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El caso Rubiales dispara los testimonios de mujeres que denuncian desde acoso laboral a violaciones

El beso forzado que Luis Rubiales le dio a Jenni Hermoso tras la final del Mundial ha levantado una avalancha de apoyos a la jugadora y sororidad feminista para recordarle que no está sola.

Otras miradas - Yo sí te creo y el periodismo
Una mujer sostiene una pancarta que versa "Hermana yo sí te creo" durante una manifestación feminista (Archivo).

El MeToo del fútbol femenino se ha ampliado a toda la sociedad. Bajo el lema Se acabó cientos de mujeres han dado un paso al frente contra el machismo y han denunciado en masa situaciones de violencia sexual que han sufrido a lo largo de su vida. 

El beso forzado que Luis Rubiales le propinó a Jenni Hermoso tras la final del Mundial de fútbol femenino, donde la selección española se proclamó campeona, ha levantado una ola de apoyo y sororidad feminista con la jugadora para recordarle que no está sola

Contra lo que él mismo había anunciado el día anterior, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) decidió no dimitir el pasado viernes y morir matando. Su discurso fue un despliegue de justificaciones que resultaron muy familiares a las mujeres que pudieron escucharlo. Rubiales siguió paso a paso el razonamiento del machismo: primero, insinuando que fue Hermoso quien acercó su cuerpo hacia él, y después culpándola y tratando de ponerla en cuestión por estar riéndose y celebrando su logro histórico.

Sin embargo, las mujeres le han hecho saber que la sociedad ya no tolera este tipo de actitudes, tengan lugar en el ámbito que sea. Y es que, como ya ocurrió con el Cuéntalo que inauguró Cristina Fallarás, el beso no consentido a Hermoso ha abierto el melón para denunciar la violencia estructural que sufren las mujeres por el hecho de serlo. 

Su testimonio es el de otras tantas que han tenido que soportar el sexismo de sus jefes, compañeros de trabajo, profesores, pareja, familiares o desconocidos.

"¿Cómo íbamos a explicar la situación de las futbolistas si en las redacciones estamos rodeadas de 'Rubiales'?", se preguntaba la periodista deportiva Gemma Herrero en un artículo publicado en JotDown, donde se ha referido a todos aquellos que "nos han tocado sin permiso y al día siguiente nos han informado, advertido, de que no era para tanto, que no exageres ni saques las cosas de quicio". 

Más tajante ha sido Anna Solans, exresponsable de Estrategia Digital de Mundo Deportivo, que ha denunciado públicamente con nombre y apellido al director Santi Nolla, a quien ha acusado de haberla acosado, aprovechando su posición de autoridad.

También ha hablado la fotoperiodista Mireia Comas, que ha publicado las siguientes palabras en su cuenta de X: "Así empieza el currículum de mi violador 'Director General con experiencia laboral de más de 25 años, en el sector público' y nunca le ha pasado nada". En el mismo post, Comas ha mencionado al Departamento de Territorio catalán donde, según ella, trabaja ahora la persona que le agredió y se ha preguntado: "¿No piensa hacer nada?".

Al igual que Berta Collado, colaboradora de Zapeando, que ha recordado la bochornosa situación que vivió al entrevistar al presidente de un club de fútbol: "Hace años, haciendo mi trabajo, en este caso un reportaje, cierto presidente de un club de fútbol contestó a mi pregunta haciendo referencia a mis pechos. Me quedé K.O. No supe reaccionar y lo peor, casi tuve que normalizar algo que en mi fuero interno era innormalizable", ha lamentado la periodista.

Pero el movimiento trasciende las cabezas visibles. Así lo demuestran las decenas de mensajes que le han ido llegando a Fallarás y, sabedora de su repercusión mediática, no ha dudado en compartir en su cuenta de Instagram. 

Piropos a gritos, comentarios sobre su cuerpo, sobre sus pechos, roces en las piernas, agarrones de culo en el transporte público, tocamientos de genitales, que se masturben a su lado, que les persigan por la calle, abusos, agresiones sexuales, son algunos de los episodios que la cuenta de la escritora refleja mediante mensajes y testimonios recibidos. 

Las hay de todas las edades, desde quienes fueron víctima del machismo a los 12 años, hasta quienes siguen sufriéndolo a sus 30, 40, 50, 60, 70... Las más mayores hablan ahora porque, como ellas mismas expresan, antes "daba igual si lo hacías o no", los agresores contaban con la impunidad del entorno. En 2023, gracias a décadas de lucha, la batalla cultural del consentimiento, corazón de la ley del sólo sí es sí, parece haberla ganado el feminismo, tal y como ha apuntado Ángela Rodríguez Pam.

Aparte de la desaprobación social y mediática, de momento, Rubiales ha sido suspendido de manera provisional por la FIFA, así como instado a mantenerse alejado de Hermoso. Por su parte, el Consejo Superior de Deportes (CSD) ha elevado al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) el caso por una posible vulneración de la Ley del Deporte y del Real Decreto sobre Disciplina Deportiva y la Fiscalía ha dado los primeros pasos para investigar el episodio como un posible caso de agresión sexual.

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