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Rusia acepta el plan de paz chino como punto partida para negociar, pero duda de la voluntad de Kiev y Occidente

El presidente ruso, Vladímir Putin, considera el plan de paz que le ha presentado en Moscú el jefe de Estado chino, Xi Jinping, como el pistoletazo para negociar un alto el fuego con Ucrania, aunque duda de la predisposición de Kiev y Occidente para el diálogo.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente chino, Xi Jinping, posan para una foto durante una ceremonia de firma después de su reunión en el Kremlin.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente chino, Xi Jinping, posan para una foto durante una ceremonia de firma después de su reunión en el Kremlin, a 21 de marzo de 2023. Kermlin / dpa/ EFE

En una visita excepcional a Moscú, Xi Jinping ha dejado bien claro que China no dejará a Rusia sola. Xi ha dado un respaldo clave a un Vladímir Putin en unos momentos complicados internacionalmente y ha logrado a cambio que el presidente ruso valore el plan de paz presentado por China como punto de partida para buscar una solución política a la guerra.

"Muchos de los puntos del plan de paz presentado por China están en consonancia con los enfoques rusos y pueden tomarse como punto de partida para un acuerdo de paz cuando estén listos para ello Kiev y Occidente", ha señalado Putin al concluir su reunión bilateral con Xi este martes.

El jefe de Estado ruso ha precisado, no obstante, que por el momento no ve esa voluntad para acudir a la mesa de diálogo por parte de Ucrania y sus aliados occidentales.

China actúa como mediador para alcanzar la paz en la guerra entre Rusia y Ucrania

El posible cambio de actitud de Rusia, que hasta ahora apostaba abiertamente por continuar el conflicto y asegurar sus posiciones en el frente bélico, refuerza la importancia de China como mediador y pone ahora la responsabilidad de detener la matanza de esta guerra en manos de Kiev y Occidente.

En uno de los puntos de ese plan de paz presentado por Pekín se subraya que "el diálogo y la negociación son la única salida viable para resolver la crisis". Un problema nada desdeñable es que el plan defiende la soberanía e integridad territorial de los países, pero no especifica cómo debería actuar Rusia en caso de sentarse a la mesa de las negociaciones respecto a los territorios ocupados en Ucrania, casi el 18 por ciento del país.

El plan chino aboga por un alto el fuego para evitar que la crisis "se salga de control". Xi y Putin han resaltado en sus conversaciones de este martes el peligro de las armas nucleares. "Las partes reiteran que no puede haber ganadores en una guerra nuclear y que nunca debe desatarse", según precisa la declaración conjunta firmada por ambos mandatarios.

La cumbre de Putin y Xi ha reforzado la "asociación estratégica global" de China con Rusia justo cuando al Kremlin le hacía mucha falta la palmada en la espalda de uno de los dos gigantes económicos y políticos del planeta (el otro es Estados Unidos), y en cuyas manos puede estar la propia supervivencia rusa en el ambiente hostil internacional que ha potenciado su invasión de Ucrania.

La visita de Xi marca un punto de inflexión

La visita de Xi a Moscú puede marcar un antes y un después en la construcción del incierto orden internacional que está surgiendo de la guerra de Ucrania, la carrera internacional de armamentos derivada del conflicto y la exacerbada desconfianza resultante de la alineación entre Occidente y Oriente, el Norte y el Sur del planeta.

Por eso, Xi y Putin han exigido a Estados Unidos que "deje de minar la seguridad estratégica global", por ejemplo con la progresiva implantación entre sus aliados de un sistema antimisiles mundial que pone en jaque el equilibrio armamentístico.

Rusia y China son "socios estratégicos" ha resaltado el presidente chino

El apretón de manos entre Xi y Putin en el Gran Palacio del Kremlin es muy simbólico y equivale también a un voto de confianza para el presidente ruso. O al menos así lo interpretan en Moscú. Rusia no puede ser el estado paria al que Occidente querría reducirla por su agresión a Ucrania, porque cuenta con el apoyo abierto de la potencia internacional que desafía al hegemonismo estadounidense, China.

Incluso Xi ha aprovechado para desearle a Putin éxito en las elecciones presidenciales de 2024 y mostrar su confianza en que "el pueblo ruso lo apoyará firmemente en sus buenas empresas", en referencia a esa convocatoria electoral.

Lo ha dicho diáfano el presidente chino en su segundo día de visita a Moscú: las relaciones entre China y Rusia, "dos grandes potencias", son "una prioridad" y ambos países son "socios estratégicos".

China refuerza su papel de “pacificador” mundial

El hecho de que haya sido Rusia el primer país elegido por Xi para su primera visita al exterior tras su reelección para su tercer mandato al frente de China indica la importancia que Pekín da a este viaje donde ha podido impulsar ese papel pacificador, recientemente corroborado por su intermediación entre iraníes y saudíes para lograr un acuerdo de paz en Oriente Medio.

Ya Putin había adelantado en vísperas de la visita de Xi y en un artículo publicado en la prensa china su interés en la iniciativa de paz china, a la par que subrayó que Rusia está abierta a una solución político-diplomática de la crisis de Ucrania.

