Españoles atrapados en el infierno de Gaza: "Necesitamos que el Gobierno nos saque de aquí, no hay lugar seguro"
Islam Hamdam, sus padres y sus hijos de dos años y tres meses son palestinos con nacionalidad española que llevan seis días esquivando las bombas de Israel. "No tengo agua para hacer biberones. ¿Cuánto tiempo puede aguatar así un bebé", se pregunta? Exteriores no facilita una cifra de compatriotas bajo el asedio israelí.
Jairo Vargas Martín
Madrid-Actualizado a
El sonido de las bombas israelíes interrumpe varias veces la conversación telefónica. "Esta explosión ha sonado muy muy cerca", dice con la voz entrecortada Islam Hamdam desde la franja de Gaza, convertida en un infierno de escombros sobre el que no deja de llover la artillería de Israel desde el pasado sábado.
Hamdam es una médico española de 32 años, pero nació en Gaza, a donde regresó hace años. Allí conoció a su marido y tuvo a sus dos hijos de dos y tres meses de edad. Todos tratan de refugiarse de la embestida israelí, pero "¿a dónde podemos ir?", se pregunta con frustración.
Hamdam recaló en València a los cinco años, cuando sus padres pudieron instalarse en España. Ellos también regresaron hace tiempo a Gaza, y ahora toda la familia clama por una evacuación segura desde el enclave. "Aquí no hay refugio posible, ningún lugar es seguro", repite una y otra vez durante la entrecortada conversación. Piden al Gobierno de España que actúe como ya ha hecho evacuado a casi 400 ciudadanos españoles desde Israel en dos vuelos fletados el miércoles y el martes.
"Estamos aterrorizados. Los niños están muy estresados; ni duermen ni comen ni beben, y no pueden hacer nada, están en nuestros brazos constantemente. Es inhumano lo que nos están haciendo".
"Los niños no duermen ni comen ni beben. Están muy estresados"
Según dice, "no queda agua potable y la poca que tengo la reservo para poder hacer biberones. No puedo comprar pañales ni ropa ni comida. Todo ha sido bombardeado o está cerrado. La situación es desesperada, necesitamos salir de aquí, que el Gobierno español nos saque de aquí de forma segura", apremia. "Hasta cuándo puede aguantar un bebé sin comer", se pregunta.
En los últimos seis días, desde que Israel lanzó su respuesta militar a los terribles ataques de Hamás en territorio israelí que ya suman más de 1.300 muertos y miles de heridos, Hamdam y su familia se han cambiado de refugio en dos ocasiones.
"La casa de mis padres ya no existe, es ceniza"
"La casa de mis padres ya no existe, es ceniza", asegura. Estaba en la localidad de Bait Hanun, en el noroeste de la franja de Gaza. Tamer Hamdam, hermano de Islam, lo confirma desde València, con "el corazón en un puño y con angustia e impotencia" por el peligro que corren sus familiares, dice. "Todas las casas de la zona han sido arrasadas, no queda un ladrillo en pie", añade, y lamenta la poca atención que, en su opinión, está mostrando el Gobierno español hacia sus ciudadanos atrapados en Gaza.
Los padres de Hamdam acudieron a casa de su hija en busca de refugio, pero también tuvieron que salir corriendo de allí por los constantes bombardeos. "La casa de mi hermana también ha sido bombardeada, cualquier edificio está amenazado. Mis padres ya no tienen casa a la que volver cuando acabe la guerra y no sé qué habrá pasado con mi propia casa", explica la palestina nacionalizada española.
Sus padres ahora están en otra localidad del norte de Gaza mientras que la hija y sus nietos tratan de ponerse a cubierto en la vivienda de la familia de su marido, en la ciudad de Gaza. "Seguro que tendremos que movernos de nuevo. Los bombardeos no paran, 24 horas ininterrumpidas", dice.
Miedo a la entrada de soldados israelíes
"Si los israelíes entran en Gaza habrá combates en las calles y van a disparar a todo lo que se mueva"
Además de los obuses, el mayor temor de Hamdam y de todos los gazatíes es una entrada por tierra de los soldados israelíes. Hay alrededor de 300.000 apostados en la frontera de la franja, esperando la orden de actuar. "Nos amenazan constantemente. Es aterrador. Si entran en Gaza habrá combates en las calles y van a disparar a todo lo que se mueva, va a destruirlo todo", explica asustada.
