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Nasrin Sotoudeh El símbolo de la lucha de las mujeres en Irán Nasrin Sotoudeh celebra su cumpleaños en la cárcel

Amnistía Internacional recuerda que la abogada iraní cumple este jueves 30 de mayo su 56 aniversario y tendrá que celebrarlo en la prisión en la que cumple una condena de 38 años de cárcel y 148 latigazos, una de las penas más duras conocidas hasta la fecha.

La abogada iraní Nasrin Sotoudeh sonríe en su casa en Teherán en septiembre de 2013 | AFP/ Behrouz Mehri

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Nasrin Sotoudeh, relevante abogada iraní, cumple este jueves 30 de mayo su 56 aniversario y tendrá que celebrarlo en la prisión en la que cumple una condena de 38 años de cárcel y 148 latigazos, una de las penas más duras conocidas hasta la fecha contra activistas defensoras de los derechos humanos.

Aministía Internacional recuerda que la letrada, símbolo de la lucha de las mujeres en Irán, ha dedicado toda su vida a la defensa de los derechos humanos de militantes feministas, niños maltratados, menores amenazados por sentencias de muerte, periodistas independientes o mujeres que se oponen a las leyes obligatorias sobre el hiyab.

Coincidiendo con su cumpleaños, la organización ha convocado diversas movilizaciones en diferentes partes del mundo entre el 27 y el 31 de mayo para pedir apoyo para Sotoudeh, y el resto de los activistas encarcelados por el mismo motivo.

A su vez, han fijado el objetivo de conseguir un millón de firmas que sirvan para presionar a las autoridades iraníes y que libere de manera inmediata a las prisioneras y activistas. Hasta el momento se han conseguido más de 230.000 firmas en España a través de stoplatigazos.org.

La condena de Nasrin Sotoudeh

La activista fue detenida, encarcelada y recluida en régimen de aislamiento en 2010 bajo acusaciones de propaganda contra el Estado y conspiración contra la seguridad nacional. Fue maltratada y se mantuvo en huelga de hambre durante un mes. Tres años después de esa detención fue puesta en libertad. Libertad temporal, con la prohibición de ejercer su profesión, controlada y vigilada.

En 2018 volvió a ser detenida, acusada ahora de difusión de propaganda, desacato al "líder supremo" de la revolución iraní, Alía Jamenei. También la acusaron de "ser miembro de una organización de derechos humanos (sic)" y de avivar "la corrupción y la prostitución", seguramente por defender la libertad de las mujeres de usar o no el yihab.

Sotoudeh tiene, entre otros, los Premios Sajarov, PEN y Derechos Humanos de la Abogacía Española, pero no los pudo recoger porque no la dejaron salir de su país. Sigue encerrada en una cárcel iraní, de nuevo ilegítimamente, junto con miles de ciudadanos inocentes. Los 38 años de condena son la demostración de una realidad que no permite ni la disidencia ni el ejercicio de los derechos legítimos por los ciudadanos.

También están condenadas otras mujeres que ha defendido y a las que los gobernantes iraníes les niegan derechos fundamentales. Nasrin ha sido condenada por defender los derechos fundamentales, en juicios sin garantías procesales y sin poder ejercer su defensa, por un poder judicial designado y sometido al poder político.

Amnistía Internacional recuerda el silencio de los Gobiernos de la Unión Europea, de las organizaciones internacionales, de las organizaciones progresistas de mujeres, de los órganos internacionales de abogados, de los defensores de los derechos humanos y reclama la liberación de Nasrin antes de que sea demasiado tarde.

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