"En abril de 2022, las conversaciones de paz de ninguna manera fueron terminadas por nosotros", dijo Putin en el artículo, en referencia a las propuestas de diálogo presentadas en marzo pasado, apenas comenzada la invasión por Turquía e Israel. Esas propuestas fueron finalmente desechadas por Ucrania bajo la presión de Estados Unidos y Gran Bretaña, para cuyos gobiernos no había llegado aún el tiempo de firmar un alto el fuego.

La visita de Xi a Moscú ha subrayado que no valen los patrones occidentales en los paradigmas de seguridad y geopolítica por los que apuesta Pekín. Ni siquiera los intrincados tejemanejes diplomáticos chinos encajan en la simplista visión que se implantado en Occidente sobre la crisis ucraniana y la exigencia de tomar un partido u otro en el conflicto.

Paz, sí, pero China subraya que Rusia es prioritaria

Así, aunque Xi haya buscado con esta visita de tres días impulsar la imagen de un potencial "pacificador", no ha renunciado en ningún momento a mostrar la magnitud real de las relaciones entre Pekín y Moscú. Si las "conversaciones informales" que mantuvo Xi con Putin el lunes, apenas llegado a Moscú, duraron cuatro horas y media, las oficiales se alargaron hasta seis horas este martes y a ellas se han añadido otros encuentros del líder chino con autoridades rusas.

Rusia actúa como intermediario entre China y Occidente 

Pero si, pese al plan de paz chino, alguien pensaba que Pekín mantendría una posición de absoluta neutralidad en la guerra de Rusia contra la Ucrania apoyada por Occidente, se equivocaba mucho. La diplomacia china da una de cal y otra de arena. No es necesario mandar armas al conflicto para evidenciar el lado en el que uno se encuentra. Es suficiente seguir comprando el petróleo y el gas ruso, aunque sea por intermediación de terceros, e invitar al presidente de ese país a una visita oficial aunque pese sobre él una orden de detención internacional por supuestos crímenes de guerra.

Precisamente, en las conversaciones bilaterales, Putin manifestó la disposición de Rusia para aumentar el suministro ininterrumpido de petróleo y gas a China, incluido el trasiego a través de nuevos conductos desde Siberia. También se abordó el impulso de la ruta marítima ártica, al norte de Siberia, para llevar el comercio chino hasta los mercados europeos.

Occidente no se lo cree

Estados Unidos ya ha criticado el "blindaje diplomático" que China le está dando a Putin, a quien la Corte Penal Internacional (CPI) ha puesto en su lista de los más buscados por la deportación forzosa a Rusia de niños ucranianos.

Para Occidente, la afinidad prorrusa descalificaría ya de entrada la apuesta de Pekín para mediar en la guerra. Pero China no es Occidente y, por desgracia, en las Cancillerías europeas y estadounidenses existe el mismo desconocimiento sobre China que sobre Rusia, una de las razones que han llevado a la catástrofe humanitaria y bélica que hoy día sacude a Europa.

Pero si no es China la mediadora, ¿quién puede serlo? No desde luego algún país aliado de Estados Unidos, a los que el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, acusa de buscar una "derrota de Rusia", al tiempo que, en coalición con "sus vasallos" europeos "continúan enviando armas al régimen de Ucrania y de hecho participan en el conflicto", ha señalado.

Los aliados asiáticos de EEUU también se implican en Ucrania

Pero no solo son los países europeos los que respaldan la política estadounidense en Ucrania y apoyan al Gobierno ucraniano en su lucha contra Rusia. Al tiempo que se producía la visita de Xi Jinping a Moscú, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, llegaba a Kiev para mostrar su solidaridad y apoyo a Ucrania.

La estrategia de Washington en el Asia Pacífico, con China como principal contrincante, y en Europa, con Rusia como enemigo declarado, ha llevado también a algunos aliados asiáticos de EEUU a reforzar su compromiso de seguridad disparando su presupuesto armamentístico.

Este es el caso de Japón, que hace poco más de tres meses se comprometió a rearmarse a pesar de que su Constitución "pacifista" no permite un ejército, sino unas eufemísticas fuerzas de autodefensa, con China, Corea del Norte y Rusia como posibles contendientes.

En este sentido, no es casual que Rusia eligiera este martes para mostrar a dos de sus bombarderos estratégicos sobrevolando precisamente el mar de Japón. Según confirmó el Ministerio de Defensa ruso, dos de sus Tu-95MS capaces de portar bombas nucleares sobrevolaron durante más de siete horas y escoltados por cazas de combate sobre esas aguas internacionales.

Rusia y China preocupados por los pasos que da la OTAN en sus relaciones con los países asiáticos

No es de extrañar, pues, que la situación en la región Asia Pacífico fuera objeto de las conversaciones entre Xi y Putin. En su declaración conjunta ambos líderes han rechazado la creación en esa región de bloques militares y han mostrado su preocupación por los pasos que está dando la OTAN para reforzar sus lazos con los países asiáticos aliados de Washington.

Eso sí, no han perdido tiempo para anunciar que Rusia y China continuarán con sus habituales maniobras rozando las costas japoneses y surcoreanas, simplemente para "incrementar la confianza mutua" de sus respectivas armadas, según la declaración.

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