Opinión
La AVT, excomulgada
Por Javier Vizcaíno
Como si no fuéramos a notar que esta nueva saña demuestra que la necrofilia era pura pose a mayor gloria del bolsillo y la ideología, Isabel San Sebastián se unía al pelotón de emponzoñamiento desde su columna en El Mundo. Su tesis, vaya sorpresa, es que hay víctimas buenas y malas: “Lo más sencillo es constatar que a quienes se empeñan en remover escombros ensangrentados, como la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M o el Foro de Ermua, se les condena a la inanición mediante el recorte de subvenciones, mientras los mansos, los conformistas, los que renuncian a personarse en causas como la del chivatazo a ETA, gozan de la generosidad del bien surtido pesebre público”.
Españoles ejemplares y olé
Triste sino, el de la AVT. Ha perdido toda posibilidad de formar parte de la lista de Españoles ejemplares, certificado expedido por una camarilla que se hace llamar Defensa de la Nación Española, que acongoja más que su acrónimo, Denaes. Entre los penúltimos agraciados por esa especie de ISO 900 de lo más rancio se cuenta Libertad Digital, que en un ejercicio de onanismo periodístico, cedía sus páginas a los premiantes para que les alegrase la oreja piando el porqué del premio: “Su mérito, como el de todos los españoles que ellos mismos representan, no es otro que el de afirmarse frente a quienes mediante el terrorismo, de sangre o de cuello blanco, pretenden que España no exista”.
Para la próxima edición propongo a Hermann Tertsch, que ayer decía en ABC: “Si tuvieran posibilidad para hacerlo, nos dejarían morir a otros muchos en mazmorras de la Cheka, y no precisamente de la cubana, sino aquí, en el centro de Madrid. Hay precedentes, como algunos de Ustedes recordarán”. Alguien debería explicarle que, aunque suene parecido, cheka no tiene nada que ver con Chueca.