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Turquía se enfrenta a unas elecciones que podrían terminar con dos décadas de gobierno de Erdogan

Doce sondeos publicados desde el mes de abril apuntan a la victoria de la oposición al actual Gobierno, que encabeza Kemal Kiliçdaroglu.

Un cartel del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visto a través de una bandera nacional, en una imagen tomada antes de un mitin de campaña del mandatario en el distrito Sultangazi de Estambul
Un cartel del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visto a través de una bandera nacional, antes de un mitin de campaña del mandatario en el distrito Sultangazi de Estambul. Ozan Kose / AFP

Recep Tayyip Erdogan está en la cuerda floja. Este domingo, 14 de mayo de 2023, las elecciones podrían poner el punto y final a dos décadas de duración del proyecto político autoritario del presidente de Turquía. Doce sondeos publicados desde el mes de abril apuntan a la victoria de la oposición al actual Gobierno, que encabeza Kemal Kiliçdaroglu

De esas encuestas, solo cinco le otorgan una mayoría absoluta, lo que evitaría una segunda vuelta electoral dos semanas después.

Kiliçdaroglu tiene el respaldo explícito de seis partidos, entre ellos el suyo propio, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP); el nacionalista IYI y otras cuatro formaciones menores, desde liberales a islamistas. Y es posible que también consiga el voto de la izquierda kurda.

Ante esta perspectiva, Erdogan, ha prometido que defenderá "la independencia y el futuro" del país al igual que hizo en 2016 cuando fue objeto de un fallido golpe de Estado militar.

"Si es necesario, al igual que en la noche del 15 de julio de 2016, defenderemos nuestra independencia y nuestro futuro, incluso con nuestras vidas", ha dicho el mandatario en Twitter, para a continuación afirmar: "No importa qué trampa nos pongan enfrente, no dejaremos de servir a nuestro país".

Diferentes analistas, así como la oposición, han advertido de la posibilidad de que, ante una derrota electoral, Erdogan pueda resistirse a reconocer el resultado, como hizo su partido, el AKP, cuando perdió la Alcaldía de Estambul en 2019.

No obstante, el mismo Erdogan ha asegurado este viernes que respetará el resultado si pierde las elecciones y cederá el poder respetando las normas de la democracia, lo que alejaría los temores existentes al respecto.

Desde esta semana, una nueva sombra planea sobre los comicios. Kiliçdaroglu ha afirmado que su partido tiene pruebas concretas de "la interferencia de Rusia" en las elecciones turcas. En concreto, acusa a Rusia de difundir contenidos manipulados en internet en su contra y a favor de Erdogan. Por su parte, el Kremlin niega este supuesto.

Erdogan y su partido han ganado todas las elecciones desde 2002, aunque desde 2018 su mayoría en el Parlamento depende del apoyo de una formación ultranacionalista. El presidente ganó las presidenciales de aquel año con el 53% y, ahora, las encuestas más favorables no le dan ni un 49%.

La primera vez que la oposición roza la victoria

Las elecciones de este domingo suponen la primera posibilidad de un giro político en Turquía tras 20 años de gobierno del presidente Erdogan, así como de la llegada al poder de una oposición se propone como uno de sus principales retos el sanear la maltrecha economía del país. 

"Esta es la primera vez que la oposición está tan cerca de hacerse con el poder con una victoria democrática", señala a la Agencia Efe el politólogo Güven Gürkan Öztan, quien advierte, no obstante, de que Erdogan aún podría resultar vencedor, o incluso bloquear un traspaso del poder en caso de derrota.

Este experto asegura que el principal elemento de polarización es estar a favor o en contra de Erdogan, más allá de las divisiones campo-ciudad, laicismo-islamismo o derecha-izquierda.

"La sociedad turca está fragmentada, hay muchos puntos de tensión, pero la oposición ha unido estas diferentes tendencias políticas frente al estilo de gobierno que representa Erdogan", señala.

La otra promesa de la oposición es emprender una restauración de los valores democráticos y de las libertades, muy erosionadas tras dos décadas de creciente autoritarismo de Erdogan.

Detenciones masivas antes de las elecciones

Desde el 25 de abril, solo dos días antes de comenzar la campaña electoral, se realizan por toda Turquía redadas especialmente dirigidas contra los sectores que apoyan al Partido Verde de Izquierda, la marca elegida por el movimiento kurdo para presentarse a estos comicios, que son tanto presidenciales como parlamentarios.

Se calcula que, desde dicha fecha, han sido detenidas más de 300 personas, entre los que destacan políticos de diferentes partidos, abogados, periodistas y artistas.

Todas ellas son personas que pueden jugar un papel clave como compromisarios en los colegios electorales, que pueden presentar reclamaciones por irregularidades, informar de las mismas, así como del desarrollo de la campaña o que, al ser pintores, cantantes o actores, pueden dar prestigio a las candidaturas.

Frente a la oposición que lidera Kiliçdaroglu, Erdogan encabeza la Alianza del Pueblo, con el apoyo de la extrema derecha (el Movimiento Nacionalista), otros partidos nacionalistas turcos y el Huda Par (Partido de Dios), organización terrorista que en los años 90 del siglo pasado cometió decenas de asesinatos entre sectores progresistas, sindicales y kurdos.

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