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Primarias demócratas Sanders se estrella en el 'minimartes' y Biden aumenta su ventaja hacia la nominación demócrata

El imparable vicepresidente de Barack Obama vuelve a tener otra noche triunfal y aumenta aún más la ventaja con Sanders, cuya campaña está ahora en la cuerda floja.

Joe Biden , durante su discurso en Philadelphia tras conocer su victoria en el 'minimartes'. - EFE
Joe Biden , durante su discurso en Philadelphia tras conocer su victoria en el 'minimartes'. - EFE

O Sanders o Biden. Había referéndum demócrata en seis Estados (352 delegados en disputa) y el vicepresidente de Barack Obama, Joe Biden, volvió a llevarse el gato agua, como hizo hace una semana en el supermartes. La candidatura del senador por Vermont Bernie Sanders se estrelló ante el cada vez más imparable impulso ascendente de su contrincante. Biden ganó en cuatro Estados, entre ellos, Michigan, el más importante de la noche, y Sanders sólo en dos, y en uno de ellos, el de Washington, donde era claro favorito, apenas por dos décimas (al 67% del voto escrutado). Su candidatura está ahora en la cuerda floja.

El vicepresidente de Obama se llevó la victoria en Idaho (que aporta 20 delegados a la convención final), Mississippi (36 delegados), Missouri (68 delegados) y en el Estado que más delegados repartía anoche, Michigan (125), y donde Sanders venció hace cuatro años a Hillary Clinton.

El senador por Vermont sólo pudo ganar (en realidad casi un empate técnico) en Washington (89 delegados) y el muy poco poblado Dakota del Norte (14). Los resultados de Sanders fueron tan malos que éste ni siquiera hizo declaraciones ni compareció para valorar los resultados, lo que disparó las dudas sobre el futuro de su candidatura.

De este modo, Biden volvió a ganarle la partida a Sanders y a sacarle más ventaja. Dentro de una semana votarán cuatro Estados, entre ellos Florida, por lo que se trata de una cita más que proclive de nuevo para el primero.

Tras el supermartes, en el que habían quedado Sanders y Biden como candidatos para luchar por la nominación demócrata a las elecciones de noviembre, el senador por Vermont había planteado esta cita y las próximas como un referéndum del partido: o las recetas del establishment que representa Biden o el giro a la izquierda hacia un sistema de salud pública universal, el Green New Deal o un plan para erradicar la deuda estudiantil.

Sin embargo, venció la narrativa de Joe Biden y del establishment: se trataba de votar al candidato mejor posicionado, primero, para unificar el país y no polarizarlo, y segundo, para vencer a Donald Trump y desalojarlo de la Casa Blanca. Los datos revelan que anoche ganaron las tesis del vicepresidente de Obama.

Biden volvió a estar aupado por el voto negro (sobre todo en Mississippi y Missouri), a lo que se añadió también un amplio apoyo de los votantes mayores de 65 años también y (lo que fue fatal para Sanders) menos jóvenes votando de lo que se esperaba.

Junto a esto, Biden presentó el bagaje de hasta siete excandidatos demócratas en estas primarias que le han dado su apoyo expreso: Beto O’Rourke, Pete Buttigieg, Michael Bloomberg, Amy Klobuchar, Kamala Harris (que lo hizo el domingo), Cory Booker (este lunes) y Andrew Yang.

Todo ello, unido al atractivo de votar al candidato ganador y que va disparado hacia arriba, acabó por hundir a Sanders, quien perdió un Estado que, en principio, le era favorable como Michigan, el más importante de la noche y que simbolizó su derrota.

Bernie Sanders, durante un acto de campaña el pasado lunes en Saint Louis. - EFE
Bernie Sanders, durante un acto de campaña el pasado lunes en Saint Louis. - EFE

Precisamente, el senador por Vermont, dando por perdido Mississippi, había cancelado el jueves un acto de campaña en este Estado para celebrar un evento de campaña en Michigan, el Estado que más delegados repartía y donde ganó a Hillary Clinton por poco hace cuatro años.

El vicepresidente de Obama volvió a tener otra noche triunfal tras la primera que vivió en Carolina del Sur el sábado 29 de marzo, la noche que cambió su rumbo en estas primarias. Fue ahí la primera vez que Biden ganó unas primarias estatales en las tres campañas que se ha presentado: 1988, 2008 y ahora.

La clara victoria que obtuvo en Carolina del Sur aupó a Biden el supermartes, cuando ganó en nueve de los 14 Estados que celebraron primarias ese día, entre ellos, y contra todo pronóstico, en Texas (donde Biden logró 111 delegados frente a los 102 de Sanders).

Si el senador por Vermont salió con esperanzas del supermartes fue por su victoria en California, el Estado que aporta más delegados. A falta de cerrar el recuento final, allí Sanders obtendrá (según los datos actuales) 186 delegados frente a los 150 de Biden.

Pero tras los últimos resultados, el futuro de Sanders pende cada vez más de un hilo. En una semana hay otra cita de importancia. El martes 17 se elegirán 577 delegados en cuatro Estados: Florida (219), Illinois (155), Ohio (136) y Arizona (67). Y Sanders sabe ya que en Florida tendrá un mal resultado.

Ese Estado tiene una amplia población latina, que aunque le suele ser muy favorable en el resto de los Estados, en Florida, sin embargo, no será así: los latinos son en su mayoría cubanos anticomunistas y no muy proclives a votar por un candidato que se presenta como "socialista demócrata". Hace cuatro años Sanders perdió contra Hillary en Florida por 30 puntos y ahora las encuestas le auguran una derrota ante Biden por casi 50.

Biden llegó al 'minimartes' con 695 delegados frente a los 590 de Sanders. La noche terminó y Biden aumentó la ventaja y la llevó a más de 150 delegados. El candidato que llegue a la convención demócrata de julio en Milwaukee con 1991 delegados será designado candidato del partido para las elecciones de noviembre.

A falta incluso de los resultados de Washington, Idaho y Dakota del Norte, Biden compareció ante los suyos y pronunció un discurso que sonó a discurso de la victoria: "El objetivo es derrotar a Donald Trump (…) Lo que hicimos en el supermartes parece que vamos a hacerlo hoy (…) Muchos de mis competidores me han dado su apoyo. Hoy estamos más cerca de reponer la dignidad y la decencia en la Casa Blanca, que es mi objetivo final", dijo Biden, que incluso felicitó a Sanders y sus seguidores "por su esfuerzo incansable en esta campaña", como cuando en las noches electorales el vencedor tira de compostura y olvidan las diferencias para tener un gesto elegante con el perdedor.

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