Este artículo se publicó hace 4 años.
CorbynEl Partido Laborista readmite a Corbyn tras suspenderle por antisemitismo
La admisión del exlíder irrita a las asociaciones judías que consideran esta decisión como "un paso atrás".
Londres-
El Partido Laborista británico decidió este martes readmitir a Jeremy Corbyn, anterior líder de la formación, tras haber suspendido su militancia a finales de octubre, al divulgarse un informe que denunciaba discriminaciones por antisemitismo durante su mandato, avanzaron medios británicos.
La formación le apartó asimismo del grupo parlamentario después de que Corbyn asegurara que la Comisión británica de Igualdad y Derechos Humanos, que elaboró el informe, había "exagerado" la magnitud del problema.
Tras reunirse este martes el grupo disciplinario del Comité Ejecutivo Nacional de la formación, fuentes del partido trasladaron a los medios la decisión de retirar la suspensión que se había impuesto el 29 de octubre, si bien aún no se conoce si se le impondrán otras sanciones.
Después de esa reunión, Corbyn expresó a la cadena BBC su agradecimiento a "los miles de militantes del Partido Laborista, miembros de los sindicatos y simpatizantes en el Reino Unido y todo el mundo" que le han "ofrecido su solidaridad" en las últimas semanas.
"Espero que este asunto quede resuelto tan pronto como sea posible para que el partido pueda trabajar unido en erradicar el antisemitismo y oponerse y derrotar a este dañino gobierno conservador", agregó.
La Comisión de Igualdad y Derechos Humanos concluyó tras una larga investigación que en el seno del Partido Laborista se produjeron "interferencias políticas" al lidiar con las quejas por antisemitismo durante el mandato de Corbyn (de septiembre de 2015 a abril de 2020). También comprobó que se cometió "acoso" contra aquellos que iniciaban esas quejas.
La Junta de Diputados de los Judíos Británicos, una organización que representa a la comunidad judía en el Reino Unido, consideró por su parte que la readmisión de Corbyn en el primer partido de la oposición es "un paso atrás".
"La montaña que debe escalar el laborismo para volverse a ganar la confianza de nuestra comunidad se acaba de hacer más alta", dijo su presidenta, Marie van der Zyl.
La diputada laborista judía Margaret Hodge criticó asimismo el paso, que calificó como el resultado de un mecanismo para lidiar con las quejas internas en el partido "opaco y disfuncional".
El secretario general del sindicato Unite, Len McCluskey, uno de los aliados más cercanos de Corbyn, consideró por su parte que la readmisión del antiguo líder es "correcta" y "justa".
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