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Asesinato de Daniel Morgan Sherlock Holmes destapa "corrupción sistemática" en la Policía de Londres

La muerte del detective privado Daniel Morgan de un hachazo en la cabeza en 1987 genera un cúmulo de acusaciones contra la Policía. Por casualidad o causalidad, la Met denomina el caso Holmes y uno de los jefes policiales que lo revisan se llama Stephen Watson. Sherlock ha resucitado sin necesidad de literatura.

Kirsteen Knight, Raju Bhatt y Alastair Morgan celebran una conferencia de prensa tras la publicación del informe del Panel Independiente Daniel Morgan, en Londres.
Kirsteen Knight, Raju Bhatt y Alastair Morgan celebran una conferencia de prensa tras la publicación del informe del Panel Independiente Daniel Morgan, en Londres. Henry Nicholls / REUTERS

La Metropolitan Police (policía de Londres, conocida también como Scotland Yard por el nombre de su sede o la Met) es la más importante de Gran Bretaña y la única que depende directamente del ministerio de Interior. El detective ficticio Sherlock Holmes la tenía ojeriza. Por eso, los agentes siempre llegaban tarde y torpes a resolver los casos que él y su querido Watson habían solventado con astucia. El trabajo de detectives privados y policías ha cambiado mucho en el siglo que lleva muerto el famoso y astuto investigador.

Las últimas semanas han sido las peores en la larga historia de la Met, fundada en 1829, y autodenominada como una de las mejores del mundo por efectiva (número de casos resueltos) y transparentes (escrutinio político y democrático). En cambio, el sensacionalista Daily Mail la calificaba en su portada del miércoles como "Podrida hasta la médula" y el resto de medios británicos aludían a la metáfora de manzanas podridas en cesto sano. El detonador del cambio ha sido la publicación de la sexta investigación en el asesinato del detective privado Daniel Morgan, hallado muerto con un hacha clavada en la cabeza en el aparcamiento de un pub del sur de Londres el 10 de marzo de 1987. Por entonces, el detective indagaba en los posibles vínculos entre cargos de la Met y narcotraficantes.

El informe oficial sobre la muerte de Daniel Morgan acusa a la Met de "corrupción institucionalizada y sistemática" y apunta a que el objetivo prioritario de la Policía ha sido el de "protegerse a ella misma" ante la cadena de descalabros sucedidos a raíz del espeluznante fallecimiento. La investigación añade que "Scotland Yard no ha reconocido su propia incompetencia ni el venal comportamiento de individuos ni los errores en su gestión y en su organización". No es la primera vez que un informe oficial da palos a la Met. En 1999 la investigación oficial en la muerte del joven de raza negra Stephen Lawrence concluyó que en la Policía operaba el "racismo institucionalizado".

La familia de Daniel Morgan, con dos hijos pequeños en 1987, lleva años preguntando qué hace la Met para descubrir quién mató al detective privado. Alastair Morgan, hermano de Daniel, ha dicho lo siguiente: "Nos conforma el reconocimiento de que la Met ha funcionado de forma corrupta para tapar sus prácticas durante décadas, pero falta ver qué cambiará en el futuro; no me fío de la corrupción ni de los sobornos policiales; son mejores en encubrir que en investigar". Alastair, de 72 años, apunta a la comisaria jefa de la Met, Cressida Dick, como pieza central del engranaje policial. "Conocí a Cressida Dick en 2012 cuando nos presentó un informe adulterado sobre el colapso de un juicio inconcluso. Tardaron 25 años en reconocer que las primeras pesquisas policiales fueron fraudulentas", ha recordado Alastair Morgan, quien cree que la comisaria jefa debería considerar su dimisión con motivo de la publicación del informe.

La Met ha publicado en su página web un mea culpa por no haber llevado a los asesinos de Daniel ante los tribunales de Justicia y reconoce "corrupción y actos maliciosos de individuos como factores importantes en la ruinosa primera investigación". Cressida Dick se defiende en la web recordando lo que han hecho para resolver el caso y ofreciendo una recompensa de 50.000 libras (55.000 euros), la mayor ofrecida, a quienes provean información que lleve a los asesinos convictos de Morgan. La ministra de Interior, Priti Patel, que intentó mantener inédito el informe por razones de seguridad, ha calificado de "alarmante" la corrupción en la Metropolitan Police descrita en la investigación, que critica a la Policía actual por "obstrucción" o poca ayuda en la investigación.