Según dice, ella y su familia se han puesto en contacto con el Consulado español en Jerusalén y con el Ministerio de Asuntos Exteriores. Les han facilitado documentos de identidad de su hijo pequeño, que no tiene pasaporte, "pero no nos dicen nada de una posible evacuación", sostiene. "Nos responden que por el momento no hay ningún plan de evacuación en marcha y que no saben si va a haberlo. No está previsto de momento", afirma.
Hamdam advierte de que no es la única española atrapada en Gaza. "Sé de al menos 50 personas españolas que a veces vienen aquí. No sé el número exacto de familias españolas actualmente en Gaza, pero hay más y necesitamos ponernos a salvo", insiste.
Exteriores no aporta información
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación aseguran que están al corriente de este caso, aunque no facilitan información sobre otros ni sobre posibles planes de salida. La única cifra de afectados por esta guerra que trasladan es la de 10.000 españoles registrados en Israel y los territorios palestinos, que engloban Cisjordania y Gaza. La cifra de españoles en peligro en la franja no se revela. Ni siquiera explican si hay algún fallecido o herido en los bombardeos israelíes.
Desde el Ministerio aseguran que todas las embajadas en la zona tienen planes de evacuación, aunque no dan detalles alegando razones de seguridad. Sí confirman que desde el estallido de las hostilidades, ha habido más personas españolas que han comunicado al Consulado su presencia en Gaza y Cisjordania. Por el momento, una salida segura del territorio depende sobre todo de Israel y de Egipto.
Dudas sobre el paso de Rafah
El país árabe ha asegurado que podría abrir un corredor humanitario para la evacuación de civiles desde Gaza a través del paso de Rafah, que comunica el enclave con la península del Sinaí. Sería una opción válida para EEUU, principal aliado y mediador de Israel. Pero según fuentes de Hamás citadas por la agencia EFE, el movimiento islamista se opone a esta evacuación porque Israel ha bombardeado en varias ocasiones en paso de Rafah y no permite la entrada de ayuda humanitaria indispensable para la población civil.
"Abrir un paso seguro para obligar a nuestro pueblo a abandonar su patria y sufrir una muerte permanente no es algo con lo que nuestro pueblo y nuestra resistencia estén de acuerdo", aseguró a la agencia española un miembro Hamás. Recuerda que Gaza está al borde del colapso humanitario por los incesantes bombardeos y el cerco total anunciado por Israel que impide incluso la entrada de comida que lleva días exigiendo el Plan Mundial de Alimento de las Naciones Unidas.
"Moverse en un vehículo privado ahora mismo es la muerte segura"
Mientras tanto, Hamdam y su familia rezan para que la próxima bomba no caiga sobre sus cabezas y sigue pidiendo a España que "presione a Israel" para que puedan salir la zona. "Necesitamos salir, pero no podemos movernos de cualquier manera. Necesitamos vehículos de organizaciones oficiales, de la ONU o de alguna ONG a las que Israel no se atreva a bombardear", dice.
"Moverse desde la ciudad de Gaza hasta el paso de Rafah puede llevar media hora o 45 minutos, pero hacerlo en un coche privado es muy peligroso, es la muerte segura", asevera. "Para salir hace falta que cese el fuego, aunque sea por dos horas", explica.
Las negociaciones entre Egipto y EEUU, los grandes mediadores de Palestina e Israel, continúan sin más avances. Sobre la mesa, la entrada de ayuda humanitaria que piden desde las Naciones Unidas hasta el Comité Internacional de la Cruz Roja, pasando por la Unión Europea. También debaten un posible traslado de heridos desde Gaza para ser tratados en Egipto. Hay más de 6.000 en unos hospitales que desde ayer están prácticamente sin electricidad y con severas carencias de material y medicamentos.
Egipto también ha pedido un alto el fuego que, por el momento, ha sido rechazado por el Estado judío. El Cairo aboga por establecer una zona "tapón" a la que puedan desplazase los civiles para estar a salvo de las operaciones de Israel, pero nada está asegurado.
Tel Aviv ya advirtió de que la respuesta a los ataques del sábado iba a ser de magnitudes inéditas y ha anunciado que la guerra será larga, pero que "borrará" del todo a Hamás y sus militantes. "La fuerza de esta operación no se había visto nunca y no sabemos hasta dónde va a llegar", repite Hamdam.
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