Segre, “impuso” la del Ebro y se avanzó al tripartito descartando el trasvase esta semana. Maragall tenía “bula” de Madrid pero republicanos y ecosocialistas constatan que el gobierno de Montilla “nunca ha sido querido y por eso siempre se le ponen chinas”.

“Zapatero ha querido aparecer como el que traía el agua, como hizo en el Carmel”, denuncian recordando el hundimiento del barrio por obras  en el metro

Mientras el tripartito espera que amaine y estudia medidas estructurales, CiU tildó este jueves, por boca de Artur Mas, de “ridículo espantoso” el comportamiento del Govern. El PSC recuerda pero, una y otra vez que si Catalunya afronta situaciones como estas en materia de agua o energía “es porque los gobiernos de CiU nunca planificaron”. Los nacionalistas, que siguen intercambiando carantoñas con el PSOE en Madrid, exigían mantener la interconexión pero, a su vez, el miércoles forzaban a la ministra Espinosa a comprometerse con “estudiar” traer agua del Ródano. 

12 de marzo - La opción del Segre

La sequía arrecia y CiU denuncia que el Govern quiere trasvasar el Segre. Aparecen en la cabecera del Segre estacas y el Govern se desentiende.

27 de marzo - Madrid dice que no

La entonces ministra Narbona  recuerda que trasvasar el Segre depende de ella y se opone.

1 de abril - Baltasar admite que mintió

El conseller de Medio Ambiente afirma que el trasvase del Segre estaba pactado con Madrid pero que pactó no decirlo antes del 9-M.

7 de abril - Montilla y Mas, a la greña

Cumbre entre Montilla y Mas. El primero insiste en el Segre y el segundo en el Ródano. El día 8 Zapatero se abre a la opción del Ródano para contentar a CiU.

15 de abril - Trasvase puntual del Ebro

Espinosa decide, y así lo comunica a Montilla, traer agua a Barcelona prologando el ministrasvase  del Ebro a Barcelona puntualmente.

8 de mayo - Llueve en Catalunya

Empieza el mes de mayo más lluvioso del último siglo.

28 de mayo - Adiós a la tubería

El Gobierno opta por derogar el decreto. Montilla  acepta si se asegura el “suministro” hasta mayo de 2009.