Este artículo se publicó hace 13 años.
EEUU mata a Osama Bin Laden
El presidente de EEUU anuncia la muerte del terrorista más buscado desde los atentados del 11 de septiembre en Nueva York
"EEUU ha liderado una operación en la que ha muerto Osama Bin Laden, líder de Al Qaeda". Así lo anunció la pasada noche el presidente de EEUU, Barack Obama, en un mensaje oficial desde la Casa Blanca difundido por todas las cadenas de televisión del país.
Casi diez años después de los atentados del 11-S, una operación de los comandos especiales acabó con la vida del arquitecto del peor ataque terrorista ocurrido en suelo estadounidense, refugiado en Pakistán.
Obama, sin embargo, no dio muchos detalles de la operación. "El pasado agosto me informaron de una pista sobre el paradero de Bin Laden", dijo el presidente, "oculto en una casa" en Pakistán, en el distrito de Abbotabad, a unos 60 kilométros de la capital, Islamabad. Finalmente después de meses de planificación y dudas, decidió ayer dar la orden final y autorizó la actuación de "un pequeño equipo" con la misión de detener al líder de Al Qaeda.
Los miembros de las fuerzas especiales descendieron de un helicóptero hasta el escondite de Bin Laden, acabaron con su vida de un tiro en la cabeza "y se hicieron con su cadáver", explicó el presidente, que aseguró: "Se ha hecho justicia".
Poco después de la operación, EEUU confirmó que el cadáver de Bin Laden fue trasladado a Afganistán en helicóptero. Allí fue reconocido y se le practicaron pruebas de ADN y posteriormente fue sepultado en el mar, "respetando los ritos musulmanes". La Casa Blanca no ha dado ningún tipo de información sobre la localización.
La operación, según Obama, se empezó a gestar el verano pasado En su breve alocución desde la Casa Blanca, el presidente recordó las heridas dejadas por los ataques terroristas, "los niños que crecieron sin sus madres", "las sillas vacías en las cenas" y las casi tres mil victimas mortales de Nueva York, Washington y Pensilvania. El mandatario también recordó los momentos de "unidad" que se vivieron entonces, hace algo menos de una década.
Mientras Obama hablaba, en el exterior de la Casa Blanca se congregaban espontáneamente centenares de ciudadanos, con banderas estadounidenses y entonando lemas patrióticos y el himno nacional, para celebrar la muerte del enemigo número uno de EEUU.
Obama se adjudica una importante victoria diplomática, militar y moral en un país todavía traumatizado por los eventos, un logro que no consiguió su predecesor, George Bush.
"Ya dije que intervendría en Pakistán en el caso de hallar el paradero de Bin Laden"A medida que ha ido avanzando el día se ha comprobado que la detención de Bin Laden no era una opción para el comando estadounidense: "La misión era matar a Bin Laden, no capturarlo", ha explicado un miembro de los servicios secretos de EEUU a la agencia Reuters.
Y aunque no con estas palabras, Obama tampoco daba lugar a muchas dudas en su discurso. "Ya especifiqué que intervendría en Pakistán en el caso de hallar el paradero de Bin Laden", dijo el presidente.
Al llegar a la Casa Blanca, enfatizó el presidente demócrata, "hice de la captura de Bin Laden el objetivo principal" de las operaciones estadounidenses en Afganistán. "Estados Unidos puede hacer lo que se propone, una vez que toma la decisión de hacerlo", insistió.
La operación no contaba con el visto bueno de Pakistán, con quien según los medios estadounidenses, la Casa Blanca no se había comunicado. No obstante, Obama insistió en su discurso en que "ha sido la cooperación antiterrorista entre los dos países", la que ha permitido acabar con el cerebro de los atentados del 11-S. Palabras que quizá sólo vayan dedicadas a calmar las posibles críticas por una operación de este tipo en otro país. Aunque también se abren muchos interrogantes.
EEUU tendrá que preguntar a Pakistán cómo Bin Laden llegó a vivir en una casa a 60 kilómetros de IslamabadDesde hace años se especulaba con la posibilidad de que Bin Laden se estuviera escondiendo en la frontera montañosa entre Afganistán y Pakistán, donde se han concentrado en los últimos meses la mayoría de ataques de EEUU con los aviones no tripulados.
