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El Ejército ucraniano avanza en Zaporiyia e intenta abrir una brecha hacia el mar de Azov

La contraofensiva ucraniana ha comenzado un "asalto frontal" contra la línea defensiva rusa de la región de Zaporiyia, que podría servir de golpe de timón para desencallar la guerra.

Un militar ucraniano inspecciona un tanque ruso destruido en la recuperada Novodarivka, en la región de Zaporiyia a 21 de julio de 2023
Un militar ucraniano inspecciona un tanque ruso destruido en la recuperada Novodarivka, en la región de Zaporiyia a 21 de julio de 2023. Stringer / Reuters

La captura de un importante puesto avanzado ruso, Staromaiorske, en Zaporiyia y el despliegue en esta región de miles de efectivos ucranianos entrenados en Occidente pueden servir de ariete para lograr dos de los objetivos de la contraofensiva de Kiev: alcanzar el mar de Azov y partir en dos el territorio ocupado por el Ejército ruso en Ucrania desde febrero de 2022.

La contraofensiva lanzada por Ucrania a principios de junio contra las fuerzas rusas atrincheradas en el este del país podría estar a punto de dar un viraje que justifique la esperanza y el dinero que en ella han puesto los países occidentales patrocinadores con armas de la lucha de Kiev contra los invasores rusos.

Si hasta ahora había sido un tanto decepcionante ese cacareado contraataque ucraniano, para el que se mandaron a Ucrania las mejores armas de Occidente y se suministró toda la logística e inteligencia de los países de la OTAN, los movimientos del Ejército de Kiev que se están produciendo esta semana podrían apuntar al comienzo de una nueva etapa en la guerra.

Según han reconocido blogueros militares rusos, poco sospechosos de simpatizar con Kiev, la pérdida de Staromaiorske es un duro golpe para las fuerzas rusas, pues constituía uno de los bastiones de la línea defensiva de más de un millar de kilómetros con las que Rusia ha blindado los territorios ocupados desde su invasión de Ucrania en febrero de 2022.

Nuevas tropas ucranianas entrenadas por Occidente

Al tiempo, según fuentes del Pentágono citadas por medios de prensa estadounidenses, el Ejército ucraniano ha desplegado más al sur miles de efectivos en la zona de Orijiv, una aldea fuertemente defendida por los rusos y que fue uno de los primeros objetivos de la contraofensiva hace casi dos meses.

Tales fuerzas están compuestas por reservistas preparados en algunos de los países europeos aliados de Ucrania y su meta es tomar la cercana aldea de Robotyne y, a continuación, el pueblo de Tokmak.

Las fuerzas desplegadas en Orijiv son reservistas preparados en algunos de los países europeos aliados de Ucrania

Si el Ejército ucraniano rebasara estos puntos clave de las defensas rusas, tendría el camino casi expedito hacia las costas del mar de Azov y podría partir en dos el corredor conquistado por Rusia y que une el Donbás, en el nordeste, y la península de Crimea, en el sur.

Según esas fuentes, las unidades ucranianas estarían tanteando la resistencia de las defensas rusas en torno a Robotyne para lanzar un asalto masivo de esas posiciones.

¿Nueva fase de la contraofensiva ucraniana?

Funcionarios de Defensa estadounidenses han asegurado que, efectivamente, ya está en marcha un nuevo "impulso" de la contraofensiva ucraniana, aunque no ha habido confirmación de Kiev al respecto y el Kremlin afirma que, por el contrario, todos los intentos ucranianos de romper las líneas de defensa rusas se han saldado con el fracaso y con numerosas bajas.

No obstante, esta semana el propio presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció que los ataques ucranianos se han intensificado "de forma significativa".

Y el líder paramilitar prorruso de esa zona de Ucrania, Alexandr Jodakovsky, reconoció que, efectivamente, los ucranianos habían estado bombardeando Staromaiorske durante varios días y habían obtenido sus frutos.

"Un intenso asalto frontal" en Zaporiyia

En este sentido, el Instituto para el Estudio de la Guerra, un equipo de análisis estadounidense que ha conseguido un notable prestigio en el examen de los acontecimientos bélicos de esta contienda, ha indicado que ha comenzado ya "un intenso asalto frontal" hacia Robotyne, a unos diez kilómetros de Orijiv.

Los blogueros militares rusos han confirmado con sus informes provenientes de militares que sirven en el frente que las fuerzas ucranianas han bombardeado los suburbios orientales y septentrionales de Robotyne, donde, según el Ministerio ruso de Defensa, tales ataques habrían sido rechazados.

El punto de mira, Melitopol y Berdiansk. Si Ucrania tomara Robotyne y Tokmak, el camino a Melitopol estaría despejado y se habría dado un paso determinante en la guerra

El punto de mira de estas acciones ucranianas está puesta sobre las ciudades ocupadas de Melitopol y Berdiansk, como indicó la ministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar. Si el Ejército ucraniano tomara Robotyne y Tokmak, el camino a Melitopol estaría despejado y se habría dado un paso determinante en la guerra.

