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Fallece el único condenado por el atentado de Lockerbie

El libio Abdel Basset al Megrahi fue condenado en 2001 a cadena perpetua por la justicia escocesa, pero en 2009 fue liberado por razones humanitarias

AGENCIAS

El libio Abdel Basset al Megrahi, único condenado por el atentado de Lockerbie (Escocia) en 1988, ha muerto este domingo a los 60 años en Trípoli a causa del cáncer de próstata que padecía, informó a Efe su sobrino, Mohamed Benabdelhakim.

Enfermo de cáncer en estado avanzado, Al Megrahi, cuyo fallecimiento tuvo lugar a primeras horas de la tarde local, había sido trasladado hace algunas semanas a un hospital de la capital libia, donde quedó bajo observación.

El exagente secreto libio Al Megrahi fue condenado en 2001 a cadena perpetua por la justicia escocesa, debido a su implicación en el atentado contra un avión de la compañía estadounidense Pan Am que estalló en el aire sobre la localidad de Lockerbie, causando la muerte de 270 personas.

Sin embargo, ocho años después, en agosto de 2009, la justicia escocesa le puso en libertad por razones humanitarias, al considerar que le quedaban tres meses de vida a causa de un cáncer de próstata, tras lo cual Al Megrahi regresó a su país de origen.

A su llegada al aeropuerto de Trípoli, el entonces régimen del coronel Muamar el Gadafi le recibió como un héroe, lo que suscitó la indignación mundial. La liberación del único condenado por el atentado de Lockerbie, sobre el que persisten muchas incógnitas, fue en su momento duramente criticada por familiares de las víctimas y políticos.

Pese a las pocas esperanzas de vida que le dieron los médicos, vivió holgadamente en Trípoli rodeado de fuertes medidas de seguridad hasta el pasado mes de agosto, cuando los rebeldes entraron en la capital libia en su avance final contra el régimen del fallecido dictador Muamar Gadafi.

Las nuevas autoridades libias se han negado a extraditar a Al Megrahi, a pesar de las peticiones que Estados Unidos lleva formulando desde hace meses.

La salud de Al Megrahi empeoró sensiblemente el pasado mes de abril, cuando fue ingresado de urgencia en un hospital para ser sometido a una transfusión de 11 litros de sangre. Ya en octubre, y visiblemente deteriorado, Al Megrahi quiso restar importancia a su implicación en el atentado.

'Los hechos se aclararán algún día y esperemos que sea en el futuro próximo. En unos meses desde ahora, veréis que se anuncian nuevos hechos', afirmó entonces Al Megrahi. 'Occidente exageró mi nombre, por favor dejadme solo, solo me quedan unos pocos días, semanas o meses más', declaró.

La liberación de Al Megrahi estuvo marcada por la polémica después de que trascendiera que la empresa petrolera británica BP presionó al Gobierno de Reino Unido para forzar un traslado de presos libios a cambio de un sustancioso acuerdo comercial con el antiguo régimen de Gadafi. El Gobierno británico ha negado toda presión de la petrolera sobre el caso particular de Al Megrahi y las investigaciones en el Senado estadounidense sobre el papel de BP se han visto aplazadas 'sine die'.

 

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