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Netanyahu desafía a Obama con el apoyo del Congreso

A siete semanas de las elecciones israelíes, Benjamín Netanyahu se ha enredado en una agria disputa con el presidente Barack Obama. El primer ministro acudirá a Washington el 3 de marzo, en una visita no coordinada con la Casa Blanca, para impulsar nuevas sanciones contra Irán.

Benjamin Netanyahu y Barack Obama durante su encuentro en la Casa Blanca.- Efe

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

JERUSALÉN.- Las relaciones siempre tirantes entre el presidente Barack Obama y el primer ministro Benjamín Netanyahu han alcanzado una tensión desconocida hasta ahora a raíz de la invitación que el Congreso y el Senado han cursado a Netanyahu, a espaldas de Obama, para que hable en Washington el próximo 3 de marzo, dos semanas antes de las elecciones israelíes.

La invitación la formuló el presidente del Congreso, el republicano John Boehner, el 21 de enero. Inmediatamente la Casa Blanca mostró su sorpresa y disgusto por esta invitación que “se salta el protocolo” y que hará de Netanyahu el político extranjero que más veces ha hablado en sesiones conjuntas del Congreso y el Senado junto con Winston Churchill, con un total de tres ocasiones.

La invitación de Boehner permitirá a Netanyahu hablar ante las dos cámaras estadounidenses de “terrorismo e Irán” justo cuando la administración americana avanza para lograr un acuerdo con Irán sobre el tema nuclear en contra de la opinión de Netanyahu.
Nada más conocerse la invitación que Boehner pactó a título personal con la embajada de Israel en Washington, la Casa Blanca anunció que ni el presidente Obama ni el secretario de Estado John Kerry se reunirán con Netanyahu debido a que su visita se produce en plena campaña para las elecciones israelíes del 17 de marzo.

Al día siguiente, el 22 de enero, el departamento de Estado manifestó que incluso el jefe del Mosad israelí, Tamir Pardo, desaconsejaba que Washington interrumpa las negociaciones con Irán, una noticia que inmediatamente desmintió el propio Pardo mediante un insólito comunicado.

Pese a que tanto en Estados Unidos como en Israel se han multiplicado las voces que le recomiendan no acudir a Washington antes de las elecciones, Netanyahu se muestra decidido a mantener el viaje, lo que ha provocado las críticas de algunos estrechos aliados de Israel incluidos congresistas demócratas.

El carácter electoralista del viaje lo han condenado distintos políticos de la oposición en Israel, y se ha convertido en uno de los temas principales de la campaña. Algunos analistas señalan que a Netanyahu le interesa poner en primer plano el tema de la seguridad en detrimento de la economía y otras cuestiones sociales que hasta ahora eran el centro de la campaña.

El carácter electoralista del viaje lo han condenado distintos políticos de la oposición en Israel

“Los republicanos están ayudando a Netanyahu a derrotar a sus rivales y Netanyahu ayuda a los republicanos a humillar a su presidente”, ha dicho un comentarista del diario YediotAhronot. Y en efecto, son muchos quienes ven este incidente un pulso entre Netanyahu y Obama que ha iniciado el primero.

Según NahumBarnea, uno de los analistas mejor informados, Netanyahu quiere aprovechar el viaje a Washington para contrarrestar la pérdida de votos que registra el Likud en los sondeos, y que incluso le haría quedar en segundo lugar en los comicios si estas proyecciones se concretan el 17 de marzo, por detrás de lo que aquí se llama “centro-izquierda” aunque no tenga nada de izquierda y ni siquiera de centro.

Situación incierta

Es probablemente esta situación incierta la que ha movido al primer ministro a saltarse los protocolos para hacerse una foto en el podio del Congreso a pocos días que se abran las urnas. En el entorno de Netanyahu se pronostica un “desastre” en el caso de que pierda las elecciones aunque a día de hoy parece imposible que la oposición de “centro-izquierda” consiga formar una coalición estable dados sus dispares intereses.

No está claro cómo se ha producido la iniciativa de Boehner. Según el Canal 2 de la televisión hebrea, el presidente del Congreso fue seducido por el multimillonario SeldomAdelson, un incondicional de Netanyahu, el mismo que consideró abrir una ciudad del juego en Madrid y Barcelona, quien habría metido en el bolsillo de Boehner la modesta cantidad de 10 millones de dólares.

Otras fuentes señalan que el poderoso lobby AIPAC está detrás de la invitación, aunque desde que ha saltado la noticia los miembros del lobby han preferido mantener un prudente silencio. El mismo NahumBarnea ha escrito que con toda seguridad los congresistas batirán su propio récord de aplausos a Netanyahu, lo que ya es difícil, “mientras miran a las tribunas del Congreso para comprobar que los miembros del lobby les firman los correspondientes talones”.

En Israel han circulado rumores de que Obama estaría preparando un “castigo”

YaakovAmidror, exconsejero para la seguridad nacional con Netanyahu, ha explicado que el primer ministro “está dispuesto a hacer cualquier cosa” para abortar un acuerdo de Obama con los iraníes, y esta decisión también pasa por una colisión directa con Obama.

Un castigo

En Israel han circulado rumores de que Obama estaría preparando un “castigo” en la parte que más duele a Netanyahu firmando un acuerdo con Irán antes de las elecciones de marzo. Sin embargo, algunos analistas son de la opinión de que la Casa Blanca no se atreverá a llegar tan lejos.

Netanyahu ya interfirió en las elecciones americanas de 2012 cuando poco antes de la votación invitó a Israel al candidato republicano MittRomney, una acción que sentó muy mal a Obama y que muestra que el primer ministro no se muerde la lengua ni siquiera ante la Casa Blanca.

Numerosos analistas se preguntan cuántas acciones más de naturaleza agresiva Netanyahu está dispuesto a tomar en las siete semanas que faltan para los comicios, especialmente en el área militar, y no descartan que considere una nueva guerra con Hizbola en Líbano si su popularidad cae significativamente.

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