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Los catalanes suspenden la gestión de la Generalitat, pero le ponen mejor nota que al Gobierno de Sánchez

La actuación de la Generalitat alcanza una valoración del 4,4, mientras que la del Gobierno central se queda en el 4. Sin embargo, más de la mitad de los catalanes aprueba la gestión del Ejecutivo de Aragonès, según el CIS catalán.

La consellera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès,  a 14 de febrero de 2023, en Barcelona.
La consellera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a 14 de febrero de 2023, en Barcelona. David Zorrakino / Europa Press

La gestión del Govern de Pere Aragonès no llega al aprobado, pese a que más de la mitad de la ciudadanía sí que lo puntúa por encima del cinco. En cualquier caso, los catalanes ponen mejor nota al Ejecutivo autonómico que al estatal, mientras que los ayuntamientos son la administración mejor valorada. Asimismo, la gestión pública de los principales servicios es preferida frente a la privada y a nivel fiscal la preferencia es mantener el actual nivel de impuestos. 

Éstos son algunos de los titulares que pueden extraerse de la encuesta Valoración del Govern y de las políticas públicas 2022 que ha presentado este jueves el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), el equivalente catalán al CIS. El estudio se ha realizado con un cambio metodológico a través del envío del cuestionario a una muestra aleatoria de casi 20.000 personas, de las que 5.468 han contestado, lo que supone una cifra claramente superior a encuestas anteriores, que se realizaban en a través de entrevistas presenciales.

Según el CEO, la gestión del Govern de Catalunya durante el último año recibe una valoración del 4,4, es decir, no llega al aprobado, pero supera el 4,0 del Ejecutivo estatal y queda por debajo del 4,9 que obtienen los ayuntamientos. Pese a ello, más de la mitad de los encuestados (53%) aprueba el trabajo de la Generalitat. La valoración cambia notablemente en función de la simpatía por uno u otro partido. Así, los simpatizantes de ERC elevan a 5,4 la nota del Govern de Aragonès y son los únicos que lo aprueban. Se sitúan por delante del 4,8 que le ponen los de Junts per Catalunya, el 4,7 de los del PSC y el 4,6 de En Comú Podem. Las peores notas provienen de los electores de PP (3,3) y Vox (3,2). Además, más de la mitad de los simpatizantes de ERC, Junts, PSC y Comuns aprueban al Govern. 

En cuanto al Gobierno, hay más catalanes que suspenden su gestión (50%) de los que lo aprueban (46%) y las mejores notas las obtiene de los votantes de los dos partidos de la coalición: PSC (5,8) y En Común Podem (5,2). En este caso, las peores las encontramos en los simpatizantes de Vox (2,7), la CUP (2,7) y Junts (3,0). En los gobiernos municipales, la valoración ciudadana más elevada (5,6 sobre 10) aparece en los residentes en localidades de menos de 2.000 habitantes y a partir de aquí decae a medida que el núcleo aumenta de tamaño, hasta el 4,3 de la única ciudad catalana de más de un millón de residentes: Barcelona. 

En función del ámbito concreto, la valoración ciudadana de la gestión del Govern de la Generalitat difiere significativamente. Las opiniones más positivas las encontramos en la promoción de la cultura y la lengua catalanas (5,6) y en el transporte público y las infraestructuras (5,0), justo por delante de la enseñanza pública (4,8) y la sanidad pública (4,6). Las peores son la lucha contra el cambio climático (4,2) y la lucha contra la pobreza y la exclusión (4,3).

Preferencia por la gestión pública

La valoración crítica también aparece cuando se pregunta por la valoración del funcionamiento de las administraciones públicas catalana y estatal. En la primera, el 44% de los ciudadanos considera que funciona "bien" o "muy bien" y el 54%, "mal" o "muy mal"; en el caso de la estatal, la respuesta es más contundente: el 33% de los consultados opina que funciona "bien" o "muy bien" y el 65%, "mal" o "muy mal". 

Sin embargo, una abrumadora mayoría de ciudadanos -59%- afirma que los servicios públicos tienen una "calidad media" y prácticamente los votantes de todos los partidos dan una importancia muy elevada a estos servicios en sus vidas cotidianas. A la hora de elegir un modelo de gestión, la preferencia se decanta claramente hacia la pública, por delante de la privada. El 38% de los catalanes opina que la educación funciona mejor si es de gestión pública, mientras que el 24% prefiere a la privada y el 35% considera que funciona igual. Los votantes de CUP (71%) y En Comú Podem (69%) son, con diferencia, los más contundentes al manifestar que la educación funciona mejor cuando es de gestión pública. 

En la sanidad, el 46% afirma que va mejor cuando la gestión es pública y el 31% cuando es privada y, de nuevo, los simpatizantes de CUP y Comuns son los que lo tienen más claro. Por contra, los electores de Vox y PP son los únicos que se decantan mayoritariamente por una gestión privada de la sanidad. 

Por último, la enseñanza concertada (7,3), la enseñanza pública (7,0), los Mossos d'Esquadra (6,7) y los hospitales públicos (6,5) son los servicios mejor valorados por los catalanes que son especialmente críticos con la administración de Justicia (5,4). Los Mossos obtienen una puntuación muy elevada de los simpatizantes del PSC (7,6) y mucho menor de los de la CUP (4,4). Y, por último, buena parte del transporte público aprueba con nota -con el AVE y los Avant a la cabeza, con un 7,8, por delante de los Ferrocarrils de la Generalitat (7,6) y el Metro (7,1), pero la valoración de los Rodalies de Renfe obtiene el aprobado muy justo (5,1).

Mantener los impuestos y el nivel de los servicios

El estudio también aborda las preferencias a nivel de impuestos y destaca que la mitad de los catalanes son partidarios de mantener el actual nivel tributario y, por tanto, disponer de los mismos servicios públicos. Sin embargo, un 32% se decanta por subir los impuestos y mejorar los servicios y un 12% preferiría bajarlos, aunque sea a costa de empeorar los servicios. 

El posicionamiento cambia mucho en función del partido por el que se simpatiza y los que lo hacen por la CUP o En Comú Podem son los únicos que se decantan mayoritariamente por subir impuestos y mejorar servicios (64% en el caso de la formación independentista y 59% en el de la confluencia de izquierdas). Por contra, los más partidarios de bajar los impuestos, aunque implique empeorar los servicios, son los votantes de Vox (44%) y el PP (33%). 

A nivel más concreto, la mayoría de catalanes son partidarios de mantener en los niveles actuales el IRPF (55%) y el IVA (53%), mientras que sobre todo son partidarios de bajar el impuesto de Sucesiones (56%). En cambio, los que tienen más partidarios de subirlos son el de Sociedades (29%) y Patrimonio (24%, aunque un volumen superior, el 30% quiere que se reduzca). También aquí hay diferencias entre partidos, y los simpatizantes de la CUP y En Comú Podem defienden de forma clara subir el impuesto de Sociedades -que grava los beneficios empresariales- y el de Patrimonio -que afecta a grandes fortunas-. En cambio, más de la mitad de los electores de ERC, PSC y Junts querrían que se bajara el impuesto de Sucesiones, como lo defienden también los de PP, Cs y Vox.

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