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"La invasión y la guerra de Irak han sido un profundo error"

El representante español en Bagdad añora la época en que Irak no estaba sumido en la destrucción. Ahora, cree que Estados Unidos no tiene que abandonar el país hasta que pueda valerse por sí mismo

ANTONIO PAMPLIEGA

En sus ojos hay un brillo de inteligencia. Su mirada denota vivencias que muchos ni soñaríamos. Sus palabras, escogidas con esmero, demuestran su exquisita educación y su denotado conocimiento de la palabra, por algo es periodista. Cada arruga de su rostro refleja una historia interesante y diferente.

Su pelo, que hace tiempo comenzó a tornarse blanco, no hace justicia a la juventud mental que muestra. Una charla con él es más interesante e instructiva que cien clases en cualquier universidad del mundo.

Ignacio Rupérez, embajador de España en Irak, habla con pausa, escogiendo las palabras adecuadas para cada momento mientras degusta con lentitud un cigarrillo, una de las muchas pasiones de este madrileño.

El calor aprieta en Bagdad. Son las doce la mañana y el muecín llamar a la oración desde la cercana ‘Madre de todas las Mezquitas' erigida por Sadam en 2000 y que posiblemente nunca acabará de construirse. Ha estado destinado, entre otros muchos sitios, en Tel Aviv, El Cairo, en 1997 y 2000 en Bagdad.

¿Qué tiene Oriente Medio que le es imposible vivir alejado de él?

He aprendido mucho de Oriente. He estado en ambos lados de la frontera. En la parte Israelí y en la parte árabe. He estudiado mucho, he vivido mucho. Está siendo una gran experiencia. No siempre agradable ni fácil de llevar, pero me cautiva mucho. Oriente es el mundo de la Biblia. No puedo ser ajeno a él. Es un mundo además, donde estás en el ojo del huracán. Donde estás en el corazón del drama.

¿Qué es lo que más se echa de menos de aquel Bagdad que usted conoció antes de la guerra?

Sobretodo la vida nocturna de la ciudad. Los paseos por la calles. Visitar galerías de arte. El mundo artístico iraquí siempre fue muy prometedor. Se echa de menos la relación con la gente. Nosotros sólo abandonamos la embajada cuando es estrictamente necesario. El resto del tiempo permanecemos enclaustrados en el interior de la embajada.

¿Se hace duro mirar al pasado y recordar aquella otra vida? Sobretodo viendo el presente y el futuro que tiene el país.

Es duro y para mi ha sido un gran sacrificio personal y sentimental. Ha sido muy duro volver a un sitio donde yo fui más feliz de lo que lo soy ahora. No solamente yo, sino también para los iraquíes. Con Sadam Husein lo pasaban menos mal de lo que lo pasan ahora. Ha sido duro volver, porque cuando yo me marche de aquí las cosas tenían un perfil ascendente.

A día de hoy, ¿cuál es la situación real por la que está atravesando Irak y más en concreto Bagdad?

La situación real es ligeramente mejor. Ha descendido el número de asesinatos. Han descendido las bajas en las filas del ejército norteamericano. Hay una mejora relativa debido a diversas causas. Primero a que los norteamericanos están dominando más la situación. También ha influido que el ejército del Magdi de Múqtada Al Sáder ya no intervenga tan activamente como antes. Además, ha ayudado el hecho de que grupos de la insurgencia han pasado a volverse contra Al Qaeda. Porque han percibido que el porvenir y el futuro que se aseguraban con Al Qaeda era todavía mucho más terrorífico. Esos tres elementos han influido en que la situación mejore relativamente. Hay más calma en Bagdad. Luego, también hay una mejora relativa, hay menos muertes, menos explosiones, menos secuestros. ¿Por qué? Pues a parte de todo lo anterior porque se ha matado tanto. Se ha matado tanto, que estaríamos asistiendo a que ya no se mata tanto porque ya no hay gente a la que matar.

¿Se puede ser optimista ante la situación actual?

Yo creo que tenemos obligación de ser optimistas, por lo menos como voluntad. Pero desde luego con mucha paciencia y constancia.

Se barajaba la posibilidad de dividir el país en tres zonas ¿Esto sería bueno, malo o simplemente se ha desechado esa opción?

No se ha perdido y puede volver a plantearse. Una partición del país no es recomendable. No sería una solución pacífica. Creo que con el tiempo y el buen gobierno se puede llegar a una especie de nuevo pacto nacional donde se replanteen las relaciones entre las tres grandes regiones del país. Todas las particiones que se han producido a lo largo de la historia (Corea, Chipre, Palestina, India) no han asegurado buenas relaciones entre las partes implicadas. Aquí podría ocurrir lo mismo.

