Este artículo se publicó hace 4 años.
BrexitEspañoles en Reino Unido y británicos en España: la misma tristeza por el brexit en ambos lados
Cerca de 180.000 españoles residen en la actualidad en Reino Unido y 600.000 británicos lo hacen en España. Así viven ambos las últimas horas antes de que Reino Unido abandone la UE esta medianoche.
Cristina Casero
Londres-Actualizado a
Los separan más de 2.000 kilómetros pero tienen mucho en común: hace años ambos decidieron trasladarse a otro país y ambos son radicalmente contrarios al brexit. Tanto, que les une una tercera cosa: la tristeza con la que están viviendo estas últimas horas antes de que se materialice la salida de Reino Unido de la UE.
Ana y Paul son sólo un ejemplo de lo que sienten hoy los españoles residentes en Reino Unido y los británicos que viven en España ante el acontecimiento histórico que tendrá lugar esta medianoche.
Ana Sánchez-Forner
Lleva 35 años en Reino Unido.
"Espero que no acaben culpando a los europeos de los problemas que va a traer el brexit".
Ana ya estará durmiendo cuando a las once de la noche (hora de las islas británicas) los partidarios del brexit celebren la salida de Reino Unido de la UE: "Me acostaré pronto y al día siguiente, como dicen aquí: ‘Carry on’; a seguir con la vida cotidiana. ¿Qué le vamos a hacer?", confiesa a Público desde su casa en Milton Keynes, a unos cien kilómetros al norte de Londres.
Ha llovido mucho -más aún aquí- desde que esta valenciana de 57 años llegó en 1985. Aquí tiene a sus dos hijos y "a mis mejores amigos". Es su hogar, aunque tras la celebración del referéndum del brexit, hace tres años y medio, ha tenido que escuchar comentarios que nunca antes le habían hecho: "Hubo gente que me preguntó si pensaba volver a mi hogar y yo les decía que por supuesto, que en cuanto cerrara a las cinco; después de tropecientos años pagando hipoteca, mi hogar está aquí".
Reconoce que estos días no lo está pasando muy bien: "Estoy un poco deprimida. Me asusta que haya gente que lo esté celebrando; que no se hayan dado cuenta todavía de que han metido a su país en un retroceso buscando un ideal basado en la nostalgia que tienen por un pasado que ni ellos mismos vivieron".
De hecho, Ana teme que esta noche la cosa no acabe bien: "Me produce bastante asco esa actitud tan arrogante que tienen los brexiters. Son como los abusones del colegio y temo que hostiguen a los partidario de la permanencia y acabe habiendo enfrentamientos". Y añade: "Solo espero que no acaben culpando a los europeos de los problemas que va a traer el brexit a la economía británica".
Sabe de lo que habla porque ayer mismo tuvo que cerrar su tienda de lanas después de ocho años regentándola: "Con la inestabilidad del Brexit, el cambio de divisas desfavorable para la libra y la amenaza de impuestos en artículos importados de la UE, he decidido cerrar y buscar otro trabajo".
Y ha tomado otra decisión. Hasta ahora no se lo había planteado pero ya ha iniciado los trámite para solicitar la nacionalidad británica. No se fía de lo que pueda pasar: "No quiero verme desamparada si cayese enferma, ni tampoco tener que meterme en un sistema carísimo de seguros privados de salud", cuenta.
Paul Oldroyd
Pensionista británico residente en Málaga.
"Sigo cabreado por las mentiras durante la campaña pero Reino Unido ha votado por esto y no hay más que hacer".
No es la primera vez que hablamos con Paul; el pasado mes de febrero este británico de 68 que se trasladó hace cuatro a Árchez -un pequeño pueblo en la sierra de Málaga- confesaba a Público sus temores ante la entonces todavía posibilidad de un brexit sin acuerdo: "Mi mujer está permanentemente deprimida por lo que está pasando. Estamos en un limbo. Nuestras vidas están aquí pero si la situación no se arregla, no nos quedaría más remedio que regresar".
Casi doce meses después de aquello -y diez desde la primera fecha señalada para la salida de Reino Unido de la UE- el momento ha llegado. Y no va a ser un día fácil para él: "No tenía ni idea de que iba a despertarme tan lleno de desesperación. Lloro por mi país", desvelaba a Público esta misma mañana.
Para Paul el brexit llegará a será ya medianoche y, como Rosa, él tampoco tiene previsto hacer nada especial: "Estoy cansado ya de esto y voy a ignorar todo lo que ocurra. No quiero ver a esos molestos brexiters celebrar la que creo que es la decisión más estúpida que han tomado los británicos desde la guerra".
¿También él se irá pronto a la cama? "Estaré triste junto a mis amigos de Facebook. Algunos de los que viven en la costa van a reunirse para un ‘velatorio", nos cuenta desde allí.
Más de tres años y medio después de la celebración del referéndum, Paul asegura que "sigo cabreado por las mentiras que la campaña a favor del brexit dijo pero Reino Unido ha votado por esto y no hay nada más que hacer".
Aunque está triste, reconoce que el acuerdo alcanzado entre Londres y Bruselas le ha hecho estar "más tranquilo ahora que sé que nuestras pensiones y la sanidad están protegidas". Razones suficiente para no tener que volver a pensar en hacer las maletas: "Parece que no será necesario, lo que me hace muy feliz. Por supuesto, me entristece que aquellos que están en Reino Unido y quieran trasladarse a España tras el período de transición vayan a encontrar más difícil hacerlo".
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