Un bombardeo en la ciudad ucraniana de Zaporiyia ha dejado 30 muertos y 88 heridos, según informa la Policía regional y ha ratificado el presidente del país. Volodímir Zelenski ha condenado el ataque y ha señalado que "solo unos completos terroristas que no tienen lugar en el mundo civilizado pueden hacer algo así". 

"Entre los muertos había dos niños: una niña de 11 años y un niño de 14 años. Una niña de 3 años fue herida", ha afirmado el jefe de la Policía Nacional, Ihor Klymenko, tal y como publica Ukrinform y recoge la Agencia Efe. La misma fuente ha añadido que un oficial de la Policía estaba entre los fallecidos.

El mandatario ha apuntado que Rusia está detrás de la matanza y que ha empleado 16 misiles, que lanzó en la mañana de este viernes contra la zona en la que había un convoy humanitario. Zelenski ha añadido que Moscú busca "vengarse" con este tipo de actos por sus propios fracasos y por la "firmeza" de Kiev para repeler la invasión.

En su habitual discurso nocturno ha afirmado que "el enemigo comenzó este día con un asesinato deliberado y absolutamente premeditado de ucranianos en Zaporiyia. Un ataque con misiles contra un convoy civil de automóviles". "El Ejército ruso sabía dónde impactarían sus misiles. Los no humanos lo hicieron", añadió.

El presidente ha manifestado que los responsables "rendirán cuentas por cada vida ucraniana que se ha perdido". Según el diario francés Le Monde, no había presencia militar ucraniana y los proyectiles corresponden al modelo Iskander, un misil ruso de corto alcance y con una "precisión de cinco metros". 

Estas son algunas de las imágenes que ha dejado el ataque en la ciudad de Zaporiyia, uno de los territorios anexionados por Rusia tras la ocupación y la celebración de una consulta. Hasta la zona se han trasladado efectivos y especialistas para tratar a las víctimas.

Las labores de los servicios de emergencia y del Ejército ucraniano continúan todavía en el punto del ataque. Los medios del país han recogido que el bombardeo se produjo a las 7.30 de la mañana hora local. En ese momento, los vehículos humanitarios se disponían a salir de la ciudad en dirección a territorios bajo control ruso con la intención de recoger a familiares y proporcionar ayuda humanitaria. Este ataque se produce el día en el que Moscú firma la anexión a Rusia de los territorios ucranianos de Zaporiyia, Jersón, Donetsk y Lugansk, donde se llevó a cabo un referéndums sin garantías.