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Egipto vota la reforma de la Constitución que blinda el mandato de Al Sisi

Las enmiendas constitucionales que los egipcios han votado en los últimos tres días garantizarían a Abdel Fattah al Sisi muchos años de gobierno. El presidente egipcio podrá continuar con su política interior basada en la represión de los islamistas y en la liberalización de la economía.

Dos hombres frente a un cartel del presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi días antes del referéndum para reformar la Constitución. / REUTERS - MOHAMED ABD EL GHANY

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

Los egipcios han votado desde el sábado hasta el lunes una reforma de la Constitución que refuerza al presidente Abdel Fattah al Sisi como garante de la “estabilidad, la seguridad y el crecimiento” del país, en una consulta cortada a su medida y que le permitirá seguir al frente de Egipto por los menos hasta 2030.

Los resultados del referéndum se conocerán oficialmente en los próximos días, pero nadie duda de que Al Sisi podrá seguir adelante con los planes que inició cuando dio el golpe de estado en 2013 y que en política interior se fundamentan en la persecución de los islamistas y en el relanzamiento de la economía.

Los críticos le reprochan que las enmiendas a la Constitución actual le permitirán crear una Constitución similar a la de 1971, que garantizaba el poder eterno de Hosni Mubarak, que fue apartado por las masivas protestas populares que se iniciaron el 25 de enero de 2011.

El segundo mandato de Al Sisi, de cuatro años, tenía que concluir en 2022, pero se extenderá hasta 2024, ya que una de las enmiendas prevé que los mandatos presidenciales duren seis años. Además, se hará una excepción con el actual presidente para permitirle un tercer mandato, de manera que podrá seguir como presidente hasta 2030.

Sus detractores creen que del mismo modo que Al Sisi ha reformado ahora la Constitución, la podrá reformar por segunda vez más adelante, mediante otro referéndum, haciendo que sus mandatos vayan más allá de 2030, es decir que Al Sisi, que ahora tiene 64 años, se podría eternizar en el poder indefinidamente.

 El segundo mandato de Al Sisi tenía que concluir en 2022

Las enmiendas le permitirán elegir a los magistrados y también a los fiscales. Prevén así mismo que se reserven cupos para las minorías en el parlamento, incluidas las mujeres y los cristianos, así como otras reformas de menor calado, como la creación de un Senado de 300 miembros, de los que Al Sisi nombrará a cien, reformas que Al Sisi ha conseguido introducir con el respaldo de una mayoría casi completa del parlamento.

El gobierno de Al Sisi se ha caracterizado por una fuerte represión política que las autoridades consideran imprescindible para consolidar la estabilidad interna. La represión se dirige especialmente contra los islamistas, pero también contra otros opositores. Decenas de miles de presos llenan las cárceles por sus ideas o por no aceptar el golpe de 2014.

Mientras que los parlamentarios islamistas salafistas votaron a favor de las reformas constitucionales propuestas por Al Sisi, debido a que se trata de salafistas esencialmente apolíticos, los miembros de los Hermanos Musulmanes, que representan el islam político, son perseguidos sin descanso.

Decenas de personas mostraban banderas nacionales y fotografías del actual presidente egiptcio, Abdelfatah al Sisi, a su salida de un colegio electoral durante la última jornada de votaciones para las elecciones presidenciales. Mohamed Hossam (EFE)

Decenas de personas mostraban banderas nacionales y fotografías del actual presidente egiptcio, Al Sisi, durante la última jornada de votaciones para las elecciones presidenciales en 2014. / EFE

Las enmiendas le permitirán elegir a los magistrados y también a los fiscales 

En cuanto a la economía, Egipto está viviendo una época de gran inflación y un acusado incremento de los precios de los productos básicos. La libra egipcia se devaluó un 48% en 2016 y desde entonces los subsidios a la electricidad y la gasolina se han ido reduciendo drásticamente, lo que ha repercutido gravemente en el poder adquisitivo de la población más humilde.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) exige a Egipto una serie de duras reformas económicas para concederle un préstamo de 12.000 millones de dólares. Está previsto que los subsidios a la gasolina se eliminen completamente el próximo mes de junio y que los precios experimenten un incremento aún mayor automáticamente.

El plan estratégico que ha elaborado el gobierno contempla un notable crecimiento de la economía en los próximos años, unas expectativas muy favorables que confirman los estudios realizados por el FMI. No obstante, algunos economistas han señalado que el crecimiento de los indicadores macroeconómicos no repercutirá en la gente corriente durante un periodo de varios años, debido a que también está previsto un encarecimiento de los precios.

Las relaciones exteriores de Al Sisi están basadas en un entendimiento tácito con Israel que le garantiza unas buenas relaciones con Estados Unidos. Hace solo unos días Al Sisi se reunió en Washington con el presidente Donald Trump y, según se ha publicado este fin de semana, consiguió que la península del Sinaí no entre dentro del paquete del “acuerdo del siglo” entre Israel y los palestinos que inicialmente preveía que una parte de la península se la quedaran los palestinos.

Las relaciones también son cálidas con Rusia, que se ha comprometido a realizar inversiones en infraestructuras, pero frías con la Unión Europea. De todas maneras, los países europeos han suavizado las relaciones con Egipto en los últimos años y cada día son más fluidas.

El reciente golpe de timón en el vecino Sudán, con la destitución del presidente Omar al Bashir el 11 de abril, ha hecho que Al Sisi se haya olvidado de su amistad con Al Bashir y haya emitido un comunicado en el que apoya al pueblo sudanés y hace votos por una “transición pacífica”. De hecho, las relaciones con Al Bashir no estaban exentas de roces. El expresidente sudanés apoyaba la construcción de un gran embalse en el Nilo en Etiopía, una obra que El Cairo ve como una amenaza existencial.

El futuro de Egipto está más ligado que nunca a Al Sisi. Con la reforma constitucional, el presidente ha alejado todos los fantasmas que tenía en el camino y podrá continuar con las políticas internas que viene aplicando desde 2014 sin ningún tipo de oposición.

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