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"Forzosos" frente a "forzosas", la letra que obliga a la ley del 'solo sí es sí' a volver al Congreso

La propuesta de ley volverá a la Cámara Baja a pesar de que fue aprobada por amplia mayoría en el Senado. El apoyo del PP a una enmienda de Junts, desata las críticas de algunos partidos y de Igualdad, que lo acusan de retrasar la ley.

Irene Montero ley del solo sí es sí en el Senado
Irene Montero en el debate de la ley del 'solo sí es sí' en el Senado el martes 19 de julio de 2022.

Se esperaba que fuera un día de celebración. El Ministerio de Igualdad contaba con que una de sus propuestas estrella, la ley del solo sí es sí, saliera adelante en el pleno del Senado este pasado martes. La deliberación de la norma en la Cámara Alta comenzó pronto. Poco después de las 11 de la mañana arrancó el debate de las enmiendas de la ley. La mayoría de los grupos parlamentarios habían presentado propuestas de cambio, así que la jornada pintaba que iba a ser larga. En total había que debatir 153 enmiendas que los portavoces de los distintos partidos defenderían punto por punto. También habían dos vetos a la norma, uno de Vox y otro del Partido Popular que se oponían a su aprobación, aunque se sabía de antemano que no alcanzarían la mayoría absoluta para que prosperaran. Los números no daban. Excepto por los grupos de la derecha y extrema derecha (que suman sólo 104 de los 265 senadores), el resto de la cámara quería que de allí saliera la mejor ley posible. 

La ministra de Igualdad, Irene Montero, había solicitado estar presente en la sesión del Senado para sellar el debate con unas palabras finales, algo a lo que tiene derecho, pero que no es habitual. 

La sesión duró casi cuatro horas. Al finalizar, Montero subió al estrado. En sus primeras palabras afirmó: "Para mí es un honor tomar brevemente la palabra ante ustedes el día que las Cortes Generales van a aprobar definitivamente la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual. El movimiento feminista nos dio un mandato muy claro a este Gobierno de coalición: convertir el solo sí es sí; el hermana, yo sí te creo; el no es abuso, es violación, en una ley que fuese capaz de proteger eficazmente a todas las mujeres frente a las violencias que sufren por el mero hecho de ser mujeres". Una alocución que duró ocho minutos y en la que desgranó algunos de los duros datos que deja la violencia sexual en nuestro país y agradeció el empuje de las mujeres y del feminismo que hizo posible la norma.

Cerca de las seis de la tarde comenzó la votación. Cuatro minutos después la enmienda número 93, una de las 35 presentadas por Junts per Catalunya, consiguió 130 votos a favor, 112 en contra y 17 abstenciones. "Queda aprobada", sentenció el presidente de la cámara. Dos palabras que devolvían el texto al Congreso de los Diputados para que vuelva a ser aprobado. Fue la única propuesta que salió adelante.

La enmienda modificaba una única letra al final de un párrafo del preámbulo de la ley para convertir en masculino plural la palabra "forzosas" y convertirla en "forzosos", que corregía un error que hasta el momento había pasado desapercibido tras el trámite en el Congreso. El final del párrafo debía leerse "...con el fin de identificar y dar respuesta a las violencias sexuales más ocultas, como la mutilación genital femenina, la detección de casos de aborto y esterilizaciones forzosos". Así lo dice literalmente el artículo 39 del Convenio de Estambul, de donde bebe esta frase.

solo sí es sí
Imagen del cambio de letra en la ley del sólo sí es sí. Público

La modificación supone establecer que los abortos son una violencia hacia las mujeres cuando son forzados, puesto que acabar la frase en "forzadas" solo haría referencia a las esterilizaciones. "Un matiz que, aunque parezca pequeño, no es menor", según afirman sus proponentes. La enmienda salió adelante con los votos de Junts per Catalunya, el Partido Popular, Izquierda Confederal (que incluye a un conglomerado de partidos de izquierda como Más Madrid, Compromís o Adelante Andalucía) y Esquerra Republicana-EHBildu.