¿Dónde reside el problema de Irak, ¿en el fondo o en las formas?

Yo creo que las malas formas de ahora son las que han resucitado el problema del fondo que existía siempre. Lo que ha hecho la invasión es resucitar el problema de fondo. Irak es un país que tiene que ser refundado. Porque esto nos ha retrotraído a los problemas de la independencia. A los problemas de los años 20 del siglo pasado.

¿Cree que se podían haber hecho las cosas de otra manera o la guerra y la posterior invasión fue la solución más rápida que pensaban los americanos que los iraquíes les iban a recibir como sus salvadores?

Desde luego la invasión y la guerra han sido un profundo error. Se trataba de una guerra que muchos sectores calificaron de injusta e ilegal. Una guerra que no se ganó. Los americanos tuvieron la victoria, porque entraron en Bagdad rápidamente, pero es a partir de entonces cuando realmente empieza la guerra. La invasión y la guerra han sido la peor solución que se podía haber adoptado para Irak. Un país que con ayuda se habría librado de Sadam Husein. Un país que podía haber despegado de un modo menos sangriento.

¿Hay salida posible de Irak o se ha convertido en un lodazal del cual los americanos no saben como salir?

Es difícil salir de Irak. Eso lo saben perfectamente los Estados Unidos. Porque es tal el desorden que se ha creado con la invasión y la guerra que no se pueden marchar así como así dejando a los iraquíes solos. Es una obligación militar y moral contribuir a que las cosas en Irak vuelvan a tener un nivel aceptable. La marcha brusca de los americanos incrementaría el caos. Contribuiría a agudizar los males del país. Por que es un país cuyo ejército y cuyas administraciones fueron destruidas y hoy por hoy no hay una alternativa clara a la presencia militar de EEUU. El momento ideal para abandonar es cuando el país se valga por si mismo.

¿El fracaso de la ocupación se debe sólo a un error estratégico o quizás también ha jugado en su contra la soberbia y la arrogancia mostrada por las tropas norteamericanas?

Las altos mandos del ejército creían que se iban a encontrar con una guerra rápida, un asunto fácil. Que la situación se resolvería en pocos meses. Desde el punto de vista militar fue un éxito porque en pocas semanas llegaron a Bagdad y conquistaron la ciudad. Pero es que la guerra comenzó entonces. Una guerra de naturaleza distinta. Y ahí es donde empezaron los problemas. Y en ese momento se puso de manifiesto el profundo error de meterse en un país como Irak.

La readmisión en la política de Irak de los integrantes del partido Baaz, ligados a la figura de Sadam Husein es una buena noticia.

Lo es. Es algo que tenía que haberse evitado. El partido Baaz era un partido que había perdido buena parte de su ideología, afiliarse a ese partido suponía tener oportunidades de empleo, influencias. La mayor parte de la gente se metía por estos motivos. Había una élite criminal del Baaz utilizada por Sadam para su propio provecho. Esa élite es la que realmente merecía ser eliminada de la vida política. El resto no. Eliminar al partido Baaz supuso erradicar los cuadros de la administraciones públicas. Fue un error marginarlos como fue un error eliminar al ejército.

Una de las figuras más significativas dentro del gobierno de Irak es Nuri Al Maliki, primer Ministro. Él fue el brazo ejecutor encargado de eliminar de la vida pública a los miembros del partido Baaz. ¿No es una contradicción que ahora vuelva? Justo con el mismo gobierno que los expulsó.

Esto habría que matizarlo. ¿Fue realmente Al Maliki el impulsor de esta política, no fue Paul Bremer? Paul Bremer entró arrasando y fue él el que impulsó esa política de des-baazificación y de desmilitarización a ultranza. Paul Bremer no hizo ninguna política de reconciliación. Justamente al contrario. Quizás dio alas a los chiítas que tenían ganas de ajustar cuentas a los miembros del Baaz. El tema de Irak, es un tema que se dilucida en tres meses. Hubiesen bastado tres meses de buen gobierno para que las cosas se hubiesen orientado de otra forma. El problema de Irak es que no han tenido transición. En tres meses este país se ha ido al borde del abismo. Hubiese bastado que en esos tres meses hubieses aparecido un designio fuerte, una buena administración.

Una de las cosas que ha jugado en contra del gobierno de Al Maliki es que en primer momento contó con el apoyo del clérigo radical chiíta Múqtada Al Sáder, cuyo apoyo fue decisivo para su elección, y al poco tiempo Al Sáder decide retirar del gobierno a sus seis ministros. ¿Por qué este cambio?