El siguiente objetivo sería más importante y su consecución supondría una victoria de grandes proporciones: la toma de Mariúpol, uno de los principales puertos del Mar Negro.

Además, según Maliar, las fuerzas ucranianas están "avanzando gradualmente" también por el sur de Bajmut, la ciudad que fue capturada por los rusos en mayo pasado tras meses de encarnizada resistencia por parte de los soldados ucranianos. Bajmut está a unos 160 kilómetros de Staromaiorske.

Más misiles de largo alcance

Ahora la duda reside en si las fuerzas ucranianas podrán mantener ese impulso del que hablan las fuentes del Pentágono o si sufrirán las pérdidas que tuvieron ya al comienzo de la contraofensiva. De momento, la calidad y cantidad de las armas suministradas por Occidente desde que empezó la guerra no han inclinado la balanza a favor de la victoria ucraniana.

En aquel entonces, los ucranianos perdieron parte de los carros de combate y otros blindados utilizados para intentar abrir una brecha en las posiciones rusas. El intenso fuego artillero ruso y los campos sembrados de hileras de minas se combinaron en un muro imposible de rebasar por los ucranianos.

En dos semanas, vieron reducido a chatarra el 20% de esos pertrechos militares despachados por Occidente para la ofensiva.

El propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, señaló hace una semana que la única forma que Ucrania tenía de igualar a las armas y soldados rusos desplegados al otro lado de la línea del frente era machacando con artillería y misiles de largo alcance las posiciones rusas.

"Las armas de la OTAN son mejores que las rusas, pero tenemos menos. Y si no son tantas, al menos deberíamos tener un equilibrio en las de largo alcance. Nos faltan armas de este tipo", aseveró Zelenski en el Foro de Seguridad de Aspen.

Según el comandante de las fuerzas de misiles, artillería y sistemas a control remoto de Ucrania, coronel Serhiy Baránov, han sido los ataques ucranianos lanzados con cohetes occidentales de largo alcance y alta precisión los responsables de un 90% de las bajas rusas.

Con esos golpes contundentes, explicó Baránov, "los rusos no tienen la capacidad para llevar a cabo contraataques efectivos de artillería".

Sin embargo, en Estados Unidos, de donde han partido buena parte de los misiles de crucero proporcionados a los ucranianos, hay muchos recelos sobre el incremento del suministro a Ucrania de estos valiosos y precisos sistemas de armamento.

Los ucranianos quieren ATACMS, con un rango de 300 km

En concreto, los ucranianos reclaman los ATACMS, el Army Tactical Missile System, cuyos misiles de crucero tienen un alcance de hasta 300 kilómetros. Sin embargo, hay muchos hándicaps para el suministro a Ucrania de este tipo de armamento y la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, se muestra muy reacia a la entrega.

Por una parte, su producción está limitada a 500 misiles al año y son muchos los compradores en el exterior de este sistema. Además, es uno de los sistemas claves de la defensa estadounidense, desde la península de Corea al Mediterráneo y Oriente Medio. Se podría producir un desabastecimiento muy peligroso para la geopolítica de Washington.

Por el momento, los ucranianos se tienen que conformar con los misiles Storm Shadow que les han proporcionado Francia y Reino Unido. El alcance es de 200 kilómetros. El pasado 19 de julio se emplearon contra Crimea, por ejemplo, y eso tampoco gusta en la Casa Blanca.

EEUU se muestra muy reacio a la entrega de Army Tactical Missile System. Teme que se puedan usar fuera de las fronteras de Ucrania

El temor estadounidense es que el ATACMS se utilice contra blancos fuera de la zona de guerra, es decir, contra la Federación Rusa. El lanzamiento de drones con explosivos incluso contra Moscú apunta a que, una vez en manos ucranianas, ya sería muy difícil discernir los blancos de esos misiles. "Como cuestión general, no apoyamos los ataques dentro de Rusia", ha subrayado la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

Derecho a atacar territorio ruso

Ucrania quiere atacar también territorio ruso. Y la ha respaldado esta semana el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell. El jefe de la diplomacia europea reclamó el derecho de Ucrania a atacar a Rusia fuera de los límites del territorio ucraniano.

"No entiendo muy bien esa discusión de que Ucrania puede defenderse, pero solo en los límites de su territorio. Ucrania puede defenderse y si pudiera destruir todas las bases desde las que se les bombardea, pues lo haría", dijo Borrell en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Borrell es uno de los principales defensores dentro de la UE de armar más si cabe a Kiev para resolver la actual crisis en el campo de batalla, con la derrota total de Moscú.

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