La suma del PP a la enmienda fue una sorpresa para Junts y otros partidos

La suma inesperada del PP a la enmienda fue una sorpresa. Tal como relata a este diario el representante de Más Madrid en el Senado, Pablo Gómez Perpinyà, "no es muy normal que un grupo se apunte, por motivos instrumentales, a la enmienda de otro que no está en su órbita ideológica y no parece ético que lo haga para demorar el proceso legislativo". Pero el PP, tal como explica, ya lo hizo en el pasado para retrasar la Ley de los Presupuestos Generales. "Nosotros votamos muchas enmiendas, sobre todo si son de grupos progresistas, pero rechazamos las del PP y Vox por ideológicas. Cuando votas no sabes cuáles van a prosperar y cuáles no. De hecho pensábamos que se aprobarían más enmiendas que mejoraran la ley", añade, aunque resalta que su formación no presentó ninguna para asegurar que la norma se aprobara lo antes posible. 

Nada más acabar la votación, la decepción de Igualdad era patente. A la mañana siguiente, Irene Montero arremetía contra el partido de derechas. "Esta es la aportación del Partido Popular a la política española. Utilizar una letra para retrasar una ley que puede permitir al Estado proteger y acompañar de forma eficaz a las mujeres que son víctimas de violencias sexuales". "Estamos tratando de reconducir la situación para que la ley se apruebe ahora y si no puede ser así, efectivamente muestra el nivel del partido popular y del señor Feijóo en la política española". 

El Partido Popular niega la mayor, a pesar de los aplausos de sus senadores tras aprobarse la enmienda, de la sorna de su representante Javier Maroto en un tuit tras la votación o sobre el hecho de que votaran una enmienda de un partido alejado de su espectro ideológico sabiendo que las suyas propias no saldrían adelante. Fuentes de la formación popular comentaron a Público que "según los juristas esa letra podía generar inseguridad jurídica. No es sólo una letra. Una ley no puede generar dudas, ni por una letra, ni por una coma".

Junts per Catalunya defiende la enmienda aprobada, pero resalta su sorpresa por que fuera ésta la que pasara y no alguna de las otras 34 interpuestas por dicha formación, "que eran de más calado y trataban principalmente el tema de discapacidad y universidades, que hubiera mejorado mucho más la ley", explica a este diario su portavoz Maite Rivero Segalas. "No se puede prever quién votará una enmienda en el proceso parlamentario y con el revuelo que se ha montado tras la votación, rechaza que se vea a Junts per Catalunya como la responsable de que la ley sufra un retraso". 

"Se ha montado revuelo porque parece que en el Senado no se tiene que modificar nada y no es así. La ley no se retrasa por culpa nuestra", sentencia. Lo que no puede ser noticia, insiste, es que el Senado apruebe modificaciones para mejorar una ley y carga contra el corto tiempo que ha tenido la Cámara Alta para revisar la norma y proponer enmiendas. "La ley ha estado 16 meses parada en el Gobierno por discrepancias entre sus socios. Luego pasó seis meses en el Congreso y en el Senado tuvimos solo 12 días desde que entró y acabó el período de enmiendas y fue debatida en un pleno extraordinario porque se había terminado el período de sesiones". Rivero lamenta que finalmente la ley vuelva al Congreso con una modificación menor y no con propuestas de mejora de más calado presentadas por distintos grupos. "Nosotros queríamos que la ley saliera adelante con la mayor rapidez, pero también alcanzar el mejor texto posible". 

Tal como afirmó Igualdad la misma tarde de la votación y la ministra Montero horas después, el equipo que dirige estuvo buscando una solución para intentar salvar la ley antes del verano. Tal vez un manifiesto conjunto firmado por todos los grupos políticos de la Cámara Alta, que impidiera devolver la ley al senado por un error gramatical.

Pero los procedimientos parlamentarios están marcados por la Constitución y el presidente del Senado envió el texto a la Cámara Baja una vez concluida la sesión. Fuentes del Senado confirmaban a este medio que "no hay marcha atrás. La ley debe volver al Congreso". No es probable que lo haga antes de que de comienzo el nuevo período de sesiones en septiembre, puesto que el actual ha acabado y no está previsto ningún pleno extraordinario.

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