Esta pregunta nos lleva a un tema muy grave que es el mundo chiíta. Es un mundo bastante más fragmentado de lo que puede parecer en un primer momento y cuyos enfrentamientos internos pueden alcanzar un nivel muy peligroso. La relación dentro de este mundo puede jugar una parte muy importante en la evolución y en el futuro mismo del país. Concretamente en el tema de las relaciones entre la derecha chiíta y la izquierda chiíta. Entre Al Hakim, que es del Consejo Supremo de la Revolución Islámica (Badder) y las fuerzas que engloba Múqtada Al Sáder y el ejército del Magdi. Ambos sectores tienen elementos divergentes muy importantes...

George W. Bush ha afirmado que en este 2008 tiene intención de comenzar a retirar tropas norteamericanas del país, pero al mismo tiempo afirmó que la presencia de Estados Unidos se alargará de forma indefinida, como ha ocurrido en Corea del Sur donde llevan más de 60 años.

Es difícil y seria gravemente contraproducente una retirada total y brusca de los norteamericanos. Eso crearía una tragedia mucho mayor de la que estamos viendo actualmente. Por otra parte, lo que están haciendo los americanos es utilizar de modo más racional y más adecuado a la realidad del país los medios que tienen. Utilizando cuando es preciso tácticas y operaciones militares, pero también insistiendo en la contrainsurgencia. En la necesidad de que las tropas estén cerca de la población y que contribuyan en mejorar sus condiciones de vida. Esto es lo que el general Petrus está haciendo en Irak actualmente y parece que comienza a dar sus frutos. Además, cuando hablan de reducción de tropas en realidad, o por lo menos a corto plazo, de lo que están hablando es de redespliegue de tropas. O de ambas cosas unidas. Es decir, retirar algunos soldados pero redesplegarlos.

Cinco años después de la guerra siguen sin encontrarse las armas de destrucción masiva, no se ha demostrado que Sadam apoyase a los terroristas de Al Qaeda. ¿Cree que fue una excusa para poder atacarle por algún motivo?

Todo eso se ha demostrado que era realmente falso. No tenían armas de destrucción masiva, aunque las tuvo en su día. Nunca se pudo probar que financiase a Al Qaeda, no está probado que acogiera elementos terroristas o fomentase el terrorismo internacional. Nada de eso se ha probado. Lo único que hizo fue darle alojo en Bagdad a viejos terroristas. Eran excusas que se utilizaron y que poco a poco han quedado anuladas, desvirtuadas.

¿Por qué se intervino entonces en Irak?

Porque pensaban que iba a ser un objetivo más fácil de lo que ha sido. Se pensó que ganar una batalla iba a significar ganar la guerra. Por motivos económicos, motivos petrolíferos. De todo eso se está escribiendo constantemente y se siguen descubriendo cosas y jugando con diversos elementos para que nos respondamos a la pregunta ¿A quién se le ocurrió tal locura?

¿Al Qaeda es uno de los factores principales por los que el país no se ha conseguido estabilizar?

Han aprovechado la coyuntura caótica creada por la invasión y la guerra para aplicar su propia agenda. Una agenda que a veces coincide con la insurgencia, otras no. Pero no podría haber actuado Al Qaeda como ha actuado aquí sin haber tenido una pista proporcionada por el caos organizado tras la invasión y la guerra.

Los terroristas a fines a Bin Laden le comparan con el nuevo Saladino y dicen de él que es el enviado de Alá para salvar a los árabes. ¿Existe un apoyo masivo por parte del mundo musulmán a Bin Laden y a lo que él representa?

Ni mucho menos. Las actuaciones de Bin Landen, que son muy efectivas y muy rotundas crean reacciones muy en contra. Es un fenómeno muy sonoro, muy peligroso, pero minoritario en el mundo árabe. Los atentados de Al Qaeda crean grandes reacciones en contra como ha pasado en Irak. Es un revulsivo que registra muy poco apoyo en las masas árabes. Lo que pasa es que son apoyos efectivos y que se notan mucho. El máximo peligro de Al Qaeda es para los países occidentales. Dentro de los países occidentales con las redes de salafistas en España o en Holanda.

¿Otro 11-M en Madrid o un nuevo 7-J en Londres son posibles?

Sí. Es lo que tiene la globalización que todos estamos amenazados y realmente el Islam es global. El Islam es Corán+Internet. Y ese fenómeno te lo encuentras en cualquier ciudad del mundo. Y en cualquier mezquita, de cualquier barrio, de cualquier ciudad occidental.

