El juez ha acordado prisión comunicada y sin fianza para el presunto asesino de su pareja, Fátima, de 45 años. Los hechos ocurrieron el pasado sábado 27 de enero en Torroella de Montgrí (Girona), municipio en el que ella residía. 

El juzgado de Instrucción 4 de la Bisbal d'Empordà (Girona), con competencias en materia de violencia sobre la mujer, ha decretado la orden de prisión provisional y mantiene abierta la causa por un delito de asesinato.

Los investigadores creen que el acusado, que se ha acogido a su derecho a no declarar ante el juez, apuñaló a su pareja, Fátima, entre las 17.00 y las 18.30 horas del pasado sábado 27 de enero. Su cuerpo fue encontrado el domingo en el interior de un coche gracias a la localización de su móvil, aunque los familiares de la víctima denunciaron su desaparición el sábado.

Según el entorno de la víctima, hacía unas dos semanas que Fátima quería acabar con la relación por las constantes vejaciones y humillaciones.

Entre las pruebas o indicios contra el acusado figura la grabación con una cámara que captó desde lejos a un hombre al salir del coche donde apareció muerta la víctima, en la zona de la desembocadura del río Ter, aunque no se le reconoce claramente.

Sin embargo, otra cámara le grabó cuando volvía andando al núcleo urbano de Torroella de Montgrí y la ropa que llevaba, localizada en el registro de su domicilio, dio positivo en sangre, según fuentes cercanas a la investigación.

Según ha testificado un compañero de piso del acusado, cuando este llegó a la vivienda el día del asesinato lavó su ropa a mano en la ducha. La familia de Fátima también ha declarado que, cuando empezaron a preocuparse por la ausencia de la mujer, él no se interesó por ella y no participó en su búsqueda y que cuando se encontró el cadáver de la mujer huyó de la localidad.

Así, el hombre de 39 años fue detenido por los Mossos sobre las 11.30 horas del pasado martes en la estación de autobuses de Flaçà (Girona). La tarde de ese mismo día, agentes registraron el domicilio del arrestado en búsqueda de pruebas sin que, hasta el momento, hayan podido hallar el arma del crimen.

Al día siguiente, miércoles, el detenido se negó a declarar ante los Mossos y no se pronunció sobre los indicios que le incriminan, como el hecho de que el sábado por la mañana fue grabado con la víctima en el bar donde trabajaba.