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Ladislao Martínez, Ladis, el ecologista cabal

La inesperada noticia del fallecimiento de Ladis nos ha golpeado a quienes (muchísimos) compartíamos sueños y luchas con él. Sus últimos meses cierto es que han sido muy duros para él, pero estábamos seguros que pronto lo veríamos como siempre: dinámico, irónico, organizando. Si alguien ha representado la trayectoria del movimiento ecologista en nuestro país, ese es Ladis. Su muerte nos deja sin el amigo, un amigo de verdad, generoso, inteligente, solidario, entrañable... Pero también sin su mucho saber como referente del ecologismo social y de la ecología política. Intervino tanto en el movimiento social como en la lucha política. Durante décadas estuvo en el centro de la acción y la reflexión en múltiples campos: siempre en defensa de los de abajo, siempre denunciando el ecocidio.

Tuve la suerte de conocerle en el movimiento pacifista de los años ochenta a la vez que a Ramón Fernández Durán. Concretamente en la Comisión Anti-Otan que se reunía en el local de Aedenat de la calle Campomanes de Madrid, dónde tantas iniciativas de movilización social se prepararon. Además de luchar por el referéndum para la salida de la Alianza y contra las bases americanas, contra la 'mili' o contra la visita de Reagan, impulsamos junto a Jaime Pastor una imaginativa campaña contra el uso de los vehículos privados que atoran e intoxican Madrid, bajo el lema El coche devora la ciudad.

En la brecha desde 1980, fue fundador de Aepden, luego Aedenat que finalmente configuró Ecologistas en Acción con otras organizaciones, y puedo decir que me abrió los ojos a la dimensión ecologista de la crisis civilizatoria en la que estamos sumidos. A partir de ahí compartimos el mismo recorrido político durante 40 años bien en la lucha contracorriente y en minoría frente al cambio climático, bien intentando formular propuestas para la izquierda y los sindicatos tanto en el campo de la energía, como en de la democracia o en el de las alternativas anticapitalistas.

Defensor de primera hora de las energías renovables contribuyó a la redacción de varios planes energéticos cuyo objetivo era minimizar el impacto basándose en el ahorro y eficiencia energética y en la sustitución de la energía nuclear y fósil por las fuentes limpias alternativas. Fue representante del movimiento ecologista en el Consejo Consultivo de Hidrocarburos de la Comisión Nacional de la Energía. Promovió de forma incansable la actividad antinuclear. Pero su acción también abarcó la lucha por defender el carácter público de los bienes esenciales y comunes: fue el alma mater de la Plataforma Contra la Privatización del Canal de Isabel II; así como en la lucha desde Attac contra el modelo de globalización capitalista hijo de la financiarización neoliberal. En tanto que profesor de enseñanza secundaria en Vallecas participó activamente en la Marea Verde.

Ha sido uno de los mejores y más agudos conocedores del oligárquico sistema eléctrico español al que ha puesto al descubierto en numerosos artículos precisos, documentados e incontestables. No se prodigaba mucho escribiendo, pero ¡qué bien escribía! como se puede comprobar en sus trabajos en Viento Sur, revista de la que formaba parte de su Consejo Editorial.

Se definía como ecosocialista. Su compromiso político se plasmó en su militancia en Izquierda Unida, en la que fue coordinador federal del área de ecología y dónde fue uno de los dirigentes más conocidos de Espacio Alternativo, más tarde impulsó la propuesta ecologista desde Izquierda Anticapitalista, activista del 15 M, se sumó de forma entusiasta a la creación de Podemos, siendo uno de los impulsores del Círculo 3E (Economía, Ecología y Energía) y en su querido barrio de Cuatro Caminos-Tetuán.

Quienes le tratamos en los últimos meses sufrimos con su sufrimiento. Hoy compartimos el dolor con Carmen.

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