Este artículo se publicó hace 4 años.
Un estado alemán volverá a las urnas tras la elección de su primer ministro con el apoyo de la ultraderecha
Thomas Kemmerich fue elegido como nuevo primer ministro en la tercera ronda de votaciones gracias al apoyo del partido ultraderechista AfD y de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), de la canciller Angela Merkel.
Erfurt (Alemania)-Actualizado a
El liberal Thomas Kemmerich, elegido la víspera primer ministro de Turingia con el apoyo de la ultraderecha, ha anunciado este jueves que quiere renunciar al cargo, y su grupo parlamentario pide la disolución del Parlamento. Este paso permite la convocatoria a nuevas elecciones en este estado del este de Alemania.
Tras informar de la decisión, que implica su salida del cargo, Kemmerich dijo que se convocarán nuevas elecciones y agregó que "no hubo una cooperación con la AfD, no la hay y no la habrá", e indicó que si no se lograra la disolución del Parlamento presentará una moción de confianza.
"Con esto, Thomas L. Kemmerich quiere eliminar el estigma del apoyo de la (ultraderechista Alternativa para Alemania) AfD del cargo de primer ministro", ha señalado en un comunicado el grupo parlamentario del Partido Liberal alemán (FDP) de Turingia. "La dimisión es inevitable", ha indicado por su parte Kemmerich.
El miércoles, Kemmerich fue elegido como nuevo primer ministro del estado federado de Turingia en la tercera ronda de votaciones gracias al apoyo de la AfD y de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), de la canciller Angela Merkel.
Merkel ha calificado la elección de Kemmerich de "imperdonable"
El candidato liberal, cuyo partido superó de forma ajustada el umbral del 5% para entrar en el Parlamento regional en las elecciones celebradas hace unos meses, se impuso sobre el primer ministro saliente Bodo Ramelow, del partido La Izquierda. Esta es la primera vez que un primer ministro es elegido con votos de AfD.
También entre los conservadores de la CDU crece la presión por revertir la elección apoyada por los demócrata cristianos de Turingia. Desde Sudáfrica, donde se encuentra en visita oficial, Merkel ha calificado la elección de Kemmerich de "imperdonable" y ha reclamado una corrección, colocándose así de manera indirecta del lado de quienes piden una nueva convocatoria a elecciones.
La presión sobre Kemmerich venía también de su propia agrupación, el Partido Liberal (FDP), cuyo presidente, Christian Lindner, viajó a Turingia con el objetivo, según medios de comunicación, de convencerlo de que dimitiera.
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