La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha ampliado la Ejecutiva nacional del partido para incluir a cargos públicos del País Vasco, Baleares, Canarias, Cantabria, La Rioja Y Extremadura, de manera que estén representadas todas las comunidades autónomas, según ha informado la formación naranja este martes.

Durante la reunión que mantuvo la Ejecutiva este lunes para analizar la situación política en Murcia y en la Comunidad de Madrid y la actuación de Ciudadanos, Arrimadas agrandó el Comité Permanente, que ha pasado de tener siete miembros a 15, y aceptó que Carlos Cuadrado y José María Espejo-Saavedra dimitieran como vicesecretario primero y vicesecretario adjunto, respectivamente, aunque manteniéndose en este órgano.

En cuanto a la Ejecutiva nacional, estaba formada por 35 personas, pero con la expulsión del partido de la vicepresidenta de la Región de Murcia, Isabel Franco --tras pactar con el PP para conservar su cargo a cambio de oponerse a la moción de censura que Cs ha promovido con el PSOE contra el PP--, y la dimisión del portavoz en las Cortes valencianas, Toni Cantó, se quedó con dos miembros menos.

La presidenta de la formación naranja ha decidido sumar a la Ejecutiva a seis nuevos integrantes --por lo que en total son 39-- y a partir de ahora "todos los territorios tendrán voz en el mayor órgano de decisión del partido liberal", explican desde Cs.

Las nuevas incorporaciones son José Manuel Gil, diputado de PP+Cs en el Parlamento vasco; Patricia Guasp, portavoz en el Parlamento de Baleares; Enrique Arriaga, vicepresidente primero del Cabildo de Tenerife; Félix Álvarez, portavoz en el Parlamento de Cantabria; Pablo Baena, portavoz en el Parlamento de La Rioja; e Ignacio Gragera, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Badajoz. Los cinco primeros son también portavoces del partido en sus respectivos comités autonómicos, mientras que Gragera es secretario de Acción Institucional en Extremadura.

Dos nuevas bajas en Cs

Sin embargo, el movimiento de Inés Arrimadas para templar los ánimos internos ampliando la ejecutiva permanente y relegando de sus funciones a los dos responsables de la estrategia naranja, aunque sin dimisiones de por medio, no ha tenido el efecto buscado y este martes se han sumado otros dos cargos que dejan el partido.

Han sido dos diputados madrileños, Sergio Brabezo y Marta Marbán, los que  han dado el portazo entre críticas a la "deriva" de Arrimadas y reproches por considerar que ha cerrado en falso la crisis abierta por la moción con el PSOE en Murcia, rompiendo el pacto de gobierno con el PP, una decisión que unida al desastre electoral de las catalanas, ha abierto al partido en canal.

Precisamente, este miércoles comienza el debate de esta moción que los naranjas registraron con los socialistas con la justificación de las prácticas corruptas en la Región y el escándalo de las vacunaciones fuera de turno, una moción que aparentemente tenían atada, pero que ha sido frenada después de que tres diputados de Cs, que la habían firmado, se echaran atrás.

A estos tres tránsfugas (la vicepresidenta murciana, Isabel Franco, y los nuevos consejeros Francisco Álvarez y Valle Miguélez), se ha sumado un cuarto militante de Cs, que formaba parte del gabinete de Franco y que ahora ha sido premiado con otra consejería en Murcia, Antonio Sánchez Lorente. Los cuatro han sido expulsados del partido de Arrimadas.

Después, también la semana pasada, el senador Fran Hervías, que había sido secretario de Organización con Albert Rivera, desertaba al PP y aunque se ha interpretado como una deslealtad, muchos dirigentes han respirado porque, según ellos, llevaba tiempo maniobrando en contra del partido y tienen sospechas de que está detrás de la operación murciana que ha dado al traste, salvo sorpresas, con la moción de censura.

Y ayer fue el coordinador de la Comunidad Valenciana y miembro de la ejecutiva, Toni Cantó, quien dejaba todos sus cargos, incluido su escaño en las Cortes, lo que ha formalizado esta mañana, aunque por ahora no se ha dado de baja de la formación.