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Emilio Lozoya Por qué México pide la extradición del exdirector de Petróleos Mexicanos detenido en Málaga

Emilio Lozoya fue detenido el pasado 12 de febrero. Le acusan de asociación delictuosa, cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

12/02/2020.- Fotografía facilitada por el Ministerio del Interior de Emilio Lozoya (c), exdirector de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), tras ser detenido este miércoles en Málaga tras llevar meses prófugo de la justicia y contar con una orden de cap
Fotografía facilitada por el Ministerio del Interior de Emilio Lozoya tras ser detenido en Málaga. EFE/Interior

En 2014 fue nombrado Ejecutivo petrolero del año; hoy, sus ojos aparecen tapados por una cintilla negra en las imágenes de los medios y la Fiscalía se refiere a él como "Emilio L", medidas necesarias para preservar su presunción de inocencia.

Emilio Lozoya, el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex) entre 2012 y 2016, fue detenido el pasado 12 de febrero en Málaga. Le acusan de asociación delictuosa, cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Según medios nacionales que aseguran haber tenido acceso a la carpeta de investigación de la Fiscalía General de la República, se le imputan cargos por dos casos de presuntos cobros de comisiones cuando era funcionario público y el presunto blanqueo de ese dinero en la compra de inmuebles.

El primero tiene que ver con el de la constructora brasileña Odebrecht, el "mayor caso de sobornos extranjeros de la historia", según el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Lozoya es el primer político detenido por este caso en México.

La Fiscalía le imputa el cobro un total de 9,15 millones de dólares de sobornos de la brasileña entre 2012 y 2014, presuntamente a cambio de contratos con Pemex. Con este dinero, Lozoya supuestamente compró, a través de su esposa, una casa en el estado de Guerrero, ubicado en la costa del Pacífico.

El segundo hace referencia a 3,4 millones de dólares pagados por la compañía Altos Hornos de México en 2012, también presuntamente a cambio de que Lozoya le concediera contratos con la petrolera cuando asumiera el cargo directivo. Esta cantidad la invirtió en una casa en Las Lomas, uno de los barrios más exclusivos de la Ciudad de México.

Dos años después, Pemex adquiría a Altos Hornos una planta de fertilizantes por 275 millones de dólares. La fábrica llevaba 14 años sin operar. En México, se conoce como la planta chatarra. Se invirtieron 285 millones de dólares para su rehabilitación, que con el tiempo se elevaron a 760. El dueño de Altos Hornos de México, Alonso Ancira, fue detenido el 28 de mayo en Palma de Mallorca por este caso. Y, al igual que Lozoya, permanece en España a la espera de ser extraditado a México.

Astillero en Galicia

La Secretaría de Hacienda está preparando dos denuncias más contra Emilio Lozoya. Una de ellas tiene que ver con la compra del astillero Hijos de J. Barreras S.A., ubicado en Vigo, con pérdidas de 50 millones de pesos (unos 2,38 millones de euros). Lo confirmó Santiago Nieto, el titular de la Unidad de Inteligencia Financieral, el órgano encargado de la investigación.

El actual director de Pemex explicó que están negociando con Ritz Carlton la venta de la empresa. Las condiciones que pone la empresa mexicana es que el precio les permita recuperar la inversión hecha en el astillero. Pemex se hizo con el 51% de las acciones de Hijos de J. Barreras en noviembre de 2013, "en un momento en que se iba a declarar en quiebra", aseguraba Octavio Romero, actual dirigente de Pemex, el 29 de enero pasado.

La defensa del petrolero

"Para que exista lavado de dinero, necesita ser dinero ilícito", decía su abogado, Javier Coello Trejo, en una entrevista para Público en agosto de 2019. "Nadie da un soborno un año y medio antes (de asumir el cargo) por si llegas a ser (director de Pemex)", añadía.

Según explicó, Lozoya no era funcionario del Gobierno de México cuando recibió los pagos; no tuvo ningún cargo en la campaña electoral que llevaría al PRI a gobernar de 2012 a 2018, y no firmó el contrato de compra de la planta de fertilizantes. Las cantidades millonarias que recibió el expetrolero fueron en retribución de los servicios de consultoría que prestó a ambas compañías antes de llegar a Pemex.

Emilio Lozoya fue el director para América Latina del Foro Económico Mundial de Davos entre 2006 y 2009. Entre 2009 y 2012, fue consejero independiente de la hoy extinta constructora OHL México y dirigió varios fondos de inversión.

Lozoya se encuentra prófugo de la justicia mexicana desde junio de 2019. Según un comunicado, no tenía garantías de que se respetaría su libertad, a pesar de que los delitos que se le imputan no ameritan prisión preventiva de forma oficiosa. Para él, su enjuiciamiento se debe a un ataque político.

En declaraciones después de su detención, el abogado Coello ha reiterado que su cliente no se mandaba solo. Según contó en la entrevista con Público, el exjefe de Estado, Enrique Peña Nieto, y el anterior secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray –quien tuvo diferencias con Lozoya durante los cuatro años que estuvo al frente de la petrolera– han orquestado la captura de su cliente para convertirlo en un chivo expiatorio.

"Yo no estoy culpando al presidente (Peña Nieto) de que se robó o no se robó. Lo que quiero es que aclare las instrucciones que dio", dijo en aquella entrevista.

México quiere responsables

La posibilidad de que el proceso iniciado contra Lozoya acabe arrastrando al expresidente de la República ha revivido las esperanzas de los que tienen sed de ver a la cúpula del gobierno ante los jueces.

Emilio Lozoya es visto como un representante de los excesos y la corrupción del gobierno de Peña Nieto. Se llegó a publicar que los colaboradores más cercanos a él en Pemex cobraban hasta más de 55.000 euros a empresarios para organizar reuniones con él, acusaciones que Lozoya en su momento negó.

Sin este precedente, no se entiende la victoria electoral del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en julio de 2018, por más de un 53% de los votos. AMLO, acrónimo por lo que popularmente se conoce al mandatario, prometió acabar con la corrupción y la impunidad en México, pero dejó claro que su gobierno no perseguiría a sus antecesores. El caso Lozoya, de hecho, lo ha impulsado la Fiscalía, que desde diciembre de 2018 es autónoma.

La detención de Lozoya el pasado miércoles se une al procesamiento del que fue abogado de Peña Nieto, Juan Collado, y al de la exministra de su Gobierno Rosario Robles por su supuesta participación en una megatrama de corrupción. Ambos están hoy en prisión preventiva en México.

La Fiscalía mexicana va ganando posiciones en el tablero a los entonces peones, alfiles y caballos de Peña Nieto. La expectativa ahora está en si finalmente llegará al rey.

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