- ¿Ha leído usted la lista de los 40 éxitos principales del PP?

- No. Me lo tiene prohibido el médico por lo de la tensión.

- Pues debería leerlo. Es impresionante lo mucho que han conseguido en tan poco tiempo.

- Mire, déjese usted de coñas.

- Qué no son coñas. Es un argumentario que han repartido a sus cargos para que lo hagan saber a los ciudadanos.

- Como si fuera la lista de la lotería, ¿no? Mire, lo más inmoral que va a ocurrir en España durante al menos este año es la conformidad con la que aceptaremos que la incuestionable mejoría económica se ha hecho a costa de los más desprotegidos y de la no sé si bien o mal llamada clase media. Eso sí que es impresionante. Lo asumiremos y terminaremos entendiéndolo como normal. Yo conozco a un niño al que los Reyes le han traído un lingote de oro, literalmente, y a otro al que, también literalmente, le han traído únicamente un caramelo recogido por su madre en la Cabalgata. Y no es mentira ni demagogia.

- ¿Y qué quiere que hagamos?

- Protestar.

- Protestar no sirve de nada, se lo pasan por el forro.

- Eso lo dirá usted. Sin ir más lejos, mire lo de los médicos de Madrid que han conseguido parar la privatización. La palabra es la expresión suprema del descontento. Es necesaria la Revolución de las palabras.

- Lo que usted diga. En Valencia, en Alfalfar, se han presentado 100.000 personas para 400 puestos de trabajo en Ikea. Y no creo que den sueldos maravillosos. La gente tiene que tragar.

- Razón de más para comprobar el camelo de eso que dice usted de los éxitos del PP. Lo menos que se nos puede pedir a los españoles es que estemos cabreados.

- Ya. Putas y apaleadas. Lo que nos faltaba, agriarnos el carácter.

- El cabreo dignifica a las personas. Demuestra que no son borregos.

- Borregos o no, la gente lo que quiere es comer. Y no meterse en luchas políticas. Además, ¿usted nota lo de la mejoría económica? Porque yo no la noto.

- Pues es cierto certísimo. Hay que reconocerlo.

- Pero en Europa hay un paro del 12% y en España del 26 reconocido.

- Bueno, pero la gente va trampeando.

- Eso sí. España es un país de trampas. Hay embustes y trampas en todo. ¿El informe ese habla del veintipico de españoles que viven por debajo del umbral de la pobreza?

- No.

- ¿Y de los dos millones de niños que no pueden hacer tres comidas al día o tomar carne al menos una vez por semana?

- Pues tampoco. Pero habla de otras muchas cosas buenas.

. ¿De la corrupción en su partido, tal vez, la doble contabilidad y los sobresueldos y todo eso?

No. Pero no sea usted extremista, nadie es perfecto.

- ¿Extremista? Mire, no me acuerdo de sus muertos por respeto.

- Pues usted mucho hablar, pero de la posibilidad de una revolución de verdad, ¿qué hay, cómo lo ve usted?

- Nada de nada. Ninguna. Hace falta mucha más hambre.

- Usted es que todo lo fía a la economía.

- ¿Usted no?

- No. Hay otros valores. La educación, la cultura, la religión, la seguridad…

- Tener cuenta en Suiza… Mire, eso sí que son palabras vacías. Puro conformismo. Mire, la mitad de los jóvenes aceptarían un empleo sin importarle el salario.

- Si es que para los españoles la vida se ha convertido en una lotería.

- Sí; en la que le toca siempre a los mismos: a los que están de acuerdo con la lista del PP. Nos han deslomado y encima nos chulean. Usted fíese de mí: proteste. Solo la protesta nos hará libres.

- Venga, vamos a la cola de Cáritas.

_____________________________-

Gota ÓPTICA: Subirá del 10 al 21% el IVA de gafas graduadas y lentillas.