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Coronavirus La pandemia del coronavirus golpea a la población negra de Estados Unidos

La covid-19 está golpeando a la minoría negra de Estados Unidos. En Washington, Mississippi, Luisiana o Georgia, más del 70 por ciento de las muertes son personas negras. Los expertos alertan de la carencia de datos y exigen medidas más contundentes para frenar los efectos entre las minorías más vulnerables

Una enfermera prepara una sala de quirófano en el Centro Médico de la Universidad de Mississippi en Jackson, Mississippi. Imagen de archivo. | Reuters
Una enfermera prepara una sala de quirófano en el Centro Médico de la Universidad de Mississippi en Jackson, Mississippi. Imagen de archivo. | Reuters

El 13,4% de la población de Estados Unidos (327 millones de personas) es de raza negra, sin embargo, los datos que se van conociendo de mortalidad por la covid-19 revelan que el coronavirus está causando estragos en esta comunidad.

En los tres Estados con mayor porcentaje de población negra, Mississippi (37%), Luisiana y Georgia (entre el 30 y el 32%), el 70% de las muertes por covid-19 son negros. Y lo mismo sucede con la capital del país, Washington: el 77% de las muertes Distrito de Columbia son afroamericanos, que representan, en cambio, el 46% del censo.

No son casos excepcionales, es la radiografía que se va conociendo a lo largo y ancho del país a medida que las autoridades locales o estatales van publicando datos de muertes por covid-19 disgregados por razas. El 29% de la ciudad de Chicago es negra, sin embargo esta comunidad sufre el 70% de los fallecimientos. En Nueva York, otro tanto: un 28% de las muertes son personas de esta minoría, que representan el 22% de la ciudad.

La directora del grupo de trabajo sobre salud de la Fundación Century, en Washington, Jamila Taylor, vincula estos datos con la "historia de racismo de Estados Unidos", una herencia que supone "un contexto negativo para la población afroamericana puesto que, de media, la población negra tiene más enfermedades crónicas y problemas de salud subyacentes como asma, diabetes, sobrepeso, hipertensión e incluso problemas mentales, que los hacen más vulnerables al coronavirus".

Otro de los efectos perniciosos de esta historia de racismo se hace patente en "la segregación residencial" que se da en Estados Unidos, asegura Taylor. "La población negra de Estados Unidos es la que tiene más probabilidad de vivir en la pobreza", añade, "por lo tanto es mucho más frecuente que estas familias vivan en los barrios con menos hospitales y centros sanitarios o sociales, y esto es especialmente grave en los Estados del sur, que es donde vive una mayoría de los negros estadounidenses".

"Otro factor que está afectando gravemente", abunda la experta de la Fundación Century, "es que los negros, en mucha mayor medida que el resto y debido al trabajo que suelen ocupar, están considerados trabajadores esenciales en esta pandemia".

Esto los convierte "en trabajadores que tienen que estar en primera línea, como cuidadores, cocineros, empleados de la agricultura o dependientes, por lo que están mucho más expuestos a un contagio, no tienen el privilegio ni la posibilidad de teletrabajar y a menudo, además, sus contratos no les permiten cogerse una baja laboral pagada".

"Todo ello forma la conjunción de factores perfecta para hacer de la población negra mucho más susceptible a la covid-19 que el resto. Incluso la distancia social y el aislamiento son un privilegio social. Hay muchísimas personas que sencillamente no lo pueden hacer", lamenta Taylor.

Taylor lideró el informe que la Fundación Century publicó en diciembre precisamente sobre racismo, desigualdad y salud en afroamericanos, que ofrece una radiografía con multitud datos sobre todos esos apartados. Por ejemplo, la tasa de personas sin seguro médico es casi el doble en los negros que en los blancos, el 40% de las personas sin hogar son negras o el hecho de que los diez municipios con las tasas más altas de inseguridad alimentaria tengan todos un 60% o más de población de afroamericanos.

Para arreglar las cosas, aquellos Estados que han bloqueado la ampliación del Obamacare (un programa de salud con fondos públicos) para cubrir a más personas se hallan precisamente en el centro y sur del país, justo donde vive la mayoría de la población negra de Estados Unidos.

"De este modo, en esos Estados viven muchos negros que ganan lo suficiente como para quedar excluidos de un seguro de salud público pero no lo bastante como para contratar uno privado", lamenta Taylor.

Así que los datos en cuanto a la población negra son malos y sólo son el inicio de lo que se va sabiendo. "Está habiendo muchos problemas con los datos, sobre cuántas personas han contraído el virus o fallecido por la covid-19 y el dato desagregado por razas a escala nacional", critica Taylor, que añade, junto a esto, que "la recogida de datos no está siendo uniforme en todos los Estados o ciudades".

"Si no tenemos datos exactos y actualizados de qué está pasando en todos los Estados y en la totalidad del país, no podremos adoptar las estrategias adecuadas para resolver los problemas, por eso hemos reclamado al Centro de Prevención y Control de Enfermedades que recabe mejores datos y más actualizados, por edad, por razas, por género, por Estado, y por supuesto que los haga públicos", explica la experta en salud de la Fundación Century.

El pasado martes, Ibram X. Kendi, director del Centro de Políticas e Investigación Antirracista de la Universidad de América, en Washington, lamentó en un artículo en The Atlantic que aunque al menos 29 Estados han publicado datos sobre casos confirmados positivos o mortalidad por coronavirus, "en el 38% de los 194.000 casos que estos 29 Estados han reportado hasta el 12 de abril, no se adjuntaron datos raciales".

En Georgia, por ejemplo, el Estado no indica en los balances públicos que realiza sobre la pandemia de la raza del 62% de los positivos por coronavirus. Kendi lamenta en su artículo que "demasiados estadounidenses están respondiendo a la pregunta [de por qué la covid-19 está afectando más a los negros] de la manera antigua y familiar. Culpan a la pobreza, pero se niegan a reconocer cómo el racismo distingue la pobreza de los negros de la de los blancos, y hace que la pobreza de los negros sea más vulnerable a un contagio letal". 

"Los americanos están culpando a los negros. Para explicar las disparidades en la tasa de mortalidad, demasiados políticos y comentaristas están notando que la gente negra tiene más condiciones médicas subyacentes pero, crucialmente, no están explicando por qué", denuncia Kendi que asegura que, incluso, "se culpa a las elecciones hechas por los negros, o a la pobreza, o a la obesidad, pero no al racismo". 

Jamila Taylor confía en que ahora que estos datos están sobre la mesa, el Congreso y el Senado los tomen en cuenta para incluir soluciones específicas en el cuarto paquete de ayudas que ambas cámaras están preparando sobre la pandemia, cuya aprobación se baraja para la primera o segunda semana de mayo.

Taylor explica que la Fundación Century ha reclamado "la eliminación de todos los copagos y que tanto los test como la atención médica por la covid-19 sean gratuitas y universales. El mayor reto son las pruebas", añade, "es absolutamente necesario que se amplíe la capacidad de hacer test de detección del coronavirus. La realidad ahora es que Estados Unidos no tiene la disponibilidad de realizar test a la mayoría de las personas".

La experta de la Fundación Century lamenta que los paquetes anteriores de ayudas hayan dado fondos millonarios a los hospitales privados sin exigir nada a cambio. "El enfoque que ha habido", lamenta, "es el de salvar a las grandes compañías y evitar que quiebren, lo mismo que se ha hecho con otros sectores económicos en vez de tomar medidas dirigidas a las personas. El próximo paquete de ayudas", concluye, "debería estar centrado en ese aspecto y en tratar de rescatar a los autónomos y las pequeñas empresas".

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