La publicación del informe que encargó hace ocho años la entonces ministra de Interior, Theresa May, constituye lluvia sobre mojado en el prestigio de Scotland Yard donde trabajan 44.000 personas de las que 32.401 son policías. Por su parte, el dominical The Observer ha publicado que de 2012 a 2018 un total de 594 mujeres acusaron de acoso o agresión sexual a agentes de la Met dentro de la organización. Aunque la mayoría de estas quejas se resolvieron en la primera fase del proceso disciplinario interno, unos 119 casos pasaron a segunda fase o fueron remitidos a los juzgados. De los que se resolvieron dentro de la organización, 63 acabaron con despido, jubilación o dimisión del cargo policial. Las acusaciones abarcaban desde abuso de autoridad en el ejercicio de la profesión hasta agresión sexual a una víctima de violación o comportamiento indebido en un refugio de mujeres.

La reiterada sospecha metafórica sobre el número de manzanas podridas en el cesto sano explotó el pasado mes de marzo cuando fue detenido Wayne Couzens, agente de la Met, acusado del secuestro y asesinato de Sarah Everard en la oscuridad de un parque del sur de Londres. Couzens se declaró culpable en la primera comparecencia ante el juez. La violenta muerte de Sarah Everard y el hallazgo de su cuerpo enterrado fuera de Londres generó gran consternación entre la ciudadanía de Londres y dio lugar a la campaña Reclaim These Streets (Recuperar las calles) que movilizó a hombres y mujeres en una cadena de manifestaciones y actos en favor de la libre y segura circulación de día y de noche por las calles de la ciudad.

Esta semana, además del informe sobre el hachazo a Daniel Morgan, la Met ha recibido otros dos golpes de cargos policiales procedentes de sus filas. La agente galardonada con varias medallas, Robyn Williams, ganó el miércoles un juicio por despido improcedente. Robyn, una de las policías más reconocidas de raza negra, fue despedida en marzo de 2020 por posesión en su móvil de un vídeo de 54 segundos de duración con imágenes de abusos a menores. El vídeo le fue enviado por su hermana con la nota "llama, por favor". Robyn ha aducido en el juicio que no vio el vídeo mientras que la Met la ha acusado de "conducta inapropiada". La sentencia del juzgado de lo laboral obliga a la organización a readmitirla en su puesto de trabajo.

La que no volverá a su puesto es Parm Sandhu, la agente de origen asiático, nacida en Birmingham, que alcanzó la mayor graduación en los rangos de la Met. Tras 30 años de trabajo demandó a la organización por "discriminación", ganó el juicio, fue compensada con una cifra de dinero desconocida y esta semana ha publicado un libro, Black and Blue, en el que arremete contra el "racismo institucionalizado" en la Policía de Londres que ya fue reconocido oficialmente en 1999. La comisaria jefa, Cressida Dick, admite que pervive el racismo en las filas policiales, sin embargo, rechaza que esté institucionalizado mientras que Parm Sandhu dice que "en la actualidad es peor que hace veinte años".

La jefa policial responde a las recientes acusaciones de racismo o a la investigación sobre la muerte de Daniel Morgan, pero se desentiende de la confabulación de la Met con el sector de la pornografía en el Soho de Londres en la década de 1960-70. Una reciente serie de la BBC titulada Bent Coppers: Crossing the Line of Duty relata con precisión los sobornos y chantajes de altos cargos de la Met a propietarios de pornografía y a bandas de ladrones y malhechores a quienes protegían a cambio de dinero, silencio o eliminación de pruebas acusatorias. A pesar de que algunos de los protagonistas ya han fallecido, otros han participado en el programa televisivo aportando su testimonio en primera persona. Otra muestra de que no todo es oro lo que reluce en la Policía Metropolitana de Londres. Quizás Sherlock Holmes los vio venir y se mantuvo fuera para resolver intrincados casos de asesinatos, desapariciones, robos o sospechosos policías.

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