Quedan pocos días para la celebración de las elecciones presidenciales en Colombia. Para reforzar la seguridad en esta recta final de la campaña, las autoridades han iniciado el despliegue de 350.000 militares y policías en todo el país.

Sin embargo, ante el inicio de la semana de reflexión después de que los aspirantes a la Presidencia celebraran el domingo sus últimos mítines, en una supuesta emboscada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han muerto nueve infantes de Marina, según fuentes militares, en lo que sería el peor ataque de la guerrilla desde el inicio de la campaña electoral. Los militares murieron en los enfrentamientos producidos entre los municipios de Solano y Cartagena del Chairá.

La Misión de Observación Electoral (MOE), una organización no gubernamental que analiza la campaña, alertó la semana pasada de que las acciones armadas de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se han incrementado en las últimas semanas y podrían enturbiar los comicios. Por ese motivo, varios departamentos colombianos están en máxima alerta ante posibles ataques.

El ministro de Defensa, Gabriel Silva, informó de un supuesto plan de las FARC en el que guerrilleros vestidos de policías podrían cometer acciones terroristas el día de las presidenciales.

Además del gran despliegue militar y policial, también se ha reforzado la protección de los candidatos presidenciales, y en especial del aspirante del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), Gustavo Petro, quien denunció el domingo que ha sido amenazado de muerte por las FARC.

A las elecciones del domingo parten como favoritos en los sondeos el pro gubernamental Juan Manuel Santos y el candidato del Partido Verde, Antanas Mockus, aunque no con mayoría, por lo que está prevista una segunda vuelta electoral para el 20 de junio.