Este artículo se publicó hace 13 años.
Gingrich lidera la carrera de los republicanos
Propone que los niños pobres de 9 años trabajen limpiando escuelas
Isabel Piquer
Los republicanos no consiguen decantarse por un candidato. Primero fue Rick Perry, el gobernador de Texas. Luego Herman Cain, el ex directivo de Godfather's Pizza. Ahora le toca a Newt Gingrich, el líder conservador de los noventa, encabezar los sondeos conservadores de cara a las primarias que empezarán el próximo 3 de enero en Iowa.
Sin duda por poco tiempo: Gingrich tiene tantos esqueletos en el armario que sólo es cuestión de elegir. En la pasada primavera su campaña implosionó, la mayoría de sus asesores dimitieron y se daba su candidatura por muerta. Pero el exlíder de la "revolución conservadora" que se enfrentó al entonces presidente Bill Clinton, por más o menos los mismos motivos por los que critica ahora a Barack Obama, se mantuvo firme. Los últimos sondeos le dan ahora una pequeña ventaja (22%) frente a su principal rival, el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney (21%), y a Cain (16%). Hace tan sólo una semana, la misma encuesta de Gallup sólo le daba el 13%.
El candidato, con un 22% de apoyo, supera a Romney
¿Flor de un día? Gingrich dejó a todos atónitos hace unos días cuando sugirió que los niños más desfavorecidos trabajaran para pagarse la escuela. En un discurso pronunciado en Harvard, el candidato propuso que, a partir de los 9 años, los alumnos limpiaran los suelos o los baños, una media de 20 horas por semana, a cambio de un modesto sueldo para allanar su camino hacia la clase media.
Aunque las revelaciones más dañinas conciernen a su actividad en estos últimos años, cuando, en calidad de consultor, asesoró a las entidades estatales Freddie Mac y Fannie Mae, que respaldan gran parte de las hipotecas de EEUU, sobre cómo influir en el voto de los congresistas republicanos. Un trabajo de lobby por el que recibió algo más de 1,5 millones de dólares entre 1999 y 2008. Una labor quizás algo cuestionable para alguien que basa su mensaje electoral en lo mal que va Washington y lo corrupto que es el Gobierno.
Los comentarios del nuevo favorito se enmarcan en unas primarias que se asemejan a un concurso de despropósitos. Cain, que parece hacer capeado el temporal desatado por las acusaciones de acoso sexual lanzadas por algunas empleadas del lobbyde restaurantes (National Restaurant Association) en sus tiempos de presidente, ahora debe convencer a sus simpatizantes que los largos minutos de silencio que tardó en contestar a una pregunta sobre Libia no fueron porque no tenía ni idea de lo que estaba hablando.
Las meteduras de pata protagonizan las primarias de los conservadores
El lapsus de PerryPor no hablar de Perry, que no ha conseguido hacer olvidar el lapsus que tuvo durante uno de los debates republicanos en el que no consiguió acordarse de una de las agencias gubernamentales que eliminaría al llegar a la Casa Blanca (la de Energía).
Mientras los candidatos se van inmolando uno tras otro, Romney espera a que los votantes conservadores se resignen a aceptarle como única opción y olviden que, en sus tiempos de gobernador, aprobó un plan de salud aún más radical que el que quiso imponer Obama.
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