Opinión
Bomberas
Por Alejandro Sánchez y Loreto Arenillas
-Actualizado a
La profesión de bombero o bombera es una de las más estereotipadas del mercado laboral. En España, sólo contamos con un 1% de mujeres en total de plantilla en el curso 2021, y en la Comunidad de Madrid la media es menor, dejándonos en un 0.7%.
Pero es que además las pruebas físicas de acceso están sobrevaloradas, de tal forma que la puntuación de los y las aspirantes depende directamente de las marcas que realicen. No es que se exijan unos mínimos lógicos en una profesión que requiere una preparación excelente para hacer frente a situaciones de emergencia, es que sé sobre puntúa a las personas que obtienen mejores marcas, como si estuviéramos seleccionando atletas para las Olimpiadas. Esto, obviamente, favorece sobremanera a los hombres, más fuertes por lo general, y discrimina claramente a las mujeres.
No es casualidad, por tanto, que se presenten tan pocas mujeres a las pruebas para entrar en el cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid. Si en 2019 se presentaron 56 mujeres de más de 2.000 aspirantes y sólo accedieron 2 (menos del 0,1%), en las de 2022 solo se han presentado 31. En la actualidad de 1.527 profesionales tan sólo 50 son mujeres y, de ellas, solo 10 ocupan puestos de bombera o bombera conductora.
La autoexclusión a presentarse a las pruebas es consecuencia de dos circunstancias que se retroalimentan. Por un lado, en los roles o estereotipos de género y la falta de referentes femeninos, y, por otro, en la dificultad de las pruebas físicas, tanto por su diseño como por su puntuación.
Tenemos que tener muy claro que cuando una mujer no puede acceder a un puesto de trabajo por el hecho de ser mujer se esta produciendo una discriminación machista. En este caso, escondida bajo el falso debate de la seguridad o la excelencia.
Leíamos en redes, múltiples mensajes a nuestra propuesta de igualdad de trato en las pruebas de acceso al Cuerpo, que manifestaban, no de manera muy educada precisamente, que, en caso de estar en peligro, querían ser salvados por los mejores y que les daba igual si esos mejores eran hombres o mujeres. Pues bien, aquí radica otro de los problemas, la concepción de quienes son los mejores también está construida a través de un sesgo machista.
Si en unas pruebas de acceso, como es el caso de la Comunidad de Madrid, las pruebas físicas están pensadas para que los mejores sean aquellos que tienen más fuerza en los miembros superiores, las mujeres nunca podremos adquirir esa calificación pues existe la constatación empírica de que la diferencia de fuerza entre hombres y mujeres en la parte superior del cuerpo es notable, tanto que las mujeres suelen tener entre un 40% y un 50% menos de fuerza en esta parte del cuerpo.
Sin embargo, y para quien nos pudiera decir que es imprescindible la fuerza para formar parte del cuerpo de bomberos, hay que recordarles que si pudiera ser así a finales del siglo XIX cuando se crearon los primeros cuerpos de bomberos modernos, ya no lo es en la actualidad. Las necesidades y demandas de la sociedad han cambiado mucho y las necesidades del cuerpo de bomberos ya no son solo apagar incendios, sino participar en muchas situaciones de emergencia, como pueden ser inundaciones, caídas de árboles, accidentes de tráfico, etc., etc., siendo además la prevención de riesgos un apartado que ocupa una posición muy relevante en las funciones del cuerpo.
Además debemos recordar, que los retenes y brigadas deben estar formados por personas con distintas habilidades y características, porque cuando se atienden emergencias no se necesita solamente la fuerza. Por ejemplo, puede ser igual de importante reptar por un hueco estrecho, manejar una escala o conducir un camión, que levantar mucho peso en el press de banca.
Por todo ello, lo que pedimos no es que se suavicen las pruebas de acceso, sino que se tengan en cuenta la diversidad de necesidades dentro del cuerpo de bomberos y también la diversidad de nuestros cuerpos. De esta manera estaremos abriendo la mirada y actualizándola al siglo XXI consiguiendo algo tan importante como no dejarnos cualidades y talento femenino por el camino.
Desde Más Madrid tenemos muy claro que si no se actualiza la manera de entrar al cuerpo de bomberos, y por el contrario se endurecen aún más las pruebas físicas como parecen tener en mente en la Consejería, vamos a usar todos los medios a nuestro alcance, incluidos los tribunales, para denunciar al Gobierno de Ayuso. Entendemos que se está vulnerando la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres para la regulación del acceso a un empleo público, así como el objetivo de igualdad de garantizar el derecho a la libre elección de profesión que consagra el artículo 35 de la Constitución.
Consideramos que las administraciones públicas aún no están tomando medidas significativas para evidenciar esta desventaja de las mujeres en el acceso a este tipo de empleos y aplicar medidas correctoras efectivas que anulen esta situación discriminatoria. Y por ello, y porque no es la primera vez que tenemos que levantar la voz para superar un obstáculo machista que señala a las mujeres como menos capaces que a los hombres, vamos a apostar por cambiar esta mirada según la cuál solo los hombres pueden acceder a determinados trabajos, como es el caso del cuerpo de bomberos.
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