Josep Borrell pide un alto el fuego de tres días para facilitar la vacunación contra la polio en Gaza
El Ministerio de Sanidad gazatí ha confirmado la llegada a la Franja de más de 1,2 millones de vacunas para detener esta enfermedad, después de que se hubiera confirmado un caso en un bebé de diez meses en el centro del enclave palestino.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, ha insistido este martes en la necesidad de establecer un alto el fuego humanitario de tres días en Gaza para poder vacunar a los niños contra la polio, enfermedad que se está extendiendo con rapidez en la Franja.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya alertó la semana pasada sobre un posible brote de esta enfermedad en Gaza, tras la detección de poliovirus de origen vacunal de tipo 2 (VDPV2, por sus siglas en inglés) en aguas residuales cercanas a los campos de desplazados de Jan Younis y Deir Al Balá.
La proliferación acelerada de patologías contagiosas en el enclave palestino es algo más que probable debido a que las condiciones de salubridad e higiene en Gaza son prácticamente inexistentes. A ello se suma el hacinamiento, la escasez de productos de limpieza y agua y destrucción casi total de los hospitales e infraestructuras sanitarias capaces de tratar a quienes sufran cualquier enfermedad.
Esta pausa humanitaria, según ha declarado el jefe de la diplomacia, debería ser independiente a un acuerdo de paz más amplio entre Israel y Hamás con la mediación de Estados Unidos, Catar y Egipto. Este último se encuentra encallado después de que las delegaciones de estos tres países pospusieran la semana pasada "hasta nuevo aviso" la ronda de negociaciones para un cese permanente del conflicto.
Hamás, por su parte, alega que el pacto cambia sustancialmente las bases anunciadas en mayo por el presidente de EEUU, Joe Biden, por lo que éste solo cumple con las exigencias de Israel. Así, esta potencia ocupante no se retiraría del corredor de Filadelfia, que conecta Egipto con Gaza, ni de Netzarim, que divide el enclave palestino en dos.
A pesar de la lentitud de este acuerdo, señala Borell, "la rápida propagación de la polio amenaza a todos los niños de Gaza, que ya están debilitados por el desplazamiento, las privaciones y la desnutrición", exige un acuerdo de paz temporal que permita poner coto a la expansión de este virus.
De momento, el COGAT (organismo militar israelí que gestiona los asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados), ha anunciado la entrada en Gaza de 25.100 viales de vacunas, después de que el devastado enclave registrase el primer caso en 25 años. Las dosis fueron suministradas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y pueden inmunizar a más de 1,2 millones de niños, mientras que está previsto que otras 400.000 dosis adicionales entren en aproximadamente una semana.
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