Nací con una guerra civil, y seguramente moriré con un corralito. Soporté, soportamos 40 años de dictadura y 36 de democracia, que al final se ha degradado hasta lo inverosímil. Y sin embargo estoy agradecido a la vida. He tenido una modesta pero aceptable vida económica, al contrario que tantos conciudadanos que no la han tenido ni tienen. Y eso me conmueve e irrita.

Hemos sido incapaces de crear una sociedad mínimamente justa y equilibrada. La codicia de unos ha desarbolado la supervivencia de los demás. Con el beneplácito de los rectores políticos que reiteradamente hemos elegido. Nos han integrado en un mundo total de violencia, hambre y capitalismo extremo. Nos han contado, sin explicarlo, que sin ello todo sería peor. Y no tenemos los medios para comprobarlo. Nos humillan económica y moralmente hasta donde les place, siempre vigilantes a que les seamos rentables. A los jóvenes los echan, no se van por su voluntad. Son los dueños de nuestras vidas y destinos. Utilizan la fuerza cuando y como les conviene. Es imposible salirse de la galaxia.

Nos han desposeído hasta de la posibilidad del trabajo. Vivimos en la cárcel vigilada de la libertad. Y aún así ansiamos ser esclavos de esa situación inhumana de no poder asegurar el pan o la vivienda ni tampoco el futuro.

Muchos somos cobardes, o pesimistas, o las dos cosas.

Votamos como ellos quieren, con el sistema que más les favorece y deciden, sin darnos margen para el cambio.

Algún crimen horrendo ha cometido el mundo para que todo vaya tan mal, y paguemos culpas por actos que no cometimos. Nadie nunca nos ha explicado por qué y cómo se produjo esta hecatombe. Nunca y nadie nos ha explicado, o yo no he sido capaz de entenderlo, por qué nuestro país tiene que soportar una estadística de paro tan brutal y tan por encima de todos los países de la unión a la que pertenecemos. No sabemos qué remedio hay contra ello.

Los reyes son de papel mojado, pero los presidentes de gobierno son de hierro sin forjar.

Y a pesar de todo la esperanza permanece. Los afectos se ocultan tras un nick anónimo, pero que huelen a verdad. Aunque seamos el blog de los amigos desconocidos y los ciudadanos solitarios, más allá o además de la familia. Nos une el deseo de mejora, dentro de nuestra dispersión y diversidad. No somos, ni lo seremos, zombis como los políticos ni como los altos ejecutivos. Somos simplemente decentes. En nuestra desventura somos comprensivos con los demás, no sabemos si lo seríamos sin desventura.

El placer de existir y resistir. Ése es el resumen y nuestro patrimonio.

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Gota URDANGARINESCA: ¿Está Urdangarin recibiendo el mismo trato que cualquier otro imputado? Esperemos que se proceda al embargo de parte de su sueldo (se supone que magnífico) en su nuevo trabajo de ayudante del equipo de balonmano de Qatar y ello sea para cubrir las responsabilidades civiles que se le están exigiendo.

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Gota THATCHERIANA. Ha muerto Margaret Thatcher, una mujer importante y que pasará a la historia como gobernante, pero que ha sido la causante, conjuntamente con Ronald Reagan, del sufrimiento que estamos padeciendo los europeos, con su política del libre mercado llevada al paroxismo, con sus privatizaciones absolutas, anulación de los sindicatos, enfrentamiento a las huelgas especialmente a los mineros venciéndolos por el hambre tras dos años de huelga, su racismo, y su adhesión inquebrantable al dictador Pinochet.