¿De dónde saca Bin Laden una interpretación tan radical del Islam?

Es la visión radical de la Yihad (Guerra Santa). Luego esta la mística del conflicto palestino, la mística de la inmolación. La consideración del terrorismo como la guerra de los pobres. Todos estos componentes los juntas sobre la base de un mensaje fundamentalista y sale lo que ha salido.

¿Desde el punto de vista de Oriente se puede decir que la guerra de Irak es la nueva cruza que ha enfrentado al mundo musulmán con el mundo Occidental?

Desde luego es una nueva agresión occidental con Oriente. Gravemente perjudicial para Occidente porque todas estas operaciones a lo que contribuyen es a dificultar la presencia occidental en Oriente. A debilitar y enrarecer la paz y a degenerar unos sentimientos muy bestiales.

Después de cinco años de contienda, ¿es el momento indicado para que la ONU tome cartas en el asunto y despliegue a sus cascos azules?

Yo lo veo difícil. Creo por el momento es complicado que la ONU intervenga militarmente en Irak. Ahora está tratando de volver poco a poco en cuestiones humanitarias, en cuestiones de cooperación y jurídicas. En cuestiones militares con cascos azules lo veo improbable.

¿Cree que en las próximas elecciones generales el tema de la guerra de Irak volverá a ser un punto polémico y de tensiones políticas entre los dos grandes partidos?

Siempre estuve en contra de la guerra, me pareció un error y una crueldad someter de nuevo a Irak a este sufrimiento. El tema de Irak se ha convertido en algo muy polémico. Con el envío de tropas que hizo el ex presidente José María Aznar, con la retirada de tropas que ordenó José Luis Rodríguez Zapatero; el tema de Irak sí, Irak no, sigue latente en la política. Hay una cosa muy importante, este gobierno retiró las tropas pero no retiró los compromisos adquiridos por el gobierno del PP, que se han mantenido. El tema de las tropas se solvento con más o menos acierto. En otros temas, como puede ser el económico o de la ayuda y de las fondos de cooperación el gobierno Zapatero ha mantenido los compromisos adquiridos por el Gobierno Aznar. Y eso me parece muy importante pero que carece de importancia en la lucha política.

Se criticó mucho a Zapatero por su decisión de retirar las tropas de Irak. Pero con el tiempo el resto de países de la coalición han ido retirando a sus tropas de forma progresiva. ¿Cree que al final todos los aliados de Estados Unidos acabaran retirando las tropas?

Por supuesto. Finalmente la objeción a la medida adoptada por el presidente Zapatero se centra no en la retirada sino en la forma de hacerla. Esa retira de tropas la hicieron poco después los holandeses, además tenían un contingente muy parecido al nuestro. Pero ellos hicieron la retirada con un calendario, consensuándolo con los altos mandos americanos y siguiendo un protocolo a actuación mucho más dilatada en el tiempo.

España siempre se mostró muy conciliador con el mundo árabe. En Madrid se llegaron a celebrar conferencias de paz entre palestinos e Israelitas pero en poco tiempo pasamos de conciliadores a agresores. ¿Por qué este cambio en la política exterior?

Yo en el año 1997 recibo la petición de Abel Matutes, ministro de Asuntos Exteriores del gobierno del Partido Popular, para que acuda a Irak para normalizar relaciones, que trate de dar confianza a los iraquíes, pidiéndoles que respeten los derechos humanos. Me comisiona para eso y estuve allí varios años en los que hicimos grandes trabajos para desarrollar todo tipo de relaciones y con gran éxito. Mi sorpresa es que años después, un gobierno del PP, adoptase una política radicalmente contraria cuando durante años había mantenido una política que era muy similar a la que habían adoptado los franceses. Una política de aproximación prudente a Sadam Husein. En el verano de 1998 yo estuve en la Moncloa acompañando a Tarek Asis, ministro de Asuntos Exteriores de Irak, en un viaje altamente cordial. ¿Cómo es posible que el mismo gobierno de Aznar años más tarde apoyase la guerra? Esta contradicción me dolió porque era echar por tierra todo mi trabajo.

¿La decisión de reabrir la embajada en Irak ha sido para tender una mano amiga al iraquí ya que España apoyó la guerra en 2003?

Yo lo he visto así y por eso acepté volver. Lo que esta haciendo el gobierno de España al constituir un embajador en Bagdad es recuperar su política de Irak. Una política distanciada de los americanos, ya que nosotros no tenemos tropas, pero una política en la que no se renuncia a ayudar al país, a personarse en él y a seguir teniendo una política activa respecto a Irak.

 

 

 

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