Sin embargo, su refugio final resultó estar en el centro de una ciudad a escasos kilómetros de Islamabad, en la que se encuentra el principal centro de entrenamiento militar pakistaní. EEUU ha acusado a Pakistán de no hacer lo suficiente en la lucha antiterrorista y habrá que esperar más críticas.
View A map that raises questions in a larger mapSatisfacción y cautela
Pakistán ha preferido no comentar cómo había podido llegar Bin Laden a vivir allí ni ha criticado la operación estadounidense y ha optado por apuntarse algunos méritos. "No permitiremos que nuestro territorio sea utilizado para preparar ataques terroristas contra otras naciones. Creo que es una gran victoria, un éxito y envío mis felicitaciones", dijo el primer ministro Yousuf Raza Gilani.
Pakistán no ha criticado la operación de EEUU y se ha apuntado algún méritoSegún el ministro de Exteriores pakistaní, "la muerte de Osama Bin Laden muestra el compromiso de la comunidad internacional, incluido Pakistán, en luchar y eliminar el terrorismo".
Por su parte, el presidente afgano, Hamid Karzai, tampoco ha querido hacer más sangre a la deteriorada relación entre ambos países, después de que se conociera que la inteligencia pakistaní habría participado en el adiestramiento de los talibanes para atentar en Afganistán.
Karzai se limitó a llamar a los insurgentes a dejar las armas: "¿Le ha servido de algo a Osama morir así, en lugar de hacerlo con honor? Pido a los talibanes que aprendan la lección de la muerte de Osama bin Laden y abandonen la lucha", dijo en una intervención recogida por EFE.
Alerta en todo el mundoEl presidente estadounidense aseguró que las medidas de seguridad deberían aumentar en los próximos días por la posibilidad de que Al Qaeda reaccione de manera violenta a la muerte de su líder. "Debemos seguir, y seguiremos vigilantes, en EEUU y en el exterior", dijo Obama, para quien "no cabe duda de que Al Qaeda seguirá intentando atacarnos".
"Debemos seguir vigilantes. No cabe duda de que Al Qaeda seguirá intentando atacarnos". La Casa Blanca ha dejado saber que todos los edificios e instalaciones oficiales de EEUU, tanto en su territorio como en el exterior, se encuentran en alerta máxima, ante el temor a posibles represalias. Y no sólo EEUU ha aumentado sus niveles de alerta, sino que la noticia ha provocado la reacción en cadena de todo el mundo.
Las amenazas no han tardado mucho en llegar: "la administración pakistaní, elpresidente Zardari y el Ejército serán nuestros objetivos principales. America será nuestro segundo objetivo", dijo Ehsanullah Ehsan, un portavoz del Movimiento Talibán pakistaní.
Para la mayor parte del mundo islámico, la noticia de hoy puede suponer un respiro, ya que la muerte de Bin Laden podría rebajar la constante sombra del fundamentalismo y el terrorismo. Pero también ha habido críticas: Hamás, en un comunicado, le ha catalogado como un "guerrero santo", mientras que desde Irán, el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional, Alaeddin Boroujerdi, dijo que "EEUU utilizó la excusa de Al Qaeda para invadir Afganistán".
La noticia de la muerte y captura de Osama Bin Laden era la más esperada por los servicios secretos y el Gobierno estadounidense desde los atentados del 11 de septiembre, que acabaron con la vida de 3.000 personas. Aquel ataque en el corazón de Nueva York significó un punto de inflexión en la historia mundial con el expresidente George Bush poniendo en marcha su particular Guerra contra el terror.
La primera reacción fue atacar Afganistán, un conflicto que sigue vivo hoy y que se ha contagiado al vecino Pakistán, donde fue asesinado Bin Laden. En 2003, los bombardeos se extendieron hasta Irak en busca de las armas de destrucción masiva que nunca aparecieron.
La que se cierra hoy ha sido la década de Bin Laden y los atentados terroristas masivos, pero también la de Guantánamo y Abu Ghraib. El terrorista más buscado, con sus ataques a Occidente, hizo que EEUU legitimara todas sus acciones con la excusa de la lucha contra el terrorismo.
Será interesante comprobar si, la muerte del líder de Al Qaeda, marca también el inicio de una etapa basada en el respeto de los derechos humanos.
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