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Maduro tiende una mano a Colombia pero amplía cierre de la frontera entre los dos países en medio de la tensión

Pese a las buenas palabras, el conflicto fronterizo entre Venezuela y Colombia, que ya ha provocado la deportación de más de 1.000 colombianos y el desplazamiento de otros 4.000, obliga a la ONU, a la OEA y a Unasur a tomar cartas en el asunto.

Un grupo de personas que solicita la salida de Venezuela hacia Colombia pasa la noche junto a algunas de sus pertenencias. / MIGUEL GUTIÉRREZ (EFE)

PÚBLICO / EFE

La crisis entre Colombia y Venezuela por el cierre de la frontera entre ambos países, ordenado por Caracas, ha entrado de lleno en la agenda internacional con la llamada de la ONU a mantener un "diálogo constructivo", el anuncio de una reunión de la Unasur y a la espera de que la Organización de Estados Americanos (OEA) decida si convoca una cita de cancilleres. Todo ello ocurre después de que el aumento de la tensión dialéctica de los últimos días haya desembocado en una llamada a consultas de los embajadores de los dos países. 

En medio de la tensión y de la crisis humanitaria por la deportación de más de 1.000 colombianos y el desplazamiento de otros 4.000, el Consejo Permanente de la OEA programó, a petición de Colombia, una reunión este lunes para decidir si se convoca una cita de cancilleres para tratar el tema.

A estos movimientos se suman las palabras conciliadoras del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien este viernes tendió una mano a su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, para encontrarse personalmente y resolver la crisis originada por el cierre de 100 kilómetros de frontera común ordenado desde Caracas la semana pasada. 

Maduro ofrece la zanahoria, pero también el palo: ofrece diálogo al tiempo que ordena la ampliación del cierre de la frontera con Colombia. En su discurso durante una marcha popular celebrada en Caracas en apoyo del Gobierno, Maduro tendió una mano pero escondió otra, ya que amplió la clausura fronteriza a cuatro municipios más del Táchira, zona que además se reforzará con 3.000 soldados máas, completando así el cierre de la totalidad del paso hacia Colombia por esta zona del país. 

"Estoy dispuesto a reunirme con el presidente Santos a hablar de estos temas donde él quiera, cuando quiera y como quiera. Él y yo, solitos, y le pongamos el cascabel al gato, presidente Santos y hagamos historia usted y yo, si usted quiere", dijo Maduro en su alocución.

Los pasos fronterizos hacia Colombia en seis municipios del estado Táchira están cerrados desde el jueves de la semana pasada, y se encuentran bajo el estado de excepción, una posibilidad constitucional que activó el Ejecutivo venezolano alegando una lucha contra la inseguridad y el contrabando en la zona tras un supuesto ataque de un grupo de paramilitares a un patrulla venezolana.

Maduro ha reiterado que se vio obligado a poner en marcha estas medidas ante el descontrol en la zona y ha acusado a Colombia de no hacer suficiente en la lucha contra el hampa y el contrabando que hace vida en la zona aprovechando la gran diferencia de precios de, entre otros, la gasolina venezolana, la más barata del mundo. Maduro anunció en su discurso que las fuerzas de seguridad venezolanas se desplegarán para buscar a "paramilitares hasta debajo de las piedras".

Desde que Maduro tomó estas decisiones las fuerzas de seguridad del país bolivariano han repatriado a más de 1.000 colombianos y más de 4.000 se han ido voluntariamente, un situación que ha sido criticada por organismos internacionales, sobre todo, por los malos tratos por parte de las efectivos venezolanos denunciados por los regresados.

A pesar de las intenciones de Maduro el posible encuentro con Santos no será en breve ya que anunció que mañana comienza un viaje a China y Vietnam para cerrar acuerdos económicos, una decisión criticada desde la oposición, que calificó de "paseo o huida" el viaje del presidente con la actual situación en la frontera occidental.

Este área no cuenta con pasos internacionales importantes, aunque sí con puntos que podían estar siendo utilizados como una opción de cruce en los últimos días, municipios donde las fuerzas de seguridad se desplegarán para buscar a "paramilitares hasta debajo de las piedras", aseguró Maduro.

Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2.219 kilómetros con tres puestos migratorios terrestres en Paraguachón (La Guajira), Cúcuta (Norte de Santander) y Arauca (Arauca), y uno fluvial en Puerto Carreño (Vichada), y el resto son cruces ilegales, muchos de ellos en zonas selváticas. El mandatario también informó que propondrá a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) la creación, en acuerdo con el Gobierno colombiano, de una Comisión Sudamericana de la Verdad sobre la situación de "contrabando, narcotráfico y paramilitarismo" en esta frontera.

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