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Israel Biden insta a Netanyahu a que modere su discurso contra Irán

Los mensajes a Israel llegan después del sabotaje en la planta nuclear de Natanz, una jugada con la que Israel quiere mantener la combustión en Oriente Próximo y torpedear las negociaciones de Viena sobre el programa nuclear iraní.

Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, en Jerusalén.
Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, en Jerusalén. Debbie Hill / Reuters

Desde las páginas de The Observer, el periodista inglés Simon Tisdall ha concedido a Benjamín Netanyahu el título de "hombre más peligroso de Oriente Próximo", una región en la que no escasean hombres peligrosos como los príncipes Mohammad bin Zayed de los Emiratos y el saudí Mohammad bin Salman, entre otros.

La designación está justificada de sobra y responde a distintos planteamientos y acciones del primer ministro israelí, pero Tisdall menciona específicamente el "juego peligroso con Irán", un juego al que Netanyahu es adicto y que es el elemento más desestabilizador de la región.

Netanyahu ha amenazado de guerra a Irán, ha ordenado ataques esporádicos contra ese país, ha asesinado a su principal científico nuclear y está saboteando los intentos del presidente Joe Biden de relanzar el acuerdo nuclear de 2015 que fue cancelado tres años después por Donald Trump impulsado por el propio Netanyahu, que solo atiende a sus propios intereses y no a los de EEUU, el llamado "aliado indispensable" de Israel.

Tisdall recuerda que durante los dos últimos años, Netanyahu ha intentado y fracasado en cuatro elecciones presentándose ante el electorado como paladín de un terrible nacionalismo que equivale a racismo y de un populismo de extrema derecha, una situación que se ha agravado con la derrota de Trump.

Algunos analistas americanos han sugerido que Netanyahu está esforzándose al máximo para descarrilar las negociaciones entre Washington y Teherán que se desarrollan en Viena en relación al acuerdo nuclear, una actitud que no va a cambiar aunque el primer ministro pueda modificar la estrategia de un modo aparente.

Esta opinión la comparte el veterano periodista de Haaretz Alon Pinkas, para quien Netanyahu está acelerando la confrontación con Irán con dos objetivos. El primero responde a su precaria situación interna, después de que tras las cuartas elecciones consecutivas no vislumbre una salida airosa y necesite que la crisis política aumente, y su segundo objetivo es precisamente complicar las conversaciones entre Washington y Teherán.

Para Tisdall, la estrategia de Netanyahu consiste en "crear primero una crisis con Estados Unidos y luego presentarse como la única persona capaz de resolverla". Este planteamiento pasa por acabar definitivamente con el acuerdo nuclear respaldado por Rusia, China y las potencias europeas, es decir por todo el mundo excepto Netanyahu y los dos príncipes mencionados más arriba, que se han convertido en fieles clientes de Netanyahu.

El abandono del acuerdo por Trump ha conducido irónicamente a una escalada de la tensión, a fuertes represalias contra Teherán y a que los iraníes no cumplan con su parte del trato y adquieran la capacidad de fabricar la bomba. Todo indica que es lo que busca Netanyahu puesto que sus acciones van en esa dirección aunque públicamente sostenga lo contrario.

En este contexto, el Canal 12 hebreo reveló que EEUU ha comunicado a Israel "a través de distintos canales" que las continuas filtraciones de este país sobre sus acciones contra Irán están comprometiendo las conversaciones de Viena y jugando en contra de la estrategia de Washington.

Distintos medios hebreos se han hecho eco de esta advertencia pero el primer ministro Netanyahu ha insistido en que no va a afectar a su política con respecto a Irán. Esta es una política esencial para Netanyahu puesto que aparta la atención de los israelíes de sus problemas internos y aparta la atención de la comunidad internacional de la brutal ocupación de Palestina, además de sonar a música celestial a saudíes y emiratíes.

El ataque contra la planta de Natanz no fue comunicado a los americanos con anterioridad, según confirmó oficialmente Washington, y los americanos señalaron rápidamente que ellos no tuvieron nada que ver con una explosión que causó daños no especificados que Teherán dijo esta semana que ya han sido reparados. Como respuesta, los iraníes han incrementado el enriquecimiento de uranio en la misma planta hasta el 60%, muy por encima del 20% anterior.

Funcionarios americanos citados por el portal Axios vinculan el ataque a Natanz al deseo de Netanyahu de abortar las negociaciones de Viena. Sin embargo, el líder espiritual iraní, Ali Khamenei, ordenó a su equipo negociador que siguiera en Viena y no se retirara como probablemente pensaron en Israel que iba a ocurrir. Los americanos también vinculan el ataque a la delicada disfunción política de Netanyahu.

Aunque ni el presidente Biden ni el secretario de Estado Antony Blinken se han expresado públicamente, es evidente que la Casa Blanca ve con preocupación lo ocurrido y se pregunta hasta dónde está dispuesto a llegar Netanyahu para resolver sus problemas. Los americanos evidentemente no quieren un choque frontal con el primer ministro israelí que podría sacar al campo de batalla al poderoso lobby judío de Estados Unidos y complicar el trabajo de la administración americana.

No está claro si el ataque a la planta de Natanz y las subsiguientes filtraciones interesadas jugarán a favor de Israel en las negociaciones de Viena, aunque el objetivo de Netanyahu es mantener el fuego encendido todo el tiempo que sea posible, quieran o no los americanos, que habrán de tratar esta cuestión con gran cautela.

Fin
Fuentes principales: The Observer, Haaretz, Axios, Canal 12, The New York Times.

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