España se sitúa en sexto lugar en el Índice Europeo de Igualdad de Género relativo a 2020, según ha comunicado este lunes el Instituto de las Mujeres. Se incrementa así en 0,9 puntos con respecto al año 2019.

Este índice mide los avances en igualdad en una escala que oscila entre el 1 (desigualdad total) y el 100 (equilibrio perfecto entre hombres y mujeres) a través de la medición de distintos parámetros. El último estudio concluye que la actual situación media de la Unión Europea es de 68,6 puntos. Este resultado confirma que los progresos en materia de igualdad tienen un crecimiento consecutivo de tan solo 0,6 puntos por año (el mismo resultado extraído de la comparativa de datos entre 2018 y 2019). 

Sin embargo, lo verdaderamente alarmante no es este "insignificante" avance, sino los descensos registrados en las puntuaciones de varios índices fundamentales. Sin duda cabe destacar una considerable caída en la tasa de participación en el trabajo. Lo que implica que cada vez es mayor la probabilidad de que las mujeres pasen un menor número de años empleadas, mermando así sus perspectivas laborales y su derecho a adquirir una pensión digna.

El impacto de la pandemia

El informe del Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE) recoge los datos del 2020 y constata que la pandemia de la covid-19 ha tenido un impacto mayormente considerable en las mujeres que en los hombres. 

En ese año participaron menos mujeres que hombres en actividades de educación formal e informal. Y a medida que la covid-19 generó una presión sin precedentes en el sector sanitario, la igualdad de género acusó descensos en aspectos tales como el estado de salud y el acceso a los servicios sanitarios.

Si se ha obtenido un ligero crecimiento entre 2019 y 2020 ha sido gracias a los avances en el ámbito del poder político. Durante el año de la pandemia aumentó el número de mujeres en puestos de toma de decisiones económicas y políticas, crecimiento vinculado a la introducción de cuotas fijadas por ley en algunos Estados miembros de la UE. De no ser por esta mejora, el índice habría sufrido una disminución general de la puntuación.

Para la directora del Instituto Europeo de Igualdad de Género, Carlien Scheele, "estos resultados subrayan la importancia del acuerdo político alcanzado por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE el pasado junio para mejorar el equilibrio de género en las directivas. Sin duda, la legislación es fundamental en el camino hacia la igualdad". 

Este índice mide desde el año 2010 los progresos en materia de igualdad dentro de los países miembros de la Unión Europea con el objetivo de dar mayor visibilidad a las áreas que precisan de una mejora y ayudar a las instituciones a diseñar políticas de igualdad más efectivas. Además, al tratarse de un informe anual los estados pueden llevar a cabo un seguimiento de su evolución en materia de igualdad, tanto a nivel temporal como en comparación con los demás países europeos. 

Disparidad entre países 

Tan solo diez países de la Unión superan la media establecida, encabezados por Suecia y Dinamarca, que suman un total de 83,9 y 77,8 puntos respectivamente, seguidos de cerca por Holanda y Francia. A pesar de que España se encuentre en esta franja, tan solo ha crecido en 0,9 puntos desde el pasado año, lo que dista de los 1,7 puntos de crecimiento conseguidos entre el periodo de 2018 y 2019.

Por el contrario, 17 países tienen un índice de igualdad por debajo de la media europea y, de ellos, siete presentan marcas inferiores a los 60 puntos. Grecia, Rumania y Hungría siguen presentando los valores más bajos de la Unión.  

Las características concretas del año de la pandemia

El informe anual cada año se centra una temática concreta, el índice del 2020 del EIGE analiza el impacto socio-económico de la pandemia en materias de igualdad a través, principalmente, de factores relacionados con el ejercicio de los cuidados: hacia grupos de riesgo, la crianza de los niños o la necesidad de una jornada laboral más flexible para el atendimiento de los otros.

Una encuesta complementaria en línea puso de manifiesto un aumento de las responsabilidades asistenciales generales durante la pandemia debido a la crisis sanitaria. Sin embargo, lo preocupante es que dicha responsabilidad no se repartió de manera equitativa entre hombres y mujeres.

Esto es especialmente cierto en el caso de los servicios de atención a la infancia de alta intensidad, en los que el 40% de las mujeres, frente al 21% de los hombres, pasan al menos cuatro horas en un día de semana normal atendiendo a niños de corta edad. La brecha de género en el trabajo doméstico, intensivo en tiempo, también se amplió durante la pandemia, ya que el 20% de las mujeres, frente al 12% de los hombres, realizan tareas domésticas durante al menos cuatro horas al día.