Dimite el primer ministro de Francia pocas horas después del nombramiento de su Gobierno
En un comunicado, el Elíseo ha afirmado que Macron ha aceptado su dimisión abriendo la puerta a la posibilidad de unas elecciones anticipadas.

París--Actualizado a
El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, presentó este lunes la dimisión de su Gobierno al presidente, Emmanuel Macron, pocas horas después del anuncio de su gabinete, en un nuevo giro inédito de la crisis política que vive el país.
En un breve comunicado, el Elíseo indicó que Macron aceptó la dimisión que le presentó Lecornu, lo que abre las puertas a diferentes escenarios, incluida la convocatoria de elecciones anticipadas.
Los ministros en funciones han anulado las agendas que tenían este lunes, algunos de ellos fuera de París, como el titular de Justicia, Gérald Darmanin, en espera de que se conozca qué consecuencias tendrá la nueva situación.
Todo esto se produjo apenas 13 horas después de que el presidente de la República hubiera nombrado a última hora del domingo la composición de un Gobierno en el que Lecornu llevaba trabajando desde su propio nombramiento el 9 de septiembre, tras la caída de su predecesor como primer ministro, François Bayrou, un día antes en una moción de confianza a la que quiso someterse.
Lecornu: "No se dan las condiciones para gobernar"
"Ser primer ministro es una tarea difícil, sin duda aún más difícil en estos momentos. Pero no se puede ser primer ministro cuando no se dan las condiciones" para gobernar, dijo Lecornu en una declaración pública para explicar las razones que le han llevado a renunciar al puesto pocas horas después de nombrar su gabinete.
El primer ministro saliente afirmó en su declaración desde Matignon (sede del Gobierno) que había "intentado construir una vía (...) en temas que anteriormente habían estado bloqueados", como el seguro de desempleo y la Seguridad Social, para "reinstaurar la gestión conjunta" con los interlocutores sociales y "construir una hoja de ruta" para sacar al país de la crisis.
Lecornu enumeró tres razones que le impiden seguir siendo jefe de Gobierno. En primer lugar, citó el hecho de que los partidos políticos "en ocasiones fingieron ignorar el cambio, la profunda ruptura que representaba no aplicar el Artículo 49.3 de la Constitución", que permite adoptar leyes sin el acuerdo del Parlamento, y que, según él, desbarataba el "pretexto para la censura previa" en la Asamblea Nacional.
Deploró, en segundo lugar, que "los partidos políticos siguen adoptando una postura como si todos tuvieran mayoría absoluta en la Asamblea Nacional". El político macronista aseguró que durante las tres semanas de negociaciones que mantuvo con todo el arco parlamentario estuvo "cerca" de lograr un acuerdo, que las "líneas rojas se estaban volviendo naranjas y, a veces, verdes", y que él "estaba dispuesto a ceder, pero cada partido político quiere que el otro adopte su plataforma completa", lamentó.
En este sentido, recordó que "los acuerdos no son lo mismo que los compromisos" y para que se lleven a cabo es necesario "cambiar nuestra mentalidad y no querer implementar todo el proyecto y programa" de cada partido.
En tercer lugar, "la composición del Gobierno dentro del núcleo común (los partidos de centro y derecha que componen el gobierno) no fue fluida", reconoció. Esas tensiones provocaron "el resurgimiento de algunos deseos partidistas, a veces relacionados (...) con las próximas elecciones presidenciales" de 2027, apuntó Lecornu.
El primer ministro dimisionario terminó su alocución con un mensaje "esperanzador y optimista" al pueblo francés: "Se necesitaría poco para que funcionara" un Gobierno pero para eso hay que ser "más desinteresado", "quizás también un poco modestos a veces" y "tener en cuenta el interés general".
"El principio mismo de construir un compromiso entre partidos políticos es poder combinar líneas verdes y tener en cuenta un cierto número de líneas rojas, pero no podemos estar en ambos extremos, y algunos partidos políticos de la oposición lo han entendido, y me gustaría agradecérselo ahora", continuó.
Lecornu insistió en que, pese al fracturado mapa parlamentario (con tres bloques prácticamente con el mismo peso), las fuerzas políticas deberían "ser capaces de avanzar, al menos para que quienes quieren encontrar un camino para el país puedan avanzar".
Críticas a los nombramientos
Detrás de esta dimisión sorpresa de Lecornu está la posición de uno de sus componentes, el partido conservador Los Republicanos, cuyo líder, Bruno Retailleau, señaló anoche su descontento por esa composición del gabinete, en el que aspiraban a tener mayor presencia, y convocó esta mañana una reunión de su formación para decidir si abandonaban el Gobierno.
Esa amenaza de abandono del Ejecutivo, si se hubiera cumplido hacía en la práctica imposible su continuidad, teniendo en cuenta que no contaba, ni de lejos, con una mayoría parlamentaria.
Desde la oposición, el primero en reaccionar ha sido el presidente de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, que instó a Macron a disolver la Asamblea Nacional tras la dimisión de Lecornu.
"No se puede restablecer la estabilidad sin el regreso a las urnas y sin la disolución de la Asamblea Nacional", declaró Bardella a su llegada a la sede del partido que lidera Marine Le Pen.
"La cuenta regresiva ha comenzado. Macron debe irse", ha declarado en redes sociales Mathilde Panot, jefa del grupo en la Asamblea Nacional del partido de izquierdas La Francia Insumisa, tras constatar la derrota de "tres primeros ministros en menos de un año" al frente del Gobierno.


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