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Un combatiente saharaui herido en las dos guerras contra Marruecos: "Ahora me atacó un dron, esa es la gran diferencia"
Mohamed Fadel asegura que fue herido de gravedad el pasado abril por un dron marroquí, en el mismo ataque que mató al jefe de la Gendarmería saharaui. Marruecos guarda silencio sobre el uso de estos aparatos no tripulados que se han convertido en la obses
Jairo Vargas Martín
Enviado Especial A Los Campamentos De Refugiados Saharauis En Tinduf (Argelia)-Actualizado a
Mohamed Fadel puede decir que ha sentido en carne propia los cambios entre las dos guerras contra Marruecos en las que ha resultado herido. La primera fue en 1985, cuando un obús le alcanzó en un brazo. Pero se recuperó y volvió al frente enseguida. La segunda vez fue el paso abril, y "ha sido más grave", dice mostrando las marcas que guarda bajo su guerrera militar.
Quemaduras en cara, manos y brazos, dos cicatrices del tamaño de una moneda en su costado derecho y una incisión de más de un palmo que le atraviesa la mitad del vientre. "Tuvieron que abrirme para poder sacar los tres trozos de metralla que tenía alojados. He tardado tres meses en recuperarme del todo", explica en un perfecto castellano. "Fue un ataque con dron. Esa es ahora la gran diferencia", insiste este curtido combatiente saharaui de 64 años.
Pero a Mundi, como lo conocen todos en los campamentos de refugiados de Tinduf, Argelia, no le gusta que se hable de dos guerras diferentes. Esta, dice, la que el Frente Polisario declaró el pasado 13 de noviembre después de 30 años de alto el fuego, "es solo una continuación de la anterior", la que comenzó en el 75, tras la ocupación militar del antiguo Sáhara español por parte de Marruecos. "El enemigo es el mismo y el objetivo es el mismo: el referéndum que no se ha celebrado y la independencia del Sáhara. Lo único que ha cambiado son los medios, la tecnología", explica el militar saharaui a la sombra de una jaima del campamento de refugiados de Bojador.
"Ni se ven ni se oyen, pero están ahí y atacan en cualquier momento"
Los drones marroquíes son la peor pesadilla en esta nueva etapa de hostilidades, explican todos los combatientes saharauis entrevistados por Público durante el viaje a los campamentos que organizó el Polisario la pasada semana.
"Ni se ven ni se oyen, pero están ahí y atacan en cualquier momento", insiste Mundi, aunque por el momento no han mostrado ninguna prueba documental que certifique la presencia de drones armados o de vigilancia. Las dos partes se acusan de utilizarlos, aunque ambas lo niegan, según el último informe del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, sobre este conflicto.
Una obsesión casi paranoica
Después de cada ataque saharaui contra el muro defensivo construido por Marruecos, todas las miradas se ponen en el cielo. Los drones se sienten cerca casi siempre, aunque no estén ahí, como una obsesión casi paranoica. Una de las principales directrices militares del Polisario es alejarse de los coches cuando paran, porque son su principal objetivo. Cuando creen que un dron anda a la zaga, los viejos vehículos saharauis se disgregan, se detienen y la unidad que iba a bordo sale huyendo a la carrera.
Marruecos ha acorado la compra de drones armados de fabricación turca, según 'Reuters'
Estos aparatos no tripulados configuran buena parte de la guerra moderna y han sido decisivos en los recientes conflictos. Uno de los más recientes, por ejemplo, es la toma de Nagorno Karabaj el pasado año por parte de las tropas azerbaiyanas. Vencieron a los armenios sin desplegar prácticamente soldados en el frente gracias a los drones de fabricación turca, recuerda la experta en comercio de armas Tica Font, del Centro Delàs de Estudios por la Paz.
Font incide en que Turquía, principal aliado de Azerbaiyán en el conflicto, es de los pocos países que fabrican y venden drones capaces de cargar y disparar misiles, junto a Estados Unidos, principal proveedor militar de Rabat, seguido de Francia y de España.
Precisamente, según ha desvelado recientemente Reuters, Turquía ha ampliado la venta de drones armados a Marruecos. En concreto, varias fuentes citadas por la agencia británica hablan de solicitudes de compra desde Rabat del modelo Bayraktar TB2, de los que ya habría recibido un primer lote solicitado en mayo.
Bombardeo a pleno día
Aunque eso fue dos meses después del ataque del que habla Mundi. Según explica, el bombardeo que le hirió fue el 11 de abril. "En pleno día, a las cuatro de la tarde. Estábamos cerca del muro, acabábamos de realizar una operación contra una base marroquí y ellos respondieron. Primero con artillería y, después, cuando estábamos alejándonos, nos fue siguiendo un dron", describe.
Su vehículo paró y sus tres compañeros siguieron las reglas de dispersarse, pero a Mundi no le dio tiempo a ponerse a salvo. "El misil cayó muy cerca del coche y yo estaba a la altura de la rueda delantera", recuerda. Afirma que esa tarde pudo ver uno de los aparatos en el aire, aunque no lo vio disparar. Cree que tuvo que haber más de uno, "porque se lanzaron ocho o nueve misiles, y eso no puede cargarlo un solo dron", sostiene.
En ese bombardeo marroquí, explica Mundi, murió el considerado jefe de la Gendarmería Saharaui, Adah el Bendir, de 61 años, un gran experto estratega militar en ingeniería y combate. El Polisario reconoció la importante baja. Marruecos, por su parte, optó por su táctica más efectiva desde que volvieron las hostilidades: el silencio y la indiferencia. Solo el portal de noticias alauí Le Desk informaba de que un dron modelo Harfang, de fabricación israelí, había participado en el ataque contra El Bendir. Marruecos no quiso siquiera apuntarse el tanto en una guerra que para Rabat no existe.
Sin embargo, la experta del Centre Delàs advierte de que la mayoría de los drones que se comercializan son de vigilancia y seguimiento, y que no es necesario que carguen con armamento para atacar un objetivo. "Muchos llevan incorporados todo tipo de radares y sensores y envía información a un ordenador central. Con eso datos, se puede abrir fuego con precisión desde cualquier plataforma, ya sea un buque, un avión o una unidad terrestre. A decenas de kilómetros del objetivo", describe Font.
Esa la versión de Le Desk sobre el ataque que hirió a Mundi y que mató a El Bendir. Según este portal marroquí, el dron señaló mediante láser la diana y un caza F-16 lanzó los proyectiles.
"No nos dan miedo, porque con miedo no se hace nada en la guerra. Pero sí hay mucha incertidumbre, mucha inquietud y tensión", afirma después de 46 años como militar del ejército popular saharaui.
Mundi confía en que tarde o temprano darán con la fórmula de detectar y derribar los aparatos marroquíes. "Aprendimos a combatirles cuando levantaron el muro, aprendimos a derribar sus aviones y aprendimos a capturar sus blindados", asegura. "Estamos empezando todavía. De momento usamos una táctica de desgaste. Atacamos bases y nos retiramos. En los 80 también empezamos así cuando construyeron el muro. Hasta el 84 no realizamos ataques de gran envergadura. La guerra tiene sus tiempos", dice. Esta ya dura más de 40 años.
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