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Un solo caso de covid-19 basta para tomar medidas en las residencias de mayores

Dos artículos científicos que estudian lo sucedido en centros de EEUU, a los que el Ministerio de Sanidad les da credibilidad, revelan que "los casos asintomáticos y presintomáticos pueden tener un papel muy importante en la transmisión" del coronavirus y concluyen, por tanto, que medidas ágiles son necesarias para prevenir la expansión de la enfermedad en esos entornos vulnerables

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Un solo caso de covid-19, uno solo, en una residencia de mayores, es suficiente para que las autoridades sanitarias tomen medidas severas para proteger a los demás. Esta, al menos, es la conclusión que emerge de dos estudios científicos elaborados en EEUU con los datos de un brote que, desde finales de febrero, afectó a varios centros de cuidados de personas ancianas en las cercanías de Seattle, en el Estado de Washington.

El Ministerio de Sanidad le ha dado cierta relevancia a ambos artículos, hasta el punto de incluirlos en uno de los documentos oficiales de respuesta a la emergencia destinados al uso de profesionales. 

"[Los hallazgos de estos estudios] tienen gran importancia a la hora de implementar medidas de control de la infección. La identificación de casos potencialmente transmisores de SARS-CoV-2 no puede realizarse basándose en la presencia de síntomas ya que los casos asintomáticos y presintomáticos pueden tener un papel muy importante en la transmisión", asegura el Ministerio.

Los casos asintomáticos y presintómáticos pueden tener un papel muy importante en la transmisión de este tipo de coronavirus

Por esta razón, por la capacidad de contagio que tiene esta clase de coronavirus, los investigadores de EEUU concluyen que "una vez que un caso confirmado es identificado, todos los residentes deberían ser aislados, si fuera posible" y se deben utilizar equipos de protección de manera inmediata. Estas conclusiones se pueden leer en uno de los trabajos, titulado Asymptomatic and Presymptomatic SARS-CoV-2 Infections in Residents of a Long-Term Care Skilled Nursing Facility.

Esta investigación, que se llevó a cabo en una residencia en la que se tomaron medidas de aislamiento "tempranas", se complementa a la perfección con la otra, que estudió un caso en el que no se tomaron y que llega a similares conclusiones al respecto de la necesidad de actuar con agilidad: "Pasos proactivos son necesarios para prevenir la introducción de la Coivd-19".

Entre estos pasos, los autores de este segundo estudio –que se llama Epidemiology of Covid-19 in a Long-Term Care Facility in King County, Washington– citan la monitorización de los pacientes posiblemente infectados, del staff y también de las visitas. Es decir, una investigación completa.

Las residencias de mayores representan, según Sanidad, "un entorno de gran vulnerabilidad por ser un lugar cerrado donde es difícil evitar el contacto entre las personas y por la población de edades avanzadas y múltiples comorbilidades –coexistencia de una o más enfermedades en una sola persona– que se concentra en ellas".

Datos comparativos

Los datos comparativos de lo sucedido en ambas residencias son reveladores. En la que no se tomaron medidas con agilidad, según Sanidad, se infectaron el 84,6% de los residentes y el 29,4% de los trabajadores. En ella, había 130 personas, de una edad media de 83 años y con un buen número de comorbilidades.

De ellos, el 54% de los mayores, el 6% de los trabajadores y el 50% de los visitantes requirieron hospitalización. Murieron 34 mayores y también uno de los visitantes.

Estas cifras recuerdan a lo que ha sucedido en diversas residencias de mayores en España, donde han fallecido, según las estimaciones de los Gobiernos autonómicos, miles de personas durante esta crisis. El último ejemplo se ha visto en Andalucía, en la residencia Joaquín Rosillo, en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), donde el Gobierno andaluz, después de días de evitar facilitar los datos durante días, admitió este lunes 24 muertes.

La diferencia con el otro caso estudiado es evidente. En este, en el que se tomaron las medidas de aislamiento y la residencia era más pequeña –82 personas–, se contagió el 30% de los mayores, 23 personas. De ellas, sólo 10 tenían síntomas en ese momento o los habían tenido en los 14 días previos y 13 estaban completamente asintomáticos. A los siete días de seguimiento, sólo 3 de los 13 continuaron asintomáticos. La carga viral de los que resultaron positivos fue además similar, independientemente de que desarrollaran o no síntomas.

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