Denuncian una agresión lesbófoba por la que ha sido detenido un hombre en Valladolid
La víctima recibió un puñetazo que le rompió la mandíbula al grito de "lesbiana de mierda".
Valladolid-Actualizado a
Un hombre ha sido detenido por su supuesta vinculación con una agresión lesbófoba cometida en Valladolid contra una joven, que sufrió la rotura de la mandíbula la madrugada del pasado 1 de septiembre en una céntrica zona de la ciudad.
El subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, ha confirmado el arresto este jueves en declaraciones a los periodistas y ha precisado que se está llevando a cabo el interrogatorio del detenido.
La Unidad especializada en delitos de odio está documentando el caso, ha manifestado Canales, quien ha precisado que no podía desvelar más datos antes de que el Juzgado disponga de la información correspondiente.
La Fundación Triángulo ha condenado "enérgicamente" este jueves la agresión y ha concretado que fue cometida en la zona de San Miguel, cerca de la Plaza Fabio Nelli, donde la víctima se cruzó con tres chicos y uno de ellos le preguntó su nombre.
Al responderle y "sin mediar más palabras" fue agredida al grito de "lesbiana de mierda", lo que le causó una doble fractura de mandíbula que requirió hospitalización e intervención quirúrgica de manera inmediata.
Los tres hombres se dieron a la fuga y otras personas que pasaban por la zona ayudaron a la víctima llamando a los servicios de emergencias y la Policía, además de perseguir a los agresores.
En un comunicado, la Fundación Triángulo ha expresado su condena "de la manera más enérgica y contundente" por esta agresión, ha manifestado su apoyo a la víctima y ha subrayado que espera que el hecho se investigue como un delito de odio.
Ha argumentado en este sentido que el hecho de gritar "lesbiana de mierda" implica que la agresión se produjo hacia una persona LGBTI+, en este caso hacia una mujer que los agresores consideraron lesbiana.
"Se largaron y yo me quedé escupiendo sangre"
La víctima de la agresión ha explicado que estaba indefensa y completamente sola frente a tres personas: "Se largaron y me quedé escupiendo sangre".
La joven ha denunciado que sobre las 6.30 horas del domingo 1 de septiembre se dirigió a hacer un tramo de diez minutos para ir a buscar a sus amigas "de toda la vida a la discoteca de toda la vida", por unas calles que no son oscuras y ni si quiera poco transitadas y se cruzó con tres chicos de unos 18 o 19 años.
"Les veo reírse pero agacho la cabeza y les paso de largo, a los dos metros de cruzármelos oigo cómo me chistan y me preguntan mi nombre, a lo que yo les respondo y acto seguido uno de los tres chavales se acerca a mí, me mira con desprecio y sin mediar palabras más que 'lesbiana de mierda' me da un puñetazo en la mandíbula partiéndomela así por dos sitios distintos", ha descrito la joven. "Se largaron y yo me quedé escupiendo sangre", ha narrado.
"Gracias a Dios unos chicos en el momento del puñetazo giraron la esquina y les siguieron mientras otro chico se quedó a ayudarme. Se coordinaron con la Policía, les localizaron, si no, se hubiesen ido a casa contándoselo entre risas como una anécdota más", según ha expuesto.
"Está agresión no tiene ningún tipo de justificación, no provoqué, estaba indefensa y estaba completamente sola mientras que ellos eran tres", ha resumido.
La victima ha considerado que dieron por sentado que era lesbiana por su corte de pelo y decidieron creerse con el poder de agredirla solo por su apariencia, "aunque para este tipo de gente, les da igual que tengas pelo corto, pelo largo, chico o chica solo buscan el conflicto. Quién sabe qué hubiese pasado si en vez de pelo corto hubiese sido largo".
"No fue culpa de mi condición sexual que dieron por sobreentendida, no fue culpa de mi vestimenta (vaqueros negros y sudadera negra) y mucho menos fue mi culpa cruzarme con ellos. Luchamos continuamente por no vivir con miedo precisamente por gente así, pero a mis 21 años de vida me parece imposible irme sola a casa otra vez", ha subrayado.
"Quiero darle voz a todo esto porque la gente piensa que España es un país seguro o que estamos evolucionando cuando en verdad lo único que pasa es o que no se pilla a los que lo hacen o no nos atrevemos a denunciar por miedo a que nos pase algo más. No les tengo miedo a ellos, tengo miedo a que haya más como ellos y que estas cosas sigan pasando", ha aclarado.
Ha concretado sobre su estado de salud que fue operada hace escasas 24 horas, le han puesto placas y tornillos, entre otros elementos, y durante los próximos 40 días tendrá que comer a través de una pajita.
Ha agradecido a la Policía y al servicio de sanidad de Castilla y León, Sacyl, la cercanía y la tranquilidad que le han transmitido "en todo este caos".
"Sigo en shock porque no me creo que a mis 21 años me hayan obligado a vivir esto, solo espero que paguen por lo que me han hecho y ojalá, con darle voz, evite agresiones", ha expresado la joven.
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