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Hungría desafía a la UE y celebra este domingo un referéndum xenófobo sobre si acepta la cuota de refugiados establecida por Bruselas

El primer ministro húngaro, el ultraconservador Viktor Orbán, espera un respaldo a su oposición categórica a que los inmigrantes entren el país. 

Dos niños inmigrantes pasan ante un cartel en Budapest que pide el 'No' en la consulta sobre migración. / REUTERS

PÚBLICO / EFE

BUDAPEST—. Hungría afronta dividida la celebración este domingo de un referéndum de claro carácter xenófobo para decidir si el país acepta o no las cuotas de refugiados establecidas por la Unión Europea (UE). 

La convocatoria supone un claro desafío a la UE y a su política migratoria. La consulta impulsada por el gobierno del primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha sembrado la división entre la sociedad húngara. 

Los húngaros tendrán que responder con un o un No a la pregunta: "¿Quiere que la Unión Europea tenga derecho a determinar una cuota obligatoria de ciudadanos no húngaros en Hungría sin el consentimiento del Parlamento?".

El Gobierno de Orbán espera un respaldo a su oposición categórica a que refugiados entren el país. De hecho, Hungría ha elevado vallas en sus fronteras y ha endurecido la legislación de inmigración con penas de hasta cinco años de cárcel por el cruce ilegal de las fronteras.

A la espera de la celebración de la consulta, miles de personas salieron el viernes a las calles del centro de Budapest para pedir al Gobierno del conservador Orbán una política más humana frente a los refugiados.

Bajo el lema ¡Ve al ser humano! unas dos mil persona se congregaron en la plaza Kossuth, donde se encuentra el edificio del Parlamento húngaro, convocados por organizaciones no gubernamentales (ONG) y particulares.

Los organizadores recordaron que la mayoría de los refugiados huyen de dictaduras y de guerras, por lo que si se les niega la ayuda, sólo se prolonga su sufrimiento.

"No podemos mirar hacia otro lado cuando estamos en un momento en el que todavía contamos con la posibilidad de llevar nuestro destino común hacia otra dirección", aseguran en su convocatoria.

Una treintena de artistas húngaros se unieron a la protesta con un proyecto titulado "Testimonio", que rinde tributo a las víctimas de la ciudad siria de Alepo que murieron allí o que se vieron obligados a huir.

Inspirados en el célebre Guernica de Picasso, los artistas crearon una especie de mosaico, del mismo tamaño de la pintura del maestro español, y esperan poder enviar la obra en una gira por el mundo que deberá durar hasta que llegue la paz a Alepo.

En la manifestación se leyó un mensaje del renombrado director de cine húngaro Béla Tarr contra las vallas en las fronteras.

"¿Qué moral representamos cuando construimos vallas? ¿Por qué pensamos que tenemos derecho a hacer eso?", preguntó Tarr.

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