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Un barco francés de la Flotilla de Libertad parte rumbo a Gaza

El navío, el único que ha superado la prohibición griega, viaja con diez activistas a bordo

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

Diez activistas propalestinos es lo que ha quedado de las más de 300 personas que planeaban llegar a Gaza a principios de julio a bordo de una decena de embarcaciones que formaban la Segunda Flotilla de la Libertad y que tuvieron que desistir ante la negativa de las autoridades griegas a permitirles zarpar tras una fuerte presión del Gobierno israelí y de otros ejecutivos occidentales aliados de Israel.

Los diez activistas viajan a bordo de un pequeño yate francés, el Dignité-Al Karama, que ha conseguido eludir a las autoridades griegas. Los activistas viajan con tres miembros de la tripulación y tres periodistas, dos de la cadena árabe de televisión Al Yazira y una, Amira Hass, del diario Haaretz, de Tel Aviv, que son quienes están informando desde el interior de la embarcación.

A bordo del Dignité-Al Karama había inicialmente tres franceses y un tunecino, a quienes posteriormente se unieron un griego, un sueco y un canadiense. Estos tres últimos activistas procedían de las embarcaciones a las que se impidió zarpar desde Atenas. A los siete activistas se les unieron otros tres franceses que llegaron por avión desde Francia, con lo que el total de activistas a bordo es de diez.

El Gobierno griego había impedido al resto de barcos salir a principios de mes

Los activistas son conscientes de que su empresa tiene un carácter estrictamente simbólico y de que en ningún caso conseguirán llegar a su destino porque el Ejército israelí los detendrá con gran facilidad, pero a pesar de ello están decididos a seguir adelante mientras puedan.

Entre los participantes de la Segunda Flotilla de la Libertad, que inicialmente pertenecían a 22 países, se ha suscitado un debate acerca de si merece la pena que una embarcación de tan pequeñas dimensiones y con tan pocos activistas siga adelante. Una parte de los activistas creen que la misión debería haberse dado por concluida cuando los griegos les impidieron zarpar a principios de julio, mientras que otros son partidarios de llegar hasta donde se pueda.

El Dignité-Al Karama salió de la isla de Córcega el 25 de junio con la intención de incorporarse a la Segunda Flotilla de la Libertad que se preparaba en Grecia para romper el bloqueo marítimo que Israel impuso sobre Gaza en 2006. Cuando llegó al puerto de Sitia, en la isla de Creta, esperó durante una semana a que el resto de las embarcaciones zarparan de Atenas, pero las autoridades griegas lo impidieron.

Entre los participantes había ciudadanos de España, Francia, Estados Unidos, Canadá, Grecia, Alemania y otros países. Dos embarcaciones eran cargueros que transportaban todo tipo de ayuda humanitaria a Gaza, incluido cemento, prohibido por Israel desde el inicio del bloqueo.

En el ‘Dignité Al-Karama’ saben que Israel no les dejará llegar a su destino

Al final, y viendo que no podían dirigirse a Gaza, el resto de las embarcaciones y los activistas que viajaban en ellas optaron por desistir y regresar a sus lugares de origen. La renuncia de los activistas se consideró en Israel como un gran triunfo diplomático del Gobierno de Binyamin Netanyahu.

'Bajo una fuerte presión de Israel', decía Haaretz, el Gobierno griego impidió la salida de las embarcaciones con el pretexto de que quería evitar que los activistas corrieran el mismo peligro que el año pasado corrió la Primera Flotilla de la Libertad, que fue abordada por el Ejército israelí en aguas internacionales con un balance de nueve activistas turcos muertos.

El jueves, el Dignité-Al Karama llegó a la isla griega de Kastellorizo para repostar, lo que hizo sin encontrar ninguna oposición por parte de las autoridades, y en la noche del sábado salió hacia aguas internacionales. La tripulación dijo a las autoridades griegas que su destino es el puerto egipcio de Alejandría, pero no está claro si en realidad se dirige hacia la franja de Gaza.

Uno de los activistas, el sociólogo griego Vangelis Pissias, ya estuvo a bordo de la Primera Flotilla de la Libertad el año pasado, y según el diario Haaretz fue golpeado con fuerza por las Fuerzas de Seguridad israelíes en el puerto israelí de Ashdod. Otro activista , Dror Feiler, es un judío nacido en Israel y con nacionalidad sueca que preside la organización Judíos Europeos para una Paz Justa.

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