Que alguien crea, incluidos los votantes del PP, que Rajoy va a arreglar la crisis y solucionar el desempleo.

Todo lo que haga Zapatero.

Los sueldos de alcaldes, presidentes de Comunidades autónomas y pensiones vitalicias de ex presidentes de Gobierno y ex presidentes de Comunidades autónomas.

Que los ex ministros sigan cobrando durante dos años el 80% de sus sueldos, aunque ya trabajen en otra ocupación.

En definitiva, que nadie cobre más que el Presidente del Gobierno (90.000 euros), incluidos presidentes del Tribunal Constitucional, presidentes del Tribunal Supremo, presidentes del Tribunal de Cuentas, presidentes del Consejo de Estado, ¡y hasta consejeros y viceconsejeros de Comunidades autónomas!

Nadie proponga en sus programas reformas de la Constitución.

La inmunidad parlamentaria de diputados y senadores, de forma que pueden decir lo que les venga en gana.

Los más de 6.000 millones de euros que recibe del Estado la Iglesia Católica, y se alegue su importantísima labor social, cuando a ésta solo dedica 250 millones para todo el mundo, de ellos 45 para España.

Que muchos tengan dos o más trabajos oficiales.

Que los más de 4.500 jueces que hay en España digan unánimemente que sí son independientes, sin que nadie les presione, coaccione o intimide, y los españoles no les crean.

Que creamos en la justicia, pero solo si decide lo que nosotros creemos.

Que se haya establecido en la Constitución una reforma para limitar el techo de déficit, pero no se establezca por abajo una reforma del límite de medidas que empobrezcan a los españoles.

Que no se supriman de golpe al menos la mitad de los coches oficiales.

Que se privatice, como ya se ha hecho y se sigue haciendo, la gestión de la Sanidad, convirtiéndola en un negocio privado.

Que se den subvenciones a colegios más que ultraconservadores, como Opus Dei y Legionarios de Cristo.

Que la prensa sea tan sesgada.

La irracionalidad de la gente, incapaz de analizar lo que le cuentan. Ésta y la anterior son la base de nuestras desgracias.

Que prometan una cosa y hagan otra.

Que no prometan nada y ganen.

Que los maestros y docentes no sean considerados ciudadanos de primerísimo rango y valía.

Que creamos que tenemos todos los derechos y ninguna obligación.

Que nos digan que todavía hay que moderar más los salarios. Y que lo digan quienes no se los moderan.

Que el Gobernador del Banco de España aún no haya dimitido.

Los poseedores de la verdad. Y más los poseedores de la mentira.

La mala baba.

La zafiedad.

Aprovecharse del anonimato.

Que Dios no dé señales de vida.

Que los ex opinen.

Que alguien diga cuando alguien se muere: Era muy amigo de sus amigos.