Las mujeres, arma arrojadiza en la política del fango: de los ataques de Milei a los bulos machistas
Los ataques contra la esposa de Pedro Sánchez o las ministras de su Gobierno por parte de Javier Milei son un ejemplo más para desacreditar a las mujeres políticas o usarlas como un instrumento contra el oponente.
Madrid-Actualizado a
La desinformación de género y los ataques a las mujeres son dos de las claves de la política del fango. Un ejemplo de ello son los insultos de Javier Milei contra la esposa de Pedro Sánchez y las ministras de su Ejecutivo. La tensión manifiesta entre el Gobierno argentino y el español en los últimos meses desbordó el vaso el pasado fin de semana cuando el líder de ultraderecha insultó a Sánchez y llamó "corrupta" a Begoña Gómez.
A pesar de las peticiones reiteradas de disculpas, ni Milei pidió perdón ni paró la maquinaria de descrédito contra las mujeres del entorno del líder socialista. El argentino representó el modelo político que "instrumentaliza" a las mujeres o alienta bulos en su contra para desautorizarlas.
En una entrevista en el canal de televisión argentino Todo Noticias, el líder de ultraderecha acusó a Pedro Sánchez de "cobarde" y de meterse "abajo de las polleras -faldas- de las mujeres". "Que las mujeres tengamos voz y autonomía no es cobardía, es igualdad", le respondió este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministras, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría.
Usar a las mujeres como "arma" electoralista
Las declaraciones de Milei reflejan cómo las mujeres son objetivo de buena parte de los ataques en política. Por un lado, alentó las acusaciones de corrupción contra Begoña Gómez del sindicato ultra Manos Limpias y, por otro, intentó humillar al presidente a través de las mujeres políticas de su entorno.
No suele suceder que se ataque a una mujer a través de los hombres de su entorno", explica Isabel Menéndez, experta en feminismos
"Cuando hablamos de la pareja de un político en activo, se le añade la cuestión de un sexismo explícito. No suele suceder que se ataque a una mujer a través de los hombres de su entorno", explica la catedrática de la Universidad de Burgos y experta en feminismos, Isabel Menéndez.
La experta ve una clara "instrumentalización" en los ataques al entorno femenino del presidente. Insultos que compara con las ofensivas machistas que reciben las mujeres cuando ocupan puestos de poder. Menéndez opina, sin embargo, que el tono se ha ido recrudeciendo.
"Hoy hay un grado de beligerancia mayor con los ataques contra las mujeres, sobre todo, por la presencia de más mujeres de izquierdas en la política. Si antes era sexista, ahora ya es agresivo e irrespetuoso. No digo que antes no hubiera machismo pero era en términos más políticamente correctos. Ahora la terminología no es comedida, vemos acusaciones muy duras y parte de los medios actúan con complicidad", asevera.
Para Isabel Muntané, profesora del Màster de Género y Comunicación de la Universitat Autònoma de Barcelona, la lógica de Milei detrás del insulto a Begoña Gómez es utilizar su figura como "arma arrojadiza" para desacreditarle. La experta ve dos dimensiones en el problema de atacar a las mujeres. Por un lado, considerarlas objeto de ataque en campaña política y, por otro, negarles el espacio público.
Apartar a las mujeres de la política con bulos machistas
Las mujeres en política están en la diana de la desinformación de género. Esta práctica emplea relatos falsos o manipulados contra las mujeres que ocupan el espacio público para dañar su imagen y acallarlas. Irene Khan, relatora especial de Naciones Unidas para la Protección del Derecho a la Libertad de Expresión, lo ha definido como un "subtipo de violencia de género" que busca "disuadir" a las mujeres de participar en la política.
Desinformación de género: práctica que emplea relatos falsos y manipulados contra las mujeres en política
Algunas de estas desinformaciones pasan por atribuir a las mujeres medidas falsas y decir que buscan mermar la libertad de los hombres. Como ocurrió con los numerosos bulos sobre la ley del 'solo sí es sí' en la pasada legislatura. Otras simplemente inventan relatos sobre la vida privada de las mujeres y no tienen nada que ver con su práctica política.
"Un caso paradigmático es el de Irene Montero. Primero, se la atacó por ser la 'mujer de' y después por ser una mujer en política. Aquí se ven las dos formas en las que se carga contra las mujeres", explica Lidia Núñez, politóloga y miembro de Ideas en Guerra. La exministra de igualdad y su equipo han sido atacadas tanto colectiva como individualmente en numerosas ocasiones.
A Montero se la ha atacado con mentiras de todo tipo: desde incrementos desorbitados de su patrimonio a raíz de entrar en política hasta acusarla de viajar a Nueva York con dinero público. Viaje que hizo en visita oficial. El PP, Ciudadanos y Vox llegaron a decir en septiembre de 2022 que la entonces ministra alentaba a la pederastia por unas declaraciones cortadas y difundidas en un vídeo en las redes sociales.
Y esto se repite contra muchas de las mujeres que se posicionan en primera línea. El 28M, con las elecciones autonómicas y municipales, otras dos políticas volvieron a estar en el blanco de los bulos de la ultraderecha: Ada Colau y Mónica García. De la primera se llegó a decir que se había ido a vivir a un piso de lujo y de la segunda, que sus hijos iban a un colegio privado.
Isabel Muntané considera que se intenta "aleccionar" a las mujeres para silenciarlas
Según Isabel Muntané, cuando se ataca a una política con mentiras sobre su gestión o su vida privada, se intenta "aleccionar" a las mujeres para relegarlas al plano privado. Una opinión en sintonía con los estudios de desinformación y perspectiva de género más recientes. Como el estudio El estado mundial de las niñas de Plan International que explica cómo influencian estas campañas negativamente a las jóvenes y niñas y su visión del liderazgo.
Mentiras de gran calado que no tienen reparación
A partir de aquí, los bulos adquieren formas más o menos sutiles. En opinión de la experta, es más "sencillo" desarticular una mentira "burda" como la difundida sobre la identidad sexual de Begoña Gómez -se dijo que era una mujer trans- que los ataques sistemáticos que niegan la profesionalidad de las mujeres políticas. Como ocurrió con Irene Montero, Ada Colau o Mónica Oltra. "Las mujeres son un blanco más fácil porque la sociedad aún no ha tomado conciencia de que tenemos mirada crítica y ocupamos el espacio público. Los bulos machistas corren muy rápido y calan más socialmente", explica la profesora.
Muntané, sobre la inexistencia de procesos de reparación de los bulos: "¿Quién reparará (a Begoña Gómez) después de esto? El daño ya está hecho"
Pero la desinformación de género viene de lejos. Para Isabel Menéndez hubo un antes y un después en la manera de entender esta práctica tras el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Las ocho ministras socialistas en aquel momento aparecieron en la revista Vogue. Por aquella portada, el Partido Popular llegó a pedir la comparecencia de las políticas en el Congreso. "Ahí se vio que la persecución a las mujeres excede todos los límites. Va más allá de lo político. Y si además se declaran feministas, está asegurado el tratamiento negativo", zanja Muntané.
Como contrapartida, la reparación cuando se descubre falsa la información es mucho más lenta. De hecho, este martes se conocía la noticia de que la Guardia Civil no había encontrado indicios de delito de tráfico de influencias en la actuación de Begoña Gómez, como recogía un informe adelantado por el diario El País. "¿Quién la reparará después de esto? El daño ya está hecho. Ni siquiera los medios que difunden la mentira hacen un proceso de reparación para restaurar la imagen de la víctima de difamación. Y solo tenemos que ver las consecuencias en casos como el de Mónica Oltra", explica Muntané.
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