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La muerte del fiscal argentino Nisman acelera la causa contra Cristina Fernández

Había acusado a la presidenta argentina y a otros dirigentes de encubrir a Irán para exculparlo de las sospechas que lo vinculaban con el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina. Kirchner ha ordenado ahora la desclasificación de archivos secretos solicitada por el fiscal antes de fallecer

Protesta por la muerte del fiscal Alberto Nisman en Buenos Aires. / EFE

ANA DELICADO

BUENOS AIRES.- Una crisis institucional y política como hace tiempo no conocía Argentina ha hecho reaccionar al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández. Todo ha cambiado tras la repentina muerte del fiscal argentino Alberto Nisman, que la acusaba a ella y a otros funcionarios y dirigentes kirchneristas de encubrir a Irán para exculparlo de las sospechas que lo vinculaban con el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de 1994, en el que murieron 85 personas.

Por orden directa de Cristina Fernández, el titular de la Secretaría de Inteligencia (SI) Oscar Parrilli ha autorizado la desclasificación de archivos secretos solicitada por Nisman antes de morir. "Por expresa instrucción de la presidenta de la Nación", Parrilli ha ordenado levantar el secreto sobre el contenido y la identidad de los agentes de Inteligencia que aparecen en las escuchas telefónicas realizadas por el fiscal fallecido, en las que se basó para realizar su denuncia.

En concreto, el jefe de la SI solicita "la desclasificación de la identidad, las acciones, los hechos y circunstancias correspondientes al personal de inteligencia que surge del producido de las intervenciones telefónicas de los abonados" a cuatro números de teléfono que se detallan a continuación en la nota oficial. También ordena la desclasificación de todo otro material, archivo e información de inteligencia relacionado con la investigación del atentado contra la sede de la AMIA.

Nisman, nombrado en 2005 por el propio ex presidente Néstor Kirchner para encabezar la investigación sobre el ataque a la mutual judía, y sin que en los últimos años hubiera aportado pruebas significativas en el caso, sorprendió el pasado miércoles al regresar precipitadamente de un viaje por Europa y presentar una denuncia ante la Justicia, acusando a la presidenta y a su ministro de Relaciones Exteriores Héctor Timerman de los delitos de "encubrimiento agravado, incumplimiento de deber de funcionario público y estorbo del acto funcional".

El fiscal aducía tener en su poder unos 330 discos con grabaciones de conversaciones telefónicas entre autoridades iraníes, por un lado, y supuestos agentes de Inteligencia y colaboradores cercanos a Cristina Fernández, por el otro. Según Nisman, esas escuchas revelaban una negociación entre Irán y Argentina para encubrir a funcionarios iraníes sospechosos de haber participado en el atentado.

El fiscal argumentaba además que el Memorándum de Entendimiento que intentaron sellar los Gobiernos de Argentina e Irán en 2013 era “la culminación de un proceso de impunidad” que permitiría un intercambio comercial de petróleo iraní por granos, algo que nunca se concretó. Aquel acuerdo no llegó a ser ratificado por el Parlamento de Irán, y además fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal argentina el año pasado.

Nisman iba a comparecer este lunes ante una comisión del Congreso para dar a conocer las supuestas pruebas que tenía en su poder. Varias teorías ya habían comenzado a pergeñarse en torno a su persona, en especial por su cercanía al ex jefe de operaciones de la SI, Jaime Stiusso, que fue desplazado en diciembre del año pasado.

Stiusso, al mismo tiempo, es un agente de inteligencia que comenzó su carrera hace 42 años, durante la última dictadura argentina (1976-1983), y que ha actuado de intermediario con la CIA y el Mossad, los servicios secretos de Estados Unidos e Israel. Según documentos de 2008 desclasificados por Wikileaks, la embajada de Estados Unidos manifestaba su interés en la investigación de Nisman, quien pasó de pedir la detención del ex presidente Ménem por la causa AMIA a centrar sus sospechas en los iraníes.

En curso la denuncia de Nisman

Otro pedido de Nisman se ha concretado horas después de darse a conocer su fallecimiento. El fiscal había solicitado sin éxito que se interrumpiera el descanso judicial de las vacaciones de verano para que se admitiera a trámite su denuncia en el juzgado del magistrado Ariel Lijo.

El juez ha interrumpido ahora su descanso para volver a Buenos Aires y comenzar la investigación solicitada por Nisman. Además ha ordenado medidas urgentes para preservar las pruebas que supuestamente tenía el fiscal en su poder.

Lijo es el mismo magistrado que hace medio año procesó al vicepresidente Amado Boudou por cohecho y que además lo investiga por supuesto enriquecimiento ilícito. Mientras tanto, un nuevo fiscal –Alberto Gentili– ha sido nombrado para sustituir a Nisman en la investigación de la causa AMIA.

Nisman fue hallado sin vida en la madrugada de este lunes, a horas de presentarse ante el Congreso. La fiscal que lleva la investigación de su fallecimiento, Viviana Fein, confirmó que su muerte se produjo a las 15h del domingo, y no descarta que su colega haya sido inducido a suicidarse, visto que el fallecido fue hallado en el baño de su departamento muerto de un balazo en la sien. Junto a él había un arma de fuego de calibre 22 que ya se ha confirmado era popiedad de un colaborador suyo. Al parecer, Nisman se la había pedido prestada ese mismo día. "La causa está caratulada como muerte dudosa", ha anticipado la mujer.

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