El actual secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, ha sido reelegido para continuar en su cargo en las elecciones celebradas este viernes en el Congreso del movimiento saharaui. Gali se enfrentaba Bachir Mustafa pero ha salido airoso tras lograr un 69% de los votos, es decir, 1.253 papeletas de un total de 2.097.

Gali, histórico guerrillero, exministro de Defensa y embajador tanto en Madrid como en Argel, partía como favorito en los comicios. El revalidado como secretario general de la formación para un tercer mandato dirige desde 2016 el Frente Polisario y ocupa, por ello, la presidencia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

En las elecciones celebradas este viernes en el marco del XVI Congreso, que se celebra desde hace una semana en el campamento de refugiados de Dajla, se ha producido un acontecimiento histórico. Y es que Mustafa ha roto la tradición de consensuar un candidato y se ha postulado como candidato.

Este Congreso es un encuentro decisivo para el futuro del Polisario, que ha aprobado intensificar la lucha armada contra Marruecos. En el cónclave se ha renovado también la Ley Fundamental por la que desde ahora será requisito obligatorio la "experiencia en combate" para ser candidato al líder del movimiento independentista.

"El pueblo saharaui está invitado a continuar su histórica lucha e intensificar la batalla contra el Estado ocupante marroquí, con todos los medios, incluido la lucha armada", declaró Gali en la inauguración de este Congreso.

Gali fue líder militar en la batalla de Janga, la primera contra el control colonial español en el Sáhara Occidental el 20 de mayo de 1973, y siempre ha defendido la "lucha armada" como un "paso obligatorio" para conseguir la independencia. El mismo año que salió elegido desafió la decisión de Marruecos de hacer una carretera en Guerguerat, paso fronterizo entre el Sáhara Occidental y Mauritania, y amenazó con responder con las armas.

Además, en noviembre 2020, tomó la decisión de romper el acuerdo de alto el fuego firmado con Rabat en 1991, después de una intervención del Ejército marroquí en un área desmilitarizada cercana a Guerguerat, y hoy su estrategia incide en acentuar la guerra contra Marruecos.