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Arcadi Oliveres, Vicenç Navarro, Joan Subirats y Pere Camps, impulsores de 'Els Comuns'

La defensa de la soberanía de Catalunya, en sentido amplio, es "elemento clave" para la construcción de un nuevo espacio político

Gerardo Pisarello, Xavier Domènech y Arcadi Oliveras.

MARIÀ DE DELÀS 

El 'nuevo sujeto político catalán empieza a cobrar forma. El núcleo impulsor pone el acento en la novedad de su proyecto. "No nos identificamos con los partidos tradicionales", "entendemos la política de una manera diferente", dicen, a la vez que se declaran portadores de "nuevos proyectos y nuevas soluciones".

Han epezado a poner nombres y apellidos al grupo, que llegará a estar conformado por unas 80 personas aproximadamente y que está dispuesto a dar vida al nuevo espacio político. Ciertamente en su mayor parte, el grupo de personas "impulsoras" que han dado a conocer a este diario está formado por gente más bien joven, no muy conocida y con un alto nivel de formación académica.

Es el primer resultado de la reunión que mantuvieron el domingo pasado en la que debatieron ampliamente sobre un texto, un manifiesto, todavía no definitivo, que ha de servir de llamamiento para la construcción, según dicen, de una "alternativa nacional y popular, soberanista y social, que sea capaz de articular un proyecto para todos los catalanes y catalanas.

Nueva política y tradición

Sus impulsore se reclaman de la llamada "nueva política", porque creen que el actual sistema debe regenerarse. "No da más de sí con los actores que lo han gestionado desde la Transición hasta ahora", aseguran.

Pero al mismo tiempo proclaman que vienen "de lejos". "Recogemos el legado de todos aquellos y aquellas que fueron pioneros en la conquista de los derechos de los trabajadores, de todos aquellos y aquellas que pensaron y construyeron una república catalana fraterna con el resto de los pueblos del Estado a la altura de sus gentes, de los que no se rindieron en la negra noche y lucharon hasta recuperar la democracia, i también de los que sabían que no existe democracia si no se construye siempre más allá, si no se planta cara a los poderes financieros.

El actual sistema "no da más de sí con los actores que lo han gestionado desde la Transición hasta ahora"

​El grupo de personas que han dado a conocer como "impulsoras" de la iniciativa combinan de manera suficientemente evidente esta doble idea reivindicativa de las luchas del pasado y de las movilizaciones del "nuevo tiempo". "Somos hijas e hijos de lo mejor de nuestro país, pero también hijos e hijas de una nueva época y de un nuevo ciclo que pide que se ponga el bien común por encima de las siglas", manifiestan.

Por ello, hay que suponer, al lado de personas, suficientemente conocidas, vinculadas a iniciativas políticas recientes pero de larga tradición en el activismo social o en la militancia en diferentes organizaciones de izquierda, como el economista Arcadi Oliveres, los politólogos Vicenç Navarro y Joan Subirats, el promotor musical Pere Camps o el periodista Josep Maria Balcells, aparecen también la ingeniera y diputada en el Congreso Lucía Martín, la médico Carme Borrell, las sociólogas Aina Taburini y Sara Moreno, la politóloga Paola Lo Cascio, el arquitecto-urbanista Xavi Matilla y la profesora de lengua y literatura catalanas Elisenda Alamany.

Recogen el legado de los que sabían que "no hay democracia si no se planta cara a los poderes financieros"

La cara más visible y únic o portavoz de esta iniciativa política, de momento, es el historiador y portavoz de En Comú Podem en el Congreso de los Diputados, Xavier Domènech, que de acuerdo con todos los impulsores de la nueva organización consultados por Público, ejerce como figura de amplio consenso, "receptivo a toddas las sensibilidades".

En el grupo promotor, probablemente, según algunas fuentes, no habrá o serán muy pocos los "primeros espada" de las organizaciones que dan apoyo al nacimiento y configuración del nuevo espacio (ICV, EUiA, Podem y BComú), y este hecho, junto a la deseada mayoría de figuras independientes, "no referenciables" a ningún partido, facilitará la convivencia entre diferentes culturas políticas, que de alguna manera se pusieron de relieve en el debate del domingo pasado sobre la propuesta de manifiesto que se ha dado a conocer. Al margen del dilema entre la conservación de identidades o dislucióón de las organizaciones citadas en el nuevo espacio, el llamamiento de los impulsores pone encima de la mesa el debate sobre conceptos de la izquierda tradicional y de la nueva política.

La ampliación del sentido de soberanía, "hasta llegar a todas las esferas de la vida y la política", es una idea clave de la propuesta. "Esta reivindicación", se dice en el documento todavía provisional, "ya es mayoritaria entre la población de Catalunya, pero no puede reducirse a un único tema, sino que ha de convertirse en ansia para decidir nuestro futuro sobre todas las cuestiones".  El nuevo 'sujeto político' defiende "el derecho a decidir del pueblo de Catalunya y también la soberanía en  en ámbitos como la energía, la ecología, la economía...".

"No es soberano, afirman, "un país en el que el 1 por ciento acapara tanta riqueza como la inmensa mayoría de la sociedad", y por eso reclaman "una transformación de la economía que adapte el país a los retos del siglo XXI, un nuevo modelo productivo más sostenible, independiente energéticamente y que transite hacia la superación de todo aquello que entró en crisis".

Un solo pueblo

Pero "los grandes cambios que el país necesita y reclama", añaden, "sólo se podrán hacer en común, y la desigualdad social no es la única división que tendremos que superar". 
En este punto reivindican un viejo concepto de la izquierda catalanaÑ: "un solo pueblo". Por este motivo, en el manifiesto titulado "Ganar un país en común", dicen que "hay que seguir trabajando y avanzando hacia un pueblo unido en la diversidad, reconociendo que por encima de las diferencias generacionales, territoriales, de lengua y de origen, hay que construir una alternativa para todo el país, que haga de la diversidad nuestra mejor fortaleza y en la que cada región y municipio pueda hacer suya la semilla del cambio".

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