El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, estará 15 días en cuarentena en una prisión preventiva antes de comenzar a cumplir su pena en un centro penitenciario de la región de Vladímir, no lejos de la capital, según confirmó hoy su abogada, Olga Mijáilova.

Navalni estará recluido en la prisión número 3 de Kolchúguino hasta que concluya la cuarentena y entren en vigor las condenas por estafa y lavado de dinero, y por difamación, que han sido unidas en un solo caso, explicó Mijáilova a la agencia Interfax.

La abogada explicó que su cliente, que comparte celda con otros dos internos, se encuentra animado, aunque no le dejan encargar comida ni recibir cartas.

"Después será enviado al centro penitenciario número 2 en Pokrov", también en Vladímir, precisó una fuente policial a la agencia TASS.

Hasta hoy se desconocía a ciencia cierta el paradero de Navalni, aunque diversas fuentes habían informado de que había sido enviado a Vladímir.

El centro penitenciario número 2 es tristemente famoso por las numerosas denuncias de abusos y torturas, que incluyen palizas y privación de sueño, cometidas por miembros de unidades especiales encapuchados y sin distintivo.

El jefe de los servicios penitenciarios rusos, Alexandr Kaláshnikov, garantizó la seguridad del opositor, que deberá cumplir dos años y medio de cárcel.

"Yo garantizo que no existe ninguna amenaza para su integridad física, no digo ya para su vida", dijo.

Sus correligionarios temen por su vida, ya que son miles las denuncias anuales de abusos a presos en las cárceles rusas, según informó la oficina del Defensor del Pueblo.

Hoy, miércoles, los servicios penitenciarios informaron sobre la detención del director de una cárcel en la región siberiana de Irkutsk por un caso de violación y de la apertura de una investigación sobre el suicidio de un reo en otra prisión de la misma zona.

El traslado de Navalni a Vladímir se produjo después de que la Justicia rusa rechazara el pasado 20 de febrero el recurso presentado por sus abogados contra la pena de cárcel.

Los abogados del político también recurrieron el martes la multa de 850.000 rublos (casi 11.500 dólares) que se le impuso por difamar a un veterano de la Segunda Guerra Mundial, acusación que Navalni siempre ha rechazado.

La condena de cárcel de Navalni, que estuvo a punto de morir en agosto pasado al ser envenenado durante un viaje a Siberia, provocó a finales de enero multitudinarias protestas en todo el país, en las que fueron detenidas miles de personas.

Esta semana expertas de la ONU indicaron tras cuatro meses de investigación que las pruebas halladas apuntan a una "probable implicación" de las autoridades en el intento de asesinato de Navalni.

Seguidamente, la Unión Europea y Estados Unidos adoptaron sanciones por la persecución del líder opositor, que Rusia prometió hoy contrarrestar con medidas recíprocas.

Navalni acusa al presidente ruso, Vladímir Putin, de ordenar su asesinato al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).