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Cambio climático El casquete polar ártico alcanza su segundo nivel más bajo

Con el calentamiento global, cada verano se derrite una porción mayor que no alcanza a recomponerse en el invierno, reduciendo cada vez más su extensión.

El deshielo en la Antártida y Groenlandia afecta a la variabilidad climática./ EFE
El deshielo en la Antártida y Groenlandia afecta a la variabilidad climática./ EFE

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El casquete polar ártico registró este verano boreal su segunda menor superficie desde que comenzaron los registros hace 42 años, según informaron científicos estadounidenses. Los satélites observan estas áreas con mucha precisión desde 1979, y la tendencia a la baja es clara.

El casquete polar ártico es la capa de hielo que se forma en el mar en esas altas latitudes y cada año, una parte se derrite en verano para volver a formarse en invierno. Pero con el calentamiento global, cada verano se derrite una porción mayor que no alcanza a recomponerse en el invierno, reduciendo cada vez más su superficie.

Este año, el hielo que cubre el océano Ártico ha alcanzado ya su extensión mínima anual, cifrada en 3,74 millones de kilómetros cuadrados, según el Centro Nacional de Nieve y Hielo (NSIDC por su sigla en inglés) de la Universidad de Colorado Boulder. 

"Ha sido un año loco en el norte, con el hielo marino casi en el nivel más bajo de la historia, olas de calor en Siberia y enormes incendios forestales", dijo Mark Serreze, su director del NSIDC.

Sin embargo, el récord de superficie helada más reducida sigue siendo el del año 2012. En comparación este año hay más hielo en el mar de Beaufort, pero menos en las regiones de Laptev y en el este de Groenlandia. En referencia a esto los científicos advierten que Groenlandia se está calentando dos veces más rápido que el resto del planeta.

En el Ártico la disminución del hielo empezó en 1996

El deshielo no contribuye directamente al aumento del nivel del mar, pues el hielo ya está en el agua. Pero lo hace en forma indirecta, porque cuanto menos hielo hay, los rayos solares se reflejan menos y son absorbidos en mayor medida por los océanos, aumentando su temperatura.

"Tiene un impacto en el sistema climático", dijo a la AFP Claire Parkinson, meteoróloga de la NASA, cuyos satélites miden el hielo en los polos. "La capa de hielo débil de este año está alineada con la tendencia de declive observada durante cuatro décadas", agregó.

La disminución de la capa de hielo ha sido notable durante varios años afectando en tierra, mar y glaciares, en el Ártico y en la Antártida, aunque el ritmo difiere de un lugar a otro.

En la Antártida se derritió rápidamente durante tres años hasta 2017, aunque se ha recuperado un poco en los últimos años. En el Ártico, la disminución empezó a ser más alarmante desde 1996. 

"Todos terminaremos expuestos a los efectos devastadores"

La disminución de la capa de hielo afecta directamente al ecosistema. Los osos dependen de la capa de hielo para atrapar focas y el modo de vida de los inuit en Groenlandia.

Pero "todos terminaremos expuestos a los efectos devastadores del cambio climático", advierte Laura Meller, de Greenpeace. "Cuando miro por la ventana [del barco], me cuesta recordar que estoy observando una emergencia climática en tiempo real", dijo a la